Rosario: procesan a 30 agentes policiales por la "desaparición forzada" de Franco Casco

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Rosario: procesan a 30 agentes policiales por la "desaparición forzada" de Franco Casco

03 Octubre 2017

Por Santiago Asorey

El Juzgado en lo Criminal y Correccional Federal N° 3, a cargo del juez Carlos Vera Barros, ordenó el procesamiento de 30 agentes de la fuerza de seguridad santafesina por la "desaparición forzada" de Franco Casco. El joven había sido encontrado sin vida en el rio Paraná tras ser torturado y desaparecido por la Polícia de Santa Fe, en octubre del 2014. Su familia lo buscó durante 22 dias. 

En el contexto de la investigación judicial, el magistrado dictó para 15 de los uniformados acusados la prisión preventiva. Previamente, el fiscal interino Marcelo Degiovanni, a cargo de la Fiscalía Federal n°1 de Rosario, había advertido que “de estos veinticuatro testimonios de personas que estuvieron detenidas en la Comisaría 7ma., se concluye, como dato inocultable y concluyente, que el personal de esa dependencia realizaba –cotidianamente- sobre los jóvenes allí alojados tratos crueles, inhumanos y/o degradantes”.

De esta forma, el juez ordenó el procesamiento con prisión preventiva para tres de los agentes por el delito de “desaparición forzada de persona agravado por la muerte de la víctima e imposición a personas legítima o ilegítimamente privadas de su libertad de cualquier clase de tortura seguida de la muerte de la víctima”. Además, siete uniformados fueron procesados con prisión preventiva por desaparición forzada seguida de muerte y cinco con prisión preventiva por encubrimiento agravado. Mientras que los 15 integrantes de la fuerza de seguridades restantes fueron quedaron procesados sin previsión preventiva por desaparición forzada seguida de muerte.

El área de prensa de de Defensoría General de la Nación emitió un comunicado recordando los cronología de los hechos: “Franco Ezequiel Casco fue detenido en la vía pública de la ciudad de Rosario por personal de la Comisaría 7ma de esa ciudad el 6 de octubre de 2014, mientras se dirigía a la terminal de trenes Rosario Norte para retornar a su domicilio en Florencio Varela. En esa dependencia policial se lo alojó entre la tarde y noche de ese día y la madrugada del día siguiente. Allí, según consta en las pruebas presentadas oportunamente por la querella, lo sometieron a torturas, tratos crueles, inhumanos y degradantes. Como consecuencia de ello perdió la vida, sin que su familia ni la sociedad en su conjunto tuvieran durante un lapso de veinticuatro días conocimiento de su paradero, debido a maniobras de ocultamiento realizadas por los imputados del caso y por la reticencia y negativa a brindar información de todo el personal de la comisaría”.