“Elisa, la rosa inesperada”, de Liliana Bodoc

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“Elisa, la rosa inesperada”, de Liliana Bodoc

24 Febrero 2018

Por Analía Ávila

Mirar al otro lado del que todos señalan

Que es allí donde crece la rosa inesperada

(“Canción de guía”, Conrado Nalé Roxlo)

Elisa, la rosa inesperada empieza con música, con un epígrafe con sabor a cumbia santafecina. “Cisne cuello negro, cisne cuello blanco, que se van hiriendo, que se van besando”, tema popularizado por el grupo Los del Bohío. Cumbia romántica que bailaban Irene y Chejuán, los padres de Elisa, la adolescente que protagoniza la novela. Ritmo que recuerda su infancia en una villa de Santa Fe, cuna de la que Elisa reniega, por eso emprende un viaje al norte con la esperanza de cambiar de paisaje y transformarse, pero termina construyéndose desde su propia identidad: “Decidida a hacerse ver, Elisa Viltes no tuvo más opción que apelar a su origen; a la teta villera que había mamado”.

Con esta novela Liliana Bodoc se animó por primera vez a lo autobiográfico, con recuerdos de su propia infancia en Villa del Parque, una villa de emergencia de Santa Fe. Para encontrarse con la escritura, la autora emprendió un viaje a Tilcara, quería contar un viaje iniciático típico de la adolescencia, pero la fuerza y la compleja realidad del norte la impactó tanto que se enfermó y tuvo que regresar de urgencia. Cuando retomó la escritura su poética ya fue otra. “Finalmente comprendí que esta novela sólo podría ser la versión escrita de un camino impensado, de un plan fallido”, confesó Bodoc en el prólogo del libro.

También por primera vez la autora reveló algo de la cocina de su escritura. Como una lectura paralela a la novela, Bodoc publicó la bitácora del viaje en un blog. Allí están también sus reflexiones sobre el acto de escribir y unos textos que envió la fundación María de los Ángeles sobre la prevención de la trata de personas.

En la presentación de Elisa, la rosa inesperada en el Auditorio del Centro Cultural Córdoba, el gesto de la escritora fue invitar a Micaela, hija de Marita Verón, y a su mamá, Susana Trimarco.  Marita, víctima de la trata, desapareció en Tucumán en abril de 2002. Publicada por Editorial Norma, la novela integra la colección “Zona libre” de literatura juvenil, valioso aporte para visibilizar el tema. Elisa sufre una situación angustiante y violenta con una red de trata, Bodoc lo narra sin golpes bajos y con una mirada piadosa. La adolescente también padece la soledad, siente la amenaza en el cuerpo y su salvación estará en sus orígenes, en la música y en el encuentro con su voz, con sus palabras.

Elisa es una novela donde las protagonistas son las mujeres. En Los días del venado, novela de Bodoc que inició la trilogía La saga de los Confines, las mujeres esperaban a los guerreros. Después, en sus libros sucesivos, los personajes femeninos se fueron empoderando y encontraron su lugar.

Abel Moreno, un tilcareño sentado en su silla de paja, es el observador que encarna lo ancestral. Con el discurso directo, es una voz que corta el relato, narra e interviene con anticipaciones que aportan misterio. Al final de la novela surge la propia voz de Elisa con la transcripción de textos de sus cuadernos como “Mamá cumbia”:

Cumbia, sacame de acá,

llevame lejos

que está el diablo ofreciendo caramelos.

 

Dejá que llore la cumbia,

toda su pena.

Que se saque los tacos. Dejá que llore.

Que tome llanto a pico toda la noche.

 

Y después de llorar,

cuando no tenga lágrimas,

va a nacer otra vez

la cumbia inesperada.