"Tenemos que encontrar un camino que estabilice (este proyecto) por 20 años"

Por José Cornejo I

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AGENCIA PACO URONDO: Hay un escenario 2015 en que existe la posibilidad muy fuerte de que la Presidenta no renueve el mandato. ¿Cómo te parece que eso va a incidir sobre esta consigna de CFK “Unidos y Organizados”? 

Federico Martelli: No, al contrario. Creo que “Unidos y Organizados” es consecuencia de que, por ahora, Cristina no tiene posibilidades de renovar su mandato, lo que implica que, tanto dentro del peronismo como en sectores de la oposición empiecen a buscar nuevas alternativas de cara al 2015, que se empiece a reordenar el sistema político pensando quién puede ser el presidente y, entonces, no se ordena naturalmente atrás de una doctrina y de un proyecto de país sino atrás de una porción de poder.

El riesgo de esto es que puede ordenarse atrás de cualquier doctrina y de cualquier proyecto, por ende, muchos de los que nos están acompañando, en esa perspectiva pueden terminar acompañando un proyecto contrario al nuestro. 

El establishment trabaja sobre eso y busca construir un candidato dentro del FPV, sabe que tiene un candidato como Binner, uno como Macri y le falta el candidato peronista. Lo busca entre los gobernadores, lo busca entre los intendentes y tratan de dividir. Saben que la crisis internacional impacta en la Argentina, saben que tenemos un problema interno con la inflación, otro con la sucesión de Cristina y buscan debilitarnos a partir de eso.

La respuesta es “Unidos y Organizados”, precisamente para ir construyendo la sucesión de Cristina o la posibilidad de una reforma constitucional que le permita a Cristina presentarse nuevamente. De no ser así, la posibilidad de construir un candidato que sea un delfín de Cristina, es decir, del FPV, del Proyecto Nacional, pero bajo la conducción política de Cristina, que es innegable que va a seguir conduciendo de 2015 en adelante, sea Presidenta o no. En ese sentido, es indispensable que (la consigna) “Unidos y Organizados” se fortalezca porque representa, no la búsqueda del poder en sí mismo sino la búsqueda del poder para construir un proyecto.

Somos militantes, organizaciones, dirigentes políticos que no están atrás de un espacio de poder institucional a cualquier costo. Estamos atrás de un proyecto político. En los 90 no nos acomodamos sino que peleamos contra el modelo del menemismo, contra el ajuste, contra la represión, construimos los movimientos sociales, los cortes de ruta, los paros nacionales, enfrentamos también a De La Rua, a Duhalde y nos sentimos contenidos en este movimiento, no por una porción de poder sino porque se generaron cinco millones de puestos de trabajo, porque se empuja una unidad latinoamericana, la reconstrucción de la industria nacional, de los derechos civiles y sociales, porque se hizo memoria, verdad y justicia con los crímenes de lesa humanidad de la dictadura.

No estamos dispuestos a volver atrás ni un solo paso y el problema de la sucesión es central en esto. No nos podemos permitir un experimento político, que venga un presidente que no sabemos qué va a hacer con estos temas, que de un día para el otro abra la importación y se destruyan dos millones de puestos de trabajo, que diga: “No jodamos más con los 70” y que haya una especie de nueva ley de punto final en la Argentina. No podemos darnos ese lujo precisamente porque ya llevamos doscientos años de alternancia entre Proyecto Nacional y proyecto oligárquico y la consecuencia es que un país rico en recursos naturales y humanos, tenga una situación como la del 2001 con 56% de los argentinos bajo la línea de pobreza y la desestructuración de la familia, del Estado, de la sociedad.

Volver para atrás sería un crimen imperdonable. Por eso la tesis de “Unidos y Organizados” se fortalece de cara a 2015 pensando en que hay que encontrar un camino para estabilizar esto durante veinte años. Si después de veinte años de Proyecto Nacional tenemos la industria fuerte, salarios fuertes, una integración nacional sin diferencias entre el NOA, el NEA y el centro del país, un sistema educativo fuerte, después, quizás podamos darnos el lujo de tener un gobierno un poco liberal pero mientras tanto no. Por veinte años tenemos que, necesariamente, tener gobierno nacional y popular.