Santiago del Estero: recuerdo de Gerardo Sueldo

Santiago del Estero: recuerdo de Gerardo Sueldo

07 Septiembre 2015

 

Por Nicolás Adet Larcher

Un 4 de septiembre de 1998, un Renault 19 circulaba por la ruta con destino hacia Santiago del Estero. El automóvil, volvía desde Salta.  Según el relato oficial, el conductor del vehículo debió realizar una brusca maniobra para evitar chocar con un caballo que se cruzaba. Luego de impactar contra una alcantarilla, el automóvil volcó sobre la banquina y terminó con la vida de Gerardo Sueldo, quién se desempeñaba como obispo de la provincia de Santiago del Estero. Sus dos acompañantes, los párrocos Marcelo Trejo y Sergio Ramírez, resultaron ilesos y la tropilla de caballos que se había cruzado en su camino, nunca se encontró.

Años más tarde, en 2004, la jueza encargada de llevar a cabo la investigación relató que en ese momento, funcionarios de la iglesia se opusieron a que se realizara la autopsia y, desde el ámbito político, se apresuraron a decir que estaba descartada la posibilidad de un atentado. Sueldo, durante la década menemista, se opuso a las políticas neoliberales aplicadas por el ex presidente, a la vez que también ejerció una férrea oposición contra el gobierno de Carlos Juárez, mientras criticaba el poder económico que reinaba en la provincia.

En 1995, ya era común para el obispo recibir amenazas por sus predicas contra el modelo económico y político que dominaba la provincia. “Ni la misericordia de Dios va a salvar al obispo”, dijeron en un mensaje dejado en uno de los teléfonos del obispado. Tres años después, Sueldo fallecía por lesiones en su cabeza, en un sanatorio provincial a los 62 años, y a causa de aquel fatídico accidente.

Kemerer, De Nevares y Sueldo

Hace 31 años, junto a los sacerdotes Jorge Kemerer y Jaime de Nevares, Gerardo Sueldo también había contribuido desde su actividad pastoral a fortalecer el Equipo de Pastoral Aborigen (ENDEPA) junto a la figura de la Comisión Episcopal de Pastoral Aborigen (CEPA) con el objetivo de “promover en la Comunidad Nacional el conocimiento de estas minorías e impulsar una nueva mentalidad con respecto a ellas”, dejando en claro su acercamiento hacia los sectores más humildes.

Sueldo fue un obispo cercano al pueblo, sin pelos en la lengua para denunciar las injusticias de su tiempo mientras era seguido – según se denunció – a través de escuchas y grabaciones. Se refirió al pueblo santiagueño en una ocasión y recomendó “no perder la dignidad por la obsecuencia y el servilismo frente al poder de todo tipo”.

En julio de este año, desde Catamarca – lugar de origen del Obispo – se tomó la decisión de otorgar una manta de Alpaca de color blanco al Papa Francisco en Paraguay, en memoria de Sueldo, recordando también una amistad en común entre ambos.

Antes de su muerte, en una de sus últimas declaraciones, Sueldo fundamentó su posición frente al gobierno de Carlos Juárez, dejando en claro sus principios irrenunciables. “Mi lucha contra este gobierno obedece a una reacción normal ante una realidad política, económica y social que castiga cada vez más a los pobres”. Hasta el día de la fecha, las cuestiones sobre su muerte siguen sin aclararse del todo y, a nivel provincial, su figura sigue sin ser destacada en la forma que merece por su lucha y dedicación hacia los sectores más humildes.