Jeremy Corbyn y el futuro del Partido Laborista británico

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Jeremy Corbyn y el futuro del Partido Laborista británico

18 Agosto 2015

Por Maximiliano Van Hauvart desde Mar del Plata

El 14 de mayo, en una nota para Agencia Paco Urondo, analizamos el desarrollo de las elecciones a Primer Ministro del Reino Unido que dejaron como ganador al Partido Conservador, obteniendo la mayoría automática en el histórico recinto de Westminster. La sorpresa electoral del Partido Nacional Escoses y la dura derrota del Partido Laborista fueron las claves para la situación actual. Esta súbita derrota electoral se traduce, mayoritariamente, en el posicionamiento anti-independencia de Escocia fragmentando el voto del electorado y sembrando un escenario caótico en caso de haberse concretado la independencia y separación del Reino Unido por parte del laborismo.

Este último espacio político, fundado el 27 de febrero de 1900, se debió plantear en el seno de los activistas, militantes, sindicalistas y simpatizantes qué camino debe tomar hoy dicho espacio: girar a la izquierda o plantarse en el centro.

La dimisión de Ed Miliband al día siguiente de la derrota electoral dejó el terreno preparado para que Jeremy Corbyn y tres correligionarios del mismo espacio se midan electoralmente para ver quién conducirá al partido político que llevó a Tony Blair a gobernar el Reino Unido durante dos mandatos consecutivos.
La respuesta sobre qué camino se debe tomar yace en la historia y trayectoria política de Jeremy Corbyn.

Vida y militancia de Corbyn

Jeremy Corbyn nació el 26 de mayo de 1949 en la localidad de Chippenham (Inglaterra). Hermano menor de Piers Corbyn. Hijo de Naomi, profesora de matemáticas, y su padre David, ingeniero eléctrico. Inició su educación en el Adam´s Grammar School de Shropshire donde terminó sus estudios secundarios. Más tarde, a la temprana edad de 20 años donde comenzó su participación política en manifestaciones en contra de la Guerra de Vietnam durante la década de los 60, abandonó a causa de sus diferencias con el plan de estudios dictado en el North London Polytechnic.

En 1974 fue electo concejal por el distrito londinense de Haringey. Nueve años después de su primer cargo público fue electo miembro de la Cámara de los Comunes por el distrito de North Islington, del cual hoy sigue de manera ininterrumpida a sus 66 años de edad. En el año 2015 fue electo, nuevamente, por el 60,2% (29.659) de los votos.

La trayectoria política de Corbyn puede esbozarse de la siguiente manera: en 1984 apoyó las manifestaciones en la Embajada de Sudáfrica contra el Apartheid donde fue arrestado y encarcelado por la policía londinense. Invitó al líder del Sinn Fein, brazo político del Ejército Revolucionario de Irlanda, a la Cámara de los Comunes. En 1987 pidió una moción de silencio por los siete miembros del ERI asesinados por las fuerzas especiales SAS que generó repercusiones en diferentes ámbitos de la política nacional e internacional. Es un fiel promotor de la independencia y unificación de Irlanda sobre el Reino Unido. Se sumó al pedido de extradición del dictador chileno Augusto Pinochet en 1999.  Denunció públicamente en su momento al Primer Ministro, Tony Blair (líder del Partido Laborista) por violación de los derechos humanos sobre los extranjeros en Reino Unido.

Hoy en día es miembro de la coalición Stop War in Irak, la Campaña de Solidaridad por Palestina y de Amnistía Internacional. Es vicepresidente de la Campaña a favor del Desarme Nuclear y ha tenido innumerables discursos y manifestaciones en contra del uso de armas nucleares en el mundo. En su labor parlamentaria se encuentra dentro de las comisiones de Justicia y Seguridad Social. Ha rechazado unas 500 directrices de la conducción de su partido desde el año 1997. Se lo considera uno de los diputados más rebeldes del recinto de Westminster.

#JezWeCan, el candidato de la izquierda dura

Nadie hubiera apostado por este hombre que mantuvo siempre un discurso marxista en varias ocasiones mientras que Tony Blair buscaba conformar el Nuevo Laborismo llevando a dicho partido político a un posicionamiento más progresista y democrático para así captar la atención de un electorado de clase media. Su éxito electoral radica en la firmeza de su discurso y en convencimiento de que el camino que él ofrece al laborismo es la verdadera forma de volver al escenario político y ser el centro de los debates más importantes en cuestión de justicia, reforma del sistema de seguridad social, los cambios en las políticas de medioambiente, la nacionalización y refundación del sistema de transporte, la desmovilización de las tropas del Reino Unido en Medio Oriente o la gran campaña contra las políticas de austeridad que fueron acompañadas por una minoría del Partido Laborista en complicidad con el Partido Conservador de James Cameron.

