Mujeres, anticoncepción y aborto: por el derecho a decidir

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Mujeres, anticoncepción y aborto: por el derecho a decidir

12 Octubre 2016

Por Julia Pascolini

El taller de Mujeres, Anticoncepción y Aborto en el marco del XXI Encuentro Nacional de Mujeres, tuvo como objetivo despertar debates, dudas, incógnitas válidas a veces aclaradas y otras no tanto. Cada uno de los temas llevados forman parte de una problemática que acarrea cientos de vidas por año: el aborto clandestino practicado por aproximadamente 500.000 mujeres (contra 700.000 nacidxs), de las cuales 300 pierden la vida.

Las opiniones y argumentos acerca de la problemática del aborto son muchas y pese al deseo rotundo de reflejar todas, siempre será un abordaje limitado con respecto a las distintas perspectivas. Una activista feminista de La Revuelta, Neuquén y militante de Socorristas en Red nacional, contó a la Agencia Paco Urondo que quienes conforman el espacio participan del Encuentro Nacional cada año y tienen como objetivo que más mujeres sepan cuáles son las posibilidades de practicarse un aborto seguro con pastillas de misoprostol y mifepristona, a las que consideran medicaciones revolucionarias “porque mientras el Estado abandona a las mujeres que abortan, nosotras no lo hacemos”.

Leyes y políticas públicas

El debate acerca del protocolo de Intervención Legal del Embarazo (ILE-Protocolo para la atención integral de las personas con derecho a la interrupción legal del embarazo) dio lugar a merecidas discusiones. El mismo devino del fallo F.A.L de la Corte Suprema en el año 2012 y restablece la modalidad del aborto no punible a la vez que especifica los casos que contempla, metodología de la intervención, la judicialización del juicio moral por parte de quienes son funcionarixs de la salud, el respeto a la identidad y privacidad de la paciente entre otros puntos. Esto se desarrolla en concordancia con la Ley 26.485 de protección integral para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres promulgada en 2009.

Sin embargo, en la realidad concreta el fallo y el protocolo ILE muchas veces parecieran ser irrelevantes. El caso de una niña Wichí, víctima de violación y maltratada por lxs agentes de salud y judiciales, el de Carla, en Pilar y Belén en Tucumán que, aunque fue liberada la absolución todavía no llega, son ejemplos claros de vulneración de derechos.

Los tres hechos denotan la misoginia con que es ejercido el poder judicial, de salud y policial. La criminalización del aborto es bandera dentro de los tres poderes. La existencia de reglamentaciones que protejan la identidad de las mujeres en situación de embarazo no deseado o peligroso para la propia salud significó un avance en materia de derechos humanos. Pero esto no debe quedar en un simple amparo judicial paliativo, sino que al contrario debe garantizar medidas efectivas que transformen el accionar del sistema en su totalidad al momento de abordar los casos, así como también evitar el accionar irresponsable de lxs agentes de la salud estatal, la institución policial, hospitalaria, entre otras. Las acciones paliativas para las víctimas no son suficientes, por lo que los cambios deben ser radicales.

En las temáticas del taller Mujeres, Anticoncepción y aborto, también estuvieron contemplados el Programa Nacional de Salud Sexual y Procreación Responsable y la Ley de Educación Sexual Integral (ESI) 26.150 sancionada en 2006. Ambos programas tienen como objetivos principales la educación sexual para la prevención de embarazos no deseados, la distribución de métodos anticonceptivos y el respectivo modo de uso, así como también la garantización de cobertura por parte de las obras sociales de muchos de los medicamentos y métodos anticonceptivos que incluye el primer programa y la distribución gratuita en todos los centros de salud del país de los insumos necesarios (anticonceptivos, hormonales, dispositivos intrauterinos y otros).

Una de las falencias del ESI expuestas en el taller supera el compromiso político o judicial para con la implementación de la ley. La resistencia a debatir y cuestionar las normativas sociales vigentes, especialmente tratándose de un público joven, obstaculizó la correcta puesta en práctica del programa. Más allá de esto el número de docentes capacitados en materia de educación sexual y género en el país supera lxs 90.000, según fuentes del propio Ministerio de Educación del anterior gobierno. El Gobierno Nacional dejó ver claramente su postura sobre el aborto cuando Mauricio Macri, a partir del decreto 114/2016 que dispuso la reestructuración del Ministerio de Salud de la Nación, implicó el desmantelamiento del Programa de Salud Sexual y Procreación Responsable.

Respuestas ante la urgencia

Como consecuencia de las prácticas clandestinas en condiciones inhumanas, en 2007 nacen las Consejerías pre y post aborto con el objetivo de dar respuesta a los vacíos y falencias institucionales que, pese a los avances en términos legales contemplados en los últimos años, continúan representando un riesgo para la salud mental y física de las mujeres que recurren a la intervención del embarazo. Las Consejerías están compuestas por profesionales de la salud de los sectores de obstetricia, psicología, trabajo social y medicina general; no cumplen con el rol de promoción del aborto sino de acompañamiento para las pacientes.

También participaron del debate los diferentes grupos de socorristas a nivel nacional que tiene como finalidad el acompañamiento de las mujeres que buscan la interrupción del embarazo pero que no están contempladas en el fallo F.A.L por lo que se trata de una situación, aunque no penalizada, no legal. El método más utilizado por estos grupos es el de pastillas Misoprostol y fue denunciada la falta de la misma en el mercado al igual que la complicidad farmacéutica junto con las instituciones de salud para con un negocio que es rentable en tanto continúe en la clandestinidad. Porque conseguir el medicamento mencionado tiene un costo que supera los 2000 pesos argentinos, mientras que la intervención del embarazo en institutos u hospitales privados puede superar los 20.000.

Una discusión con impedimentos sociales

El taller contó con perspectivas contrapuestas. Existen quienes hacen una crítica dura del rol de las socorristas que, si bien reconocen su compromiso para con las mujeres que deciden acceder a la interrupción del embarazo, insisten acerca de la insuficiencia del espacio y exigen un plan de lucha que permita la legalización y despenalización urgente del aborto seguro y gratuito.

El pedido de un plan de lucha no cesó. Algunas de las participantes, militantes en su mayoría, se posicionaron a favor de la legalización/despenalización del aborto y refirieron a los obstáculos que presenta un sistema capitalista predominado por poderes económicos, judiciales, farmacéuticos y mediáticos entendiendo que, aunque la interrupción legal del embarazo es una exigencia legítima, en ocasiones sobrepasa la voluntad de funcionarixs del gobierno e inclusive a las propias bases populares y de militancia que apoyan mayoritariamente, si no completamente, su legalización y despenalización. Razón por la cual los debates y procesos pueden tornarse arduos y lentos, tal como se presentó en los últimos 10 años.

Otra de las trabas coyunturales de esta lucha, consensuada por la mayoría presente en el taller es la aparición de Bergoglio en el panorama internacional, lo cual ralentizó aún más la posible legalización de la práctica. La separación de la institución de la Iglesia católica del Estado resultó ser un punto común entre la mayoría de las compañeras (aquellas que acusan al kirchnerismo de no haber puesto energías suficientes en pos de la legalización y las que conforman o apoyan las políticas públicas de dicho gobierno).

En tanto que quienes no apoyaron la moción fueron las católicas más conservadoras, siempre una minoría estrepitosa, presentes en el Encuentro. El argumento sostenido por las últimas tiene sus bases en que la intervención del embarazo es una forma de asesinato si se interpreta a la vida desde el momento de la concepción (fecundación del óvulo por el espermatozoide), reclamo fundado en una lógica espiritual y religiosa. Mientras que refieren al embrión o feto como bebé, desde la ciencia, las profesionales de salud a favor del aborto justificaron que no es sino hasta los tres meses de embarazo aproximadamente que hace aparición el sistema nervioso que sí daría vida al cuerpo.