19 de septiembre de 1968: fallecimiento de John William Cooke

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19 de septiembre de 1968: fallecimiento de John William Cooke

19 Septiembre 2011

Publicado en el blog de Daniel Chiarenza I En este día moría enLa Habana, República Socialista de Cuba, el peronista combativo John William Cooke. Éste había sido diputado nacional entre 1946 y 1952; interventor en el partido peronista a partir del 16 de junio de 1955; declarado heredero del Movimiento revolucionario que él conducía, por Juan D. Perón en noviembre de 1956; firmante del pacto electoral con Frondizi, Frigerio y Perón en 1958, año en el que inicia una paulatina caída dentro de las verticalistas y burocráticas estructuras sindicales del peronismo, pero también inicia una ascendente carrera como teórico del Movimiento nacional y popular, comparable con Lenin, Gramsci, Mao, Fidel, Guevara, etc.

A fines de 1959, Perón -enterado de las vinculaciones de Cooke con grupos peronistas combativos, revolucionarios, de "izquierda" si no se es prejuicioso- escribía: "Se debe controlar la cosa. No sea que el Bebe Cooke empuje a los muchachos hacia el lado de los bolches". Con la disculpa que merece esta opinión, Perón tampoco lo comprendió desde los aportes que otros pensadores nacionales podían hacer al mayor movimiento de masas de América Latina; fue una verdadera lástima el desentendimiento, por el salto doctrinario cualitativo que se podía haber dado en aquel primer instante dela Resistencia.

Cooke estaba detenido cuando, en junio de 1956, se produce el intento de “recuperación” dela Patriaencabezado por los generales Valle y Tanco y el coronel Cogorno. Un comando civil lo sacó de la celda al "Gordo", junto a otros dirigentes peronistas. Algunos gorilas civiles, a los que llamaban comandos “libertadores”, planeaban ejecutarlo. Algunos jefes militares se opusieron, y Cooke volvió a la cárcel. Era, entonces, el interlocutor de Perón, aun desde las distintas celdas que ocupó. Uno de esos presidios fue el de Río Gallegos, lugar del que se escapó el 27 de marzo de 1957 junto con José Espejo, Jorge Antonio, Kelly y Héctor Cámpora. Fueron todos a Chile, que los consideró asilados políticos, salvo a Kelly, que quedó detenido pero logró fugarse.

En noviembre de 1957, el “Gordo”, se fue a Caracas para hablar con Perón, quién, en la misma capital venezolana, había escrito el 2 de noviembre de 1956: "En caso de mi fallecimiento, delego en el doctor John William Cooke el mando del Movimiento". En enero de 1958 llegó a Venezuela Rogelio Frigerio, con quien Perón y Cooke estudian el acuerdo electoral que daría el gobierno argentino a Arturo Frondizi. En julio de 1964, ante una comisión parlamentaria, Cooke no sólo explicó los detalles de ese acuerdo electoral sino que mostró una copia del pacto firmado por Frondizi, Frigerio, Perón y él.

Cooke siguió al lado de Perón, lo acompañó ala República Dominicanay, en una de esas intermitentes amnistías, regresó ala Argentinacuando promediaba 1958. En noviembre fue detenido cuando se implantó el estado de sitio y, progresivamente, siguiendo el ritmo pendular del conductor, fue cayendo en desgracia. Ya no era el heredero de Perón, ni su delegado. Marginado, eligió como lugar de residencia aLa Habana, compartiendo la experiencia más bella de los jóvenes latinoamericanos del siglo XX, transformación societaria radical a favor de los intereses nacionales y populares que, en definitiva, no era otra la conclusión política -a modo de síntesis- a que había llegado Cooke en su poca, pero relevante bibliografía.

Unió su vida con otra revolucionaria, Alicia Eguren. Como abogado, sus últimas tareas enla Argentinafueron defensas de peronistas revolucionarios, de los que fue un importante mentor ideológico, sobre todo en sus "Apuntes para la militancia". Tras su muerte –gracias a la compañera Alicia- se conoció la correspondencia Perón-Cooke. La primera carta, fechada el 12 de junio de 1956, enviada por Perón desde Caracas en contestación de otra, dirigida por Cooke desde Buenos Aires el 20 de mayo del mismo año. La última misiva del General, Cooke la recibió en París en enero de 1966 y Juan Perón se la envió desde Madrid.

Le agradecía a Cooke todas las referencias recibidas sobrela Conferencia TricontinentaldeLa Habanay la invitación de Cooke a residir en el país de la realización de las utopías; Perón se quedó en Madrid, donde aún era fuerte el predominio del vetusto dictador Franco, con su fascismo con olor a incienso. (Agencia Paco Urondo)

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