"La nueva derecha expresada en Milei logra cautivar a una franja de los jóvenes y eso hay que analizarlo"

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"La nueva derecha expresada en Milei logra cautivar a una franja de los jóvenes y eso hay que analizarlo"

27 Agosto 2021

Por Juan Borges

AGENCIA PACO URONDO: A modo introductorio y como para iniciarnos en sus obras de investigación. ¿En qué consiste su libro Pedagogía de la desmemoria?

Marcelo Valko: Nuestro país hace un culto a la amnesia. Nos enseñan el olvido. Entre el catecismo del olvido y ese culto al olvido surge la pedagogía de la desmemoria. Juan José Hernández Arregui lo expresa con maestría cuando afirma “la historia oficial es la obra maestra de la oligarquía”. Una elite pergeñó con plumas notables construyeron una historia para privilegiar a un grupo económico y social. Pero lo más triste es que nosotros que no pertenecemos a esa elite aprendemos y recitamos esa historia desde chicos.

Si uno intenta problematizar esa historia oficial e ingresa a los archivos es muy sencillo ver las falacias de ese relato. Cuando comencé con mi libro “Pedagogía de la desmemoria”, pensé en un libro menor pero las contundentes evidencias que encontraba me llevaron a un libro inmenso con una segunda parte que es “Cazadores de poder”.

APU: ¿Esa oligarquía liberal que cuenta la historia sigue manteniendo vigencia como narradora?

MV: Esa oligarquía liberal continúo con las riendas del poder. Construyó un proyecto de país mezquino, chiquito y ruin. Continuó ese proyecto e hizo eclosión últimamente en el gobierno de Mauricio Macri. Donde apellidos de la oligarquía integraron su gobierno. Como Bullrich Lluro Pueyrredón o Marcos Peña Brown, del Menéndez Brown, que hicieron un enorme genocidio en la Patagonia. Esos apellidos oligárquicos eran lógicos que durante el macrismo gobernarían para esa elite histórica. El país nunca dejo de estar a la sombra de esos sectores que manejan el poder real. La desmemoria está fuertemente arraigada en nuestro país y en los países periféricos que conforman Latinoamérica.

APU: ¿Cómo fue su experiencia de trabajo y vivencias con Osvaldo Bayer?

MV: A Osvaldo lo conocí hace cerca de veinte años. Yo lo conocía de leer sus libros y haber asistido a alguna conferencia dictada por él. Cuando yo edite mi libro “El malón de la paz”, le pedí que me escribiera el prólogo. Accedió y allí comenzó nuestra amistad. Éramos vecinos en Belgrano y eso facilitaba que nos frecuentáramos bastante seguido. Comenzamos a hacer viajes juntos difundiendo nuestra obra y estrechamos una amistad muy sólida a partir de esas vivencias compartidas. De esa manera pude descubrir la trastienda de ese hombre tan meticuloso. Era una persona muy divertida y simple. De esas vivencias salió mi libro “Anecdotario” donde narro mis viajes y experiencias con Osvaldo Bayer. Yo lo voy a extrañar toda la vida. Una persona meticulosa y comprometido con sus investigaciones históricas. Era preciso y puntual hasta el extremo. Fue un intelectual muy coherente. Como pocos.

APU: ¿Qué diría Bayer hoy sobre los nuevos experimentos electorales de la derecha?

MV: Si estuviera hoy diría se hubiera enojado mucho con el uso degradante y banal que Milei y sus seguidores hacen de la palabra libertario. Bastante se enojó y eso si lo pudo ver cuando diez millones de argentinos votaron a Macri. El proyecto del liberalismo se construye montado en un relato que busca empatizar con el sentido común. La desmemoria y la inmediatez son tierra fértil para que esos proyectos políticos puedan triunfar. Lamentablemente esta gente sigue merodeando el poder y tiene un caudal de votos significativo. Eso debería ser una voz de alarma para el gobierno. Es necesario mostrar y exponer las obras que se están realizando de otra manera. Lamentablemente el progresismo está anclado a viejas pautas. La nueva derecha expresada en Milei logra cautivar a una franja de los jóvenes y eso hay que analizarlo. Su estilo caricaturesco funciona. La derecha es muy astuta. El gobierno debería ser más claro y valiente para contrarrestar estas versiones de la derecha que están merodeando todo el tiempo.