El escándalo Pegasus alcanza dimensiones incalculables: 50 mil teléfonos pinchados. 600 pertenecen a personalidades políticas, 85 a activistas por los derechos humanos y 180 a periodistas. Principal responsable: la firma israelí NSO Group.
La trigésimo quinta edición del FIFF marca el reencuentro presencial tras la virtualidad que impuso el COVID-19. Las pantallas europeas se iluminan de nuevo con cine del Sur.
Los gigantes tecnológicos de la comunicación se abalanzan sobre la agricultura y la alimentación. Su objetivo principal no es ofrecer asistencia a los millones de campesionos, sino integrarlos en una red numérica global controlada de forma centralizada. Para promover, cuando no obligar, la compra exclusiva de sus insumos, máquinas o servicios financieros.
Las medidas de protección ante la pandemia no deben conducir a la impunidad de criminales de lesa humanidad. Lo remarcó Fabián Salvioli, Relator Especial de la ONU sobre la promoción de verdad, la justicia, la reparación y las garantías de no repetición.