Furia en París por la deportación de estudiantes extranjeros

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Furia en París por la deportación de estudiantes extranjeros

18 Octubre 2013

El caso con más repercusión fue el de Leonarda Dibrani, de 15 años, quien fue detenida en medio de una excursión escolar. Según las primeras versiones, el Alcalde de Leviar, la ciudad donde vivía la niña de etnia gitana romaní, la llamó a su teléfono móvil y le pidió hablar con la maestra.  Un policía de frontera obligó a la docente por teléfono, a parar el micro escolar. Llegaron dos policías y detuvieron a Leonarda.

Una horas más tarde la niña fue deportada junto a su familia a su país de origen, Kosovo. La familia estaba en situación irregular pero la niña llevaba tres años en la escuela pública francesa y habla perfectamente el francés.  Actualmente, según el testimonio de la familia, los niños en Kosovo no pueden ir al colegio por ser romaníes. Leonarda dio una entrevista para el medio France Inter diciendo que su casa es Francia porque en Kosovo no conoce a nadie ni tampoco habla el idioma y quiere volver para poder estudiar.

Lo cierto es que la familia había agotado todos los recursos legales para pedir asilo en el país galo. Esos trámites le permitieron quedarse 4 años y 10 meses en territorio francés. Sólo les faltaban dos meses para cumplir los cinco años de estadía, uno de los requisitos para obtener el permiso de residencia. Los niños pasaron gran parte de su infancia en Leviar y recibieron educación pública francesa. Por eso parece contradictorio que al final la Oficina de Inmigración no les dé permiso para quedarse.

La expulsión de Leonarda, en verdad, fue la gota que rebalsó el vaso. Ya el 23 de septiembre pasado, el Ministro del Interior Manuel Valls, había dicho que los campamentos gitanos rumanos y búlgaros que han proliferado en toda Francia “deben ser desmantelados” y sus ocupantes “expulsados” a sus países de origen. Aseguró que los gitanos, entre 5.000 y 20.000 en el territorio francés,  "tienen modos de vida que son extremadamente diferentes de los nuestros (los franceses)" y los asoció con “la mendicidad y la delincuencia”. Estos dichos generaron una crisis dentro del partido socialista gobernante. La última expulsión, les recordó a los franceses los tiempos de Sarkozy y su política inmigratoria restrictiva. En esos años, los socialistas se indignaban con estos procedimientos, pero ahora parecen ir por el mismo camino.

A seis meses de las campañas electorales municipal y europea de la primavera de 2014, estas expulsiones no se pueden comprender cabalmente sino se ponen en el contexto de la reciente victoria del partido ultra conservador Frente Nacional en Brignoles, una comuna del sureste francés. El partido de la líder Marie Le Pen recurrió, como lo hace históricamente, al rechazo a la inmigración como argumento principal de su campaña. Ganó con una victoria aplastante al partido apoyado por el oficialismo. La comuna de Brignoles ha sido golpeada por una crisis económica debido al cierre de una industria y tiene una fuerte presencia de inmigrantes en su población.

El Primer Ministro, Jean-Marc Ayrault, encargó el 17 de octubre una investigación a la Inspección General de la Administración para indagar quién dio la orden de intervenir de esa manera en la detención de Leonarda. Los resultados se conocerán este viernes 18 a la noche y el gobierno adelantó que se pronunciará sobre el asunto durante el fin de semana.