Hacia los 400 años de la UNC: aportes para una crítica del reformismo

Hacia los 400 años de la UNC: aportes para una crítica del reformismo

10 Octubre 2012

Por Gonzalo Pedano I Seguimos empeñados en la tarea de avanzar en la elaboración de una historia de la Universidad Nacional de Córdoba desde la óptica del Pensamiento Nacional y ese camino nos lleva a considerar el caso de un histórico dirigente del movimiento estudiantil. Abraham Kozak llegó a la  ciudad de Córdoba desde el Chaco, para estudiar Derecho en la Universidad y a lo largo de su trayectoria militante fue dos veces presidente de la Federación Universitaria de Córdoba (FUC), hasta 1966 cuando se graduó, militando históricamente en lo que se llamaba la Unión Reformista Universitaria (URU), vinculada al Partido Socialista. El 4 de diciembre de 1964 se dio comienzo a un ciclo de conferencias organizado por la FUC sobre el tema: Universidad y País. El primer orador invitado fue, nada más y nada menos, que John William Cooke. Con palabras de bienvenida, el entonces presidente de la FUC sostuvo: “El movimiento estudiantil, y en este sentido no hay excepciones, tiene una deuda para con la clase trabajadora argentina. Los estudiantes (y destaco que, si bien pertenecemos a otra generación, bajo el rótulo genérico de ‘estudiantes’ debemos hacernos cargo de todo nuestro pasado) hemos estado en los últimos cincuenta años casi completamente divorciados del sentimiento popular y de las luchas populares. La historia política argentina lo demuestra. Cuando debimos estar junto al pueblo, lo enfrentamos; fuimos instrumento de la oligarquía, del imperialismo, de la burguesía nacional. Los años 30, 45, 55 ponen de manifiesto como el movimiento estudiantil fue de error en error. […] Comprendemos que la clase revolucionaria, la que va a dar una respuesta eficaz al proceso de liberación nacional, es la clase trabajadora: nosotros los estudiantes queremos unir a ella nuestra lucha. En el país ya no caben indefiniciones; hay que tomar posición de uno u otro bando. Como parte de esta tarea, de esta lucha, consideramos necesario traer a la tribuna de la FUC voces que dejen a un lado el puro formalismo, la pura demagogia, y digan las cosas como son”.1]

Crespo y Alsogaray sostienen una afirmación que nos parece importante matizar o, al menos, discutir: “El kozakismo significó la ruptura con la tradición ‘gorila’, antiperonista del movimiento estudiantil cordobés, que posibilitó nuevas miradas respecto del fenómeno peronista, una apreciación positiva del mismo y el inicio de las relaciones más fluidas con las direcciones sindicales”.2]  El kozakismo no fue la reconciliación apacible de la élite universitaria con el pueblo que le pagaba sus estudios. Fue, más precisamente, una excepción que se permitió el reformismo liberal en la historia de la Universidad Nacional de Córdoba, aleccionado por las palizas y persecuciones sistemáticas sufridas por el movimiento estudiantil argentino fundamentalmente a partir de la dictadura de Onganía en 1966.

Muy a pesar de estas excepciones valiosas, entendemos que permanece aún hoy en nuestra Casa de “Altos” Estudios una fuerte tradición antiperonista que se respira en sus claustros y bibliotecas, docentes y organizaciones. La pertenencia partidaria radical del recientemente electo presidente de la Federación Universitaria Argentina (FUA), de origen cordobés, muestran como determinado sector del movimiento estudiantil argentino, sigue dando la espalda a los procesos populares en curso. Por cierto, la proclamación de su candidatura a Presidente del mencionado organismo se hizo en la propia Casa Radical de la ciudad de Córdoba.3] ¿Acaso no genera esto las condiciones para que vuelvan a ser, como otras veces en la historia argentina, fuerza de choque de los sectores concentrados? En verdad, los nuevos reformistas, con viejas ideas, no parecen retomar el legado crítico de Kozak y el peronismo universitario para ellos es sinónimo de intromisión del Estado en materias que deben ser sólo de los “universitarios” y su famosa “autonomía”.

La “pequeña historia” del reformismo liberal

Como sostuvo Rodolfo Kusch en su análisis sobre el “hedor” de la América profunda: “La pequeña historia es la de la élite, que supone estar moviendo a la masa de la gran historia”.4] Sucede, sin embargo, todo lo contrario. Es esa gran masa de la historia la que vuelve una y otra vez con sus aluviones zoológicos, muy a pesar de esa élite que empieza a sentirse “amenazada” cuando ya no puede controlar la correntada. Esa gran masa de la historia retornó con el peronismo y tuvo una notoria influencia en la Universidad y, más general aún, en la cultura nacional. Los reclamos estudiantiles explicitados en los Congreso de la FUA de los años ’59 y ’61 que hacían hincapié en una crítica al “limitacionismo”, al “cientificismo” y planteaban la necesidad de una Universidad al servicio del pueblo –y que serán temas centrales en la agenda de debates hasta entrados los ’70-, no pueden ser comprendidos sin tener presente la política universitaria del peronismo y los procesos que de la misma se derivan para el movimiento estudiantil en particular. Sin embargo, como señala Ceballos: “El período que arranca en 1955 estuvo signado en la universidad por un proceso de contenido revanchista y antiperonista. El movimiento estudiantil no pudo separar su lucha específica del proceso que se dio hasta 1955 en el país. Si bien este trabajo no abarca la época peronista, debe recordarse que el movimiento estudiantil en su conjunto, con la FUA a la cabeza, luchó contra el gobierno de esa época, particularmente a partir del año 1953”.5]

Sumado a ello, el caso de Córdoba tuvo históricamente sus particularidades distintivas. Según Ceballos: “Los estudiantes reformistas combatieron al gobierno peronista convirtiéndose, entre 1954 y 1955, en fuerza de agitación de los partidos políticos opositores. Los estudiantes católicos, impulsados por la Iglesia con enorme predicamento en Córdoba, fueron avanzada de oposición golpista”.6] El movimiento estudiantil reformista hace referencia a todas aquellas agrupaciones que, desde diferentes vertientes ideológicas, reconocen en la Reforma Universitaria de 1918 una plataforma común de lucha del movimiento estudiantil. A partir de 1955 se empiezan a desarrollar dentro del movimiento estudiantil reformista dos grandes tendencias que irán profundizando sus diferencias a medida que transcurran los años. Cuando se realice el IV Congreso de la FUA en 1959, en Córdoba, la correlación de fuerzas en el seno del movimiento reformista comienza a ser favorable a las tendencias opuestas a los sectores radicales y liberales que tradicionalmente habían dirigido la Federación. Esta fracción del movimiento estudiantil reformista ratificará su lugar en la conducción de la FUA en el V Congreso, realizado en 1961, en La Plata. Es a partir de este proceso que se hace comprensible la aparición de un Kozak y su “revisionismo histórico” con respecto al papel cumplido por los estudiantes.

A diferencia de este proceso antes mencionado, en la actualidad la FUA y también la FUC, vuelven a estar hegemonizadas por los sectores que expresan el reformismo liberal más clásico. En efecto, para el caso de la Federación Universitaria de Córdoba, el proceso eleccionario realizado en septiembre del 2012, tuvo como resultado la victoria electoral de la agrupación Franja Morada. Comprender este presente a la luz de su historización desde la óptica particular del Pensamiento Nacional, es no tanto la tarea de un libresco especialista preocupado por las interminables diferencias de las miles de agrupaciones estudiantiles, sino antes bien una tarea política central para evitar que el movimiento estudiantil argentino vuelva a dar la espalda a los procesos populares que se desarrollan en el país, o peor aún, vuelva a ser la avanzada juvenil de los intereses antinacionales.

El autor es miembro Centro de Estudios Hernández Arregui (CEHA)

1] Cooke, J.W.; El Retorno de Perón, Granica Editor, 1971, Bs. As., pág. 34.

2] Crespo H. y Alsogaray D.: “Los estudiantes en el mayo cordobés”, Revista Estudios, N° 4, Diciembre de 1994, Centro de Estudios Avanzados de la UNC, pág. 86.

3] La Voz del Interior; Polémica en la FUA por impulso del oficialismo a una nueva central estudiantil -

4] Kusch, R.; América profunda, Ed. Biblos, Bs. As., 1999, pág. 120.

5] CEBALLOS, C. (1985); Los estudiantes universitarios y la política (1955 – 1970), Centro Editor de América Latina, Buenos Aires, pág.15. Carlos Ceballos, el autor de la obra, fue Secretario General del Centro de Ingeniería de Córdoba, Presidente de la FUA de 1961 a 1963, delegado en los Congresos Internacionales de Estudiantes y finalmente Presidente de la Comisión de FUA que organizó y dirigió el X Congreso de la Federación en 1970.

6] Ibíd.