La Pampa: “La designación de Tierno es uno de los mayores retrocesos sufridos en democracia”

Por Diego Kenis

Con la represión de la última semana en la zona limítrofe de Buenos Aires y La Pampa (ver nota aparte), la figura del flamante ministro de Seguridad pampeano Juan Carlos Tierno volvió a los primeros planos tras un largo periodo de ostracismo que comenzó en 2008, cuando fue las autoridades provinciales debieron intervenir el municipio de Santa Rosa que gobernó por 87 escandalosos días.

El golpeador, libro del periodista y habitual colaborador de AGENCIA PACO URONDO Juan Carlos Martínez, no registra sólo esa historia sino las precedentes, enfocando su exhaustiva investigación en el paso de Tierno por el directorio del Banco de La Pampa, las denuncias por violencia de género que tuvieron como víctimas ex parejas suyas y su concepto de mano dura durante su anterior paso por el Ministerio de Seguridad pampeano, también de la mano del nuevamente gobernador Carlos Verna (ver nota aparte).

AGENCIA PACO URONDO dialogó con Martínez para repasar los capítulos que relata su libro, publicado en 2013, y conocer el escenario que posibilitó el retorno de Tierno a la función pública y el panorama que con ello se abre.

APU: ¿Qué significa para La Pampa la designación de Tierno como ministro de Seguridad?

Juan Carlos Martínez: Significa uno de los mayores retrocesos sufridos por el sistema democrático y un signo claro del proceso de degradación política que vive esta provincia. Tierno fue despedido de esas mismas funciones durante la primera gestión de (Carlos) Verna como gobernador (2003/2007) por el notable incremento de apremios ilegales que aplicaba la Policía en las comisarías pampeanas. Además de las denuncias públicas formuladas por el periodismo y organismos de derechos humanos, el propio subsecretario del área de Derechos Humanos del gobierno de Verna denunció esos delitos con un relato escalofriante. “En las comisarías de La Pampa, a los presos los desnudan, los cuelgan y los golpean”, dijo Rubén Funes. Recién entonces Verna decidió desprenderse del ministro de la mano dura. 

APU: ¿Por qué un gobernador recién electo lleva a alguien como Tierno a su gabinete?

JCM: Deben haber primado varias razones, entre ellas la de sumar votos de los sectores partidarios de la mano dura. Además, compromisos políticos que no por inconfesables son desconocidos por la sociedad pampeana. En 1984, en el primer gobierno post dictadura, Verna era ministro de Obras Públicas del gabinete de Rubén Marín, y Tierno era asesor letrado. En noviembre de ese año, Tierno golpeó y torturó salvajemente a una joven que debió ser internada en una clínica de Santa Rosa durante doce días. Además de los golpes, la víctima presentaba quemaduras de cigarrillo en sus pezones. El gobierno de Marín llevó adelante un operativo de impunidad que evitó que Tierno fuera procesado y condenado por semejante atrocidad. En mi libro El golpeador doy cuenta de estos hechos con el aporte de testimonios como el de la enfermera que atendió a la chica en el Sanatorio Santa Rosa, el del policía que le tomó declaración a la víctima y el de una ex empleada doméstica de Tierno que contó las golpizas que el actual ministro le daba a su primera esposa delante de sus pequeños hijos. La mujer tuvo que escapar  de Santa Rosa en horas de la madrugada y por caminos alternativos con sus dos hijos. La periodista Mariana Carbajal, de Página/12, confirmó el dato hablando con esa mujer, quien desde entonces vive en La Plata. También recogió el testimonio de aquella víctima, aunque mantuvo en reserva su identidad.

APU: Incluso después de conocidos algunos antecedentes suyos, Tierno ha sido electo intendente de la capital provincial, pero su gobierno duró tres mes y finalizó en escándalo. ¿Qué grado de aceptación reúne en la población, hoy?

JCM: El de Tierno no es el único caso de siniestros personajes que a pesar de ser conocidos por sus pésimos antecedentes,  han sido votados por sectores de la sociedad. Nuestra historia reciente es por demás elocuente en ese sentido. El genocida Domingo Bussi en Tucumán, el torturador Luis Patti en Escobar, el carapintada Aldo  Rico en San Miguel… y aún corriendo el riesgo de que se me acuse de poner en tela de juicio el democrático acto del voto, no puedo ocultar que por esa misma vía buena parte de la sociedad argentina ha elegido a personajes que nada bien le han hecho al sistema democrático y mucho menos a los intereses del pueblo. La elección de (el presidente Mauricio) Macri es todo un símbolo.

APU: ¿Qué ha sido de Tierno en su tiempo de ausencia en los primeros planos políticos provinciales?

JCM: Cuando Tierno fue despedido por la incesante presión popular como intendente de Santa Rosa a los 87 días de su gestión, creó su propio partido, Comunidad Organizada, pero mantuvo cambiantes relaciones con la dirigencia justicialista en sus diferentes líneas internas encabezadas por Rubén Marín, Carlos Verna y Oscar Mario Jorge. En mi libro La Pampa nostra dedico un capítulo (“Palabras cruzadas”) para transcribir los cruces públicos que Tierno ha mantenido con Marín y Verna como parte de las pujas internas que se libran en el justicialismo pampeano. Sorprende la rapidez con que unos y otros pasan del aplauso a la crítica, la facilidad con la que de un plumazo convierten al héroe en villano y la sencillez con la que al traidor lo presentan como símbolo de lealtad.

APU: ¿Tierno ha tenido o tiene nexos de confianza con referentes políticos nacionales, del peronismo u otras fuerzas políticas?

JCM: En su reciente regreso al gobierno de Carlos Verna como