Gastón Castagneto: “Que los 4 años que vienen sean de un peronismo de fondo”

Agencia Paco Urondo dialogó con el precandidato a intendente de La Plata, Gastón Castagneto, de cara a las elecciones de este año.

AGENCIA PACO URONDO: ¿Cómo ve la ciudad de La Plata?

Gastón Castagneto: Como platense, vengo viendo que la ciudad desde hace bastantes años ha bajado la expectativa de querer progresar. Cuando la gestión es mala y no logra sus resultados a cualquiera se le van las ganas. Entramos en una meseta de conformarnos cada vez con menos. La gestión actual intenta ser una réplica barata de la Capital Federal y cada ciudad tiene sus particularidades: nosotros tenemos las nuestras. Somos la ciudad capital de la Provincia, cabecera de 135 municipios y tenemos que ponerlo en valor. Tenemos que vivir mejor y tener nuestra identidad, pero se ve la falta de políticas educativas, de acceso a la salud, de vivienda. Ya ni hablamos de vivienda propia, cuesta sostener el pago del alquiler y hay muy poca oferta. Tenemos que cambiar el rumbo 180° para ser una ciudad pujante como en otro momento de nuestra historia.

APU: ¿Entonces por qué la gente reeligió a Garro?

G.C: Porque tiene una estrategia de visibilización pública en los sectores que más reclaman la presencia del Estado, más un desgaste muy fuerte de la gestión nacional y de la representatividad política. Aprovecha para ir “surfeando” los problemas y dejando que otros pongan la cara. Esto, sumado a la división del peronismo, genera que pese a que la ciudadanía esté muy cansada de la gestión municipal, no hayamos podido darles una opción superadora hasta ahora.

APU: ¿Cómo quedó la unidad del peronismo?

G.C: La concentración política, mediática, económica y judicial que trabajó para lograr la proscripción de la compañera Cristina, nos llevó a un desfasaje de tiempos para resolver nuestras listas. Hasta los días previos al cierre todavía estaba candente la posibilidad de que tengamos internas nacionales y provinciales. Eso desencadenó en la apertura de listas locales. Somos 5 listas que disputamos la interna de Unión por la Patria en la Ciudad, pero creo que podríamos haber logrado ser dos o tres. Desgraciadamente la inercia del cierre de la macro no nos lo permitió. Nosotros no hicimos una campaña para cerrar una concejalía o una senaduría. No vinimos a discutir nombres, vinimos a discutir formas. No podemos sentarnos y ver cuál es el lugar que nos queda cómodo, tenemos que volver a discutir una política de fondo en la que la militancia sea protagonista y no cumpla un rol de empleado político, solo cumpliendo órdenes. Hay que recuperar el entusiasmo, romper las barreras y animarnos a que eso que parece imposible se vuelva inevitable.

APU: ¿Qué pasa con la juventud y el fenómeno Milei?

G.C: Lo que notamos tanto en la juventud como en la juventud acumulada, como dice la compañera Alicia Kirchner, es un desgaste. No una revolución. Lo de Milei, que se vende como algo revolucionario, es una cáscara vacía. Él es un político que reivindica a Cavallo y a Menem, toda esa política liberal de desguace del Estado y de fomento de lo privado que no nos dió ningún resultado positivo como país. Todos ellos pudieron figurar desde el liberalismo y el radicalismo gracias a un momento de falta de representación del peronismo, pero rápidamente se demostró que eran una fiesta para pocos. Volver a esas formas que destruyeron al país no lleva a ningún lado. Pero hay que entender que la política está desgastada. No solo los pibes, sino gran parte de la sociedad está en un momento de desilusión con sus representantes. Milei reconoce un problema que existe, pero lo conduce hacia caminos que ya nos llevaron a pésimos resultados. Como peronistas no podemos negar la realidad: si los que están haciendo política la están haciendo de mala manera, tenemos que poner nuevos representantes. Tenemos condiciones como Ciudad y como Patria para vivir mucho mejor que como estamos viviendo.

APU: ¿Massa o Grabois?

G.C: Si yo me parara como el militante que fui del 2009 al 2012, te diría Grabois. Ahora, que analizo la película entera y veo a mi conductora política que es Cristina decidir que sea Sergio el candidato de la unidad, creo que tiene que ser Sergio. Hay una madurez en la política que todos hemos ido aprendiendo. Yo milito en Kolina y no puedo negar que fui uno de los que cantó que “no pasaba nada si todos los traidores se van con Massa”. Pero ahora creo que lejos de ponernos en una lógica de panquequismo, es madurez. Como nos enseñó Perón, primero está la Patria, segundo el movimiento y por último los hombres. Las visiones personales de cada uno y las peleas previas no pueden estar por encima del desarrollo de la Patria. Ante la imposición judicial de que Cristina no pueda ser nuestra candidata (que nos habría dado una amplia unidad en el campo nacional y popular) hay que valorar la unidad que se logró. Pero también tenemos que ser respetuosos de los compañeros que se animan a dar la disputa. Es muy valioso que tengamos ambas figuras en una PASO, para que nuestros militantes tengan la posibilidad de elegir.

Tenemos que salirnos del dedismo y del termómetro de quién es más o menos militante o leal. La coyuntura nos demanda pragmatismo. Hay un gran problema con la economía bimonetaria, la falta de dólares, etc. Tienen que venir 4 años de estabilidad y de distribución. Si Cristina entendió que Sergio es el compañero con mayores cualidades para lograr ese resultado, yo confío en lo que mi compañera defina. Está bueno analizar que le gusta más a cada uno, pero tenemos que ser realistas. Nos faltan datos para tomar esas decisiones a nosotros, los compañeros. A nosotros nos toca militar desde nuestra ciudad para incrementar el caudal de votos que acompañe este frente. Lo bueno de tener PASO es que todos los espacios quedamos arriba del barco. Si quien gana tiene la posibilidad de conducir y quien pierde la de disputar, los compañeros vemos que las diferencias que hay con el neoliberalismo son mucho más fuertes que las que puede haber en el campo nacional y popular. Si las internas se dan con respeto, vamos a llegar fortalecidos al 14 de agosto.

APU: ¿Qué opinás de la gestión de Axel en provincia?

G.C: Es un compañero que ha estado a la altura de las circunstancias. Está en el terreno, escucha a la gente. Considerando los 4 años de Vidal de desguace total del Estado, lo de Axel es una de las mejores gestiones que hemos tenido. Se merece 4 años más. Yo soy director del Servicio Alimentario Escolar, primero con Fernanda Raverta y ahora con el compañero Andrés Larroque en el Ministerio de Desarrollo de la Comunidad. Creemos que hemos podido estabilizar la provincia pero aún queda mucho por delante. Cuando nos tocó asumir literalmente no andaban las computadoras, no había bases de datos, estaba todo destruido. Empoderamos los programas en los que trabajamos y generamos nuevos, como el MESA bonaerense, que contribuye en la alimentación de más de dos millones de familias. A nosotros como peronistas nos gusta dar trabajo, no repartir comida. Pero había una necesidad muy fuerte. El gobierno de Axel y la gestión del Cuervo no negaron la realidad, hicieron política para poner el plato arriba de la mesa.

Ahora nos queda trabajar para que el mango alcance y que sea el papá y la mamá los que le den de comer a los chicos. Le pedimos a la gente una cuota más de confianza. Que los 4 años que vengan sean de un peronismo de fondo, que logre cambiar la asistencia alimentaria directa por créditos, fomento del cooperativismo y generación de trabajo genuino como fuente de ingresos.