En la nota "Why all the Labour leadership candidates have failed to deal with Jeremy Corbyn", Isabel Hardman analiza el fracaso de Liz Kendall, Andy Burnham e Yvette Cooper contra Corbyn, el veterano de izquierda que trepó en las encuestas y en la imagen positiva generada por los simpatizantes laboristas. Hardman explica que la ciudadanía entiende a los diputados actuales como aburridos y poco innovadores en materia de políticas y plataformas electorales. Corbyn, por el contrario, lleva al debate temas de actualidad impartiendo su visión más revolucionaria. El electorado juvenil del partido ha depositado mayoritariamente su apoyo a este hombre de 66 años que busca volver a las viejas raíces socialistas que vieron crecer al Partido Laborista.

Jeremy Corbyn, ¿el nuevo Tsipras e Iglesias de la política británica?

Los partidos anti-austeridad son la revelación europea de los últimos 5 años. Muchos de esos partidos nacieron de las crisis económicas y políticas como el caso de Podemos en España o de Syriza en Grecia. Ambos partidos suponen la revalorización del rol del Estado sobre la economía, la nacionalización de los sistemas de previsión social y de transporte, la activa participación de los sectores juveniles y la búsqueda para reformar la democracia y sus instituciones tan golpeadas en el tiempo.

Esteban Hernández, corresponsal de El Confidencial en su artículo "Primero Tsipras, luego Iglesias y ahora esto: los políticos que vienen", busca encontrar los comunes denominadores entre la irrupción de las nuevas formaciones políticas del siglo XXI en Europa. El Reino Unido de Gran Bretaña no enfrenta la aparición nuevos partidos políticos que se encuentran al margen de la famosa alternancia política entre dos partidos tradicionales como sucedió en España, Grecia o Italia. Esteban entiende el argumento del ala más izquierdista del Partido Laborista: las sucesivas derrotas y la falta de apoyo social son muestras del alejamiento de la identidad del Viejo Laborismo y las similitudes con el Partido Conservador en materia económica, como mencionamos anteriormente. El autor de la nota sostiene: “Los partidos de centro izquierda a no movilizan a la gente, no generan ilusión y cada vez tienen menos votos. No son una opción ganadora”. Por último autor entiende que hombres como Jeremy Corbyn no son garantía alguna para ocupar el cargo de Primer Ministro.

Aparato partidario en contra

Corbyn enfrenta a toda la maquinaria de establishment laborista. Patricia Tubella, periodista de El País, explica el efecto que ha generado el aumento en la popularidad de Corbyn llegando a movilizar a todos sus adversarios en la contienda que tendrá lugar a mediados de septiembre. Opositores al viejo militante de 66 años sostienen la infiltración de individuos y grupos radicales de izquierda que buscan “cooptar” la estructura partidaria del laborismo que lleva más de 115 años en la vida política británica. Tubella informa que 610.000 afiliados participarán de la elección del nuevo presidente del Partido Laborista. Solo el año pasado habían registrados 200.000 miembros pero en solo 24 horas unas 164.000 personas se han registrado en la página electoral del partido para participar en los comicios.

Críticas de Tony Blair

El ex Primer Ministro Tony Blair, quien se enfrentó constantemente con Jeremy Corbyn durante sus diez años de mandato, sostiene que “el partido afronta la aniquilación” en caso de que Corbyn se ungido como máxima autoridad del Partido Laborista.

En una carta publicada por el diario The Guardian desprestigia en cada una de sus líneas un futuro apocalíptico y desmedido para el Nuevo Laborismo que enfrenta una posible extinción de la mano del Viejo Laborismo que supo en algún momento estar de la mano de los trabajadores, los inmigrantes, los campesinos y los desocupados. Blair sostiene: “Jeremy Corbyn no ofrece nada nuevo. Esto es, literalmente, la más ridícula de todas las proposiciones presentadas por su grupo. Aquellos de nosotros que vivieron la crisis de los años 80 saben todas las líneas de este discurso. Estas son las condiciones del pasado que fueron rechazadas, no porque eran demasiado de idealistas, sino porque la mayoría de los británicos cree que no funcionaron”.

A todo o nada

El viejo progresismo disfrazado de “Nuevo Laborismo” como dijo alguna vez Tony Blair se encuentra en uno de los mayores dilemas desde su creación hace casi dos décadas atrás. Jeremy Corbyn expresa la vieja tradición combativa de la izquierda de la década de los ochenta. ¿Será suficiente la experiencia y la formación de Jeremy Corbyn, el hombre rebelde del Partido Laborista, para llevar a su espacio político el 10 de Downing Street en el año 2020?¿Puede la vieja izquierda combativa obtener el apoyo generacional de los jóvenes?¿Acaso somos testigos de un cambio rotundo en el sistema político británico que llevará al Reino Unido a ser un Estado de bienestar social o solo a un sueño idealizado de viejas épocas que demostraron vencer las políticas de una izquierda hoy tan ausente en la vida política? Dentro de un mes sabremos el resultado de la interna laborista pero el resultado de un verdadero cambio nos aguarda en 2020 o, porque no, antes.