"Mucha gente me considera un autor maldito"

APU (Por Enrique De La Calle): Se acaba de reeditar Las tumbas. ¿Qué significa esa reedición para vos? ¿Cómo se llegó a esa decisión?

Enrique Medina: En la editorial, al hacer una nueva edición, vieron que ya estábamos en los 40 años. Entonces, Alejandra Tenaglia, que es la persona que se encarga de la reedición de mis libros, me recordó que yo tenía ganas de hacer ciertos arreglos, y me dijo que era la oportunidad de hacer una edición especial. Hice lo que quería hacer desde hace años, ilustrarla. Es decir complementar el texto con un agregado de fotos de ese tiempo que obrarían como decorado, como fresco de una época. Entonces hay afiches de la época, publicidades, notas curiosas, ilustraciones de personajes y revistas que se mencionan y fotos casi inéditas de Perón haciendo deportes, boxeando, esquiando, haciendo equitación. Y también hay fotos de Evita en imágenes casi desconocidas. Estas fotos me las regaló Don Américo Barrios, ese gran periodista que dirigió Crónica, y con quien tuve una gran amistad cuando yo trabajaba en Canal 11, donde él hacía sus micros. Creo que la edición salió muy linda. Y me siento muy bien por el logro.

APU: ¿Cómo creés que es recibida por las nuevas generaciones? Pienso por un lado que las nuevas generaciones (de clase media) pos-dictadura tal vez lo puedan leer de un modo diferente de cómo se leyó Las Tumbas en el marco de una dictadura, poco tiempo antes de otra feroz. Y pienso también que esas realidades que describís, hoy seguramente son más violentas para los pibes que pasan por los institutos de menores.

EM: Espero que la lean como ficción. Que es el formato que yo intenté. Que el libro en su primera aparición haya sido entendido como testimonio, protesta o crítica social, es cosa del que lo lee con esa premisa. Yo soy, básicamente, novelista. Y ese es el resultado: una novela. Pero veo que la reciben muy bien, porque cuando veo los comentarios que hacen me sorprendo por el valor que le dan al libro.

APU: Te considerás un autor maldito? Pienso en las temáticas de tus libros pero también en una trayectoria personal: Las tumbas fue prohibido, tus libros (excepto algunas reediciones) circulan en circuitos no tradicionales. ¿Cómo mirás tu obra con el paso del tiempo?

EM: Mucha gente me considera un autor maldito, lo ha dicho un sector de la crítica y parte del público. Supongo que se debe al ninguneo que los grandes medios, y la crítica oficial y los academicistas, han hecho con mi obra. Hay en internet grandes portales literarios con índices alfabéticos de los autores argentinos y figuran muchísimos que no tengo la suerte de conocer, pero en la “M” mi apellido no figura. Los “dueños” del canon literario argentino se guían por trenzas, amistades personales y gustos, tendencias, inclinaciones diría, particulares; en las que yo no cuadro. Pero no me quejo, elegí mi vida. No me gustan los retornos, ni las fachadas de papel mashé.

APU: En tu obra tiene un lugar destacado lo popular, la marginalidad social, "el otro" excluido, expulsado, reprimido. ¿Cómo pensás tu literatura? ¿Ves en ella alguna postura política?

EM: Todo es político. Tener un punto de vista particular sobre la vida y las cosas de la vida, es tener una posición política. Como artista esa posición está internalizada y no es necesario volcarla ex profeso, aunque en mi caso hay veces que piso el palito muy ingenuamente. Esas caídas puede que hayan perjudicado algunas páginas de mis novelas de autor. Creo que el escritor, el artista en general debe ser independiente y no vincularse de manera parcial, porque ello le coarta la libertad de expresión, y por consiguiente, es su obra la que se resiente..

APU: Hoy está muy presente el debate sobre los vínculos entre arte y militancia, sobre todo a partir de cómo se han posicionado muchos artistas en relación al Gobierno kirchnerista. ¿Cómo ves esa discusión?

EM: En general, al margen de que a algunos les vaya bien y no a otros, creo que cuando más apartado el artista está de conchabos políticos, mejor. Porque, sin lazos que lo obliguen a respetar una línea y no tocar determinados temas, él trabajará mejor, producirá mejor, y aportará una obra original con puntos de vista novedosos, y nada convencionales. Caso contrario, se convierte sólo en un portavoz de una ideología que lo ahoga.

APU: Por último, ¿de qué va a tratar la novela en la que estás trabajando?

EM: Mi próxima novela se llama La Yegua, y es muy diferente a la última publicada el año pasado: El Jardín de Anías, que es una novela negra, un policial sucio si se quiere y en la que yo creo tener buenos logros literarios. Con los años uno sabe cuando una página está lograda, y cuando otra página tiene debilidades. En el Jardín de Anías creo que logré lo que tenía pensado al empezar a escribirla. “La Yegua”, es una búsqueda de vida en un mundo plagado, enchastrado, de avance tecnológico con miras de abuso y explotación despiadados. Una pareja se contacta por medio del sistema de videollamadas. El intercambio de textos es el pretexto que tienen para sobrevivir como personas. O al menos es eso lo que ellos creen.