Tigre: La muerte de una adolescente Qom en medio de complicidad policial y silencio judicial
Micaela, una adolescente de 14 años, fue encontrada muerta en la casa de un hombre que la tenía cautiva, en la localidad bonaerense de El Talar, del partido de Tigre, luego de ser "violada y golpeada", según denunciaron sus familiares.
La adolescente fue hallada muerta el 17 de febrero pasado en una vivienda, ubicada en Paraguay al 2000, del barrio La Paloma, en la casa de un hombre "que es conocido en el barrio por vender drogas y reclutar chicas en su domicilio para prostituirlas y obligarlas a vender droga", dijo a Télam el abuelo de la chica, Eugenio Fernández. Tenía el cráneo ensangrentado por un balazo y el cuerpo lleno de golpes dentro de la casa de un hombre con antecedentes de narcotráfico, abuso y prostitución de menores.
No conformes con haberle dado muerte a la nena, cuando la mamá de Micaela, Nancy, fue a hacer la denuncia en la Comisaría 6º de El Talar "no sólo no le tomaron la denuncia, sino que la golpearon y la dejaron dos días en cama, exigiéndole que se callara", agregó el hombre, contó buenosaires2punto0.com.ar.
"India de mierda, negra de mierda, acá las órdenes las doy yo y a Cenizo lo banco yo", comentan que le decían a Nancy mientras la molían a golpes. El que le ordenaba silencio, según denuncia la familia, era el subcomisario José Ríos, jefe del destacamento de Las Tunas, que en esos momentos estaba junto al oficial principal Alejandro Sandoval, de la misma dependencia.
"La policía dijo que la chica se suicidó pero no se hizo la autopsia", explicó el abuelo y agregó "cuando vimos el cuerpo nos dimos cuenta de que estaba golpeada en las manos, los pies y tenía sangre seca, de días, en la boca". La joven Qom había desaparecido unos días atrás de su casa y fue hallada muerta en la casa de un presunto narcotraficante conocido en el barrio como "Pato Cenizo".
Los familiares hicieron la denuncia en la Fiscalía de San Isidro a cargo de Diego Molina Pico, "pero evidentemente la justicia protege a la policía porque hasta ahora nadie nos dio respuestas ni se interesaron en el caso", señalaron. La versión oficial, transmitida de manera inmediata al hallazgo del cuerpo, fue que se trataba de un suicidio, que al lado de la joven había un revólver calibre 32 largo sin marca visible serie 2534 con un proyectil intacto en el tambor y una vaina servida del mismo calibre. También aseguraron, en ese momento, que la adolescente se había quitado la vida porque su madre le habría dado una noticia inesperada.
Muchas dudas
Según trascendió, este miércoles venidero, la justicia deberá citar a los policías que actuaron en el hallazgo del cadáver de Micaela y se les pedirá que expliquen por qué no se realizó la autopsia del cuerpo de la niña y por qué amenazaron con matar a la madre de la víctima si persistía en denunciar la evidente complicidad de la policía Bonaerense con la trata de personas, el abuso sexual infantil, la prostitución y los detalles de un potencial homicidio que tiene a su principal sospechoso en libertad y gozando de la más absoluta impunidad.
Según publicó el diario Tiempo Argentino, "Cenizo se ufana de tener a un familiar en la corporación policial y hasta le gatilló en el cráneo una pistola calibre nueve milímetros a Nancy, la golpeó con la culata de su arma para que se callara y no insistiera con la intención de salvar a su hija del abuso que padecía antes de ser hallada sin vida con la cara destrozada. Así de cruel es la impunidad. Y tal como se lee esta es una historia donde los malos se visten siempre de azul".
El drama de Nancy comenzó cuando Micaela se abrió paso con rebeldía adolescente. Se había peleado con ella y decidió fugarse de su hogar para entablar una sinuosa relación con Cenizo, quien es temido en el barrio por sus lazos con la agentes de la Comisaría 6ª y su supuesta participación en la desaparición de otra menor, además de las sospechas en su contra por otro crimen impune de características similares al de Micaela.
En la crónica del hecho, publicada por Tiempo Argetino en su edición del sábado 30 de marzo, la madre de la menor relata con desesperación el pánico que sentía su hija y los detalles de su cautiverio. Le dijo Nancy Fernández al periodista Enrique Quarleri: "Mami, me trajeron un montón de hombres, que me hicieron cosas que no te puedo decir. Me cortaron el pelo". Fue el 30 de diciembre de 2012. Dos meses antes del hallazgo del cuerpo ultrajado de Micaela en la casa de su supuesto abusador.
Si la Fiscalía que funciona a pasos de la comisaría de Pacheco hubiera actuado de oficio sin abandonar a la madre frente a un hombre peligroso como el sospechoso, quien ese mismo día accionó su arma sobre la cabeza de Nancy Fernández, cuyo único pecado fue golpear las manos frente a la casa donde su hija era sometida a vejámenes por parte de agentes policiales, tal vez hoy la tragedia no acosaría con sus fantasmas de ausencia a la familia de Micaela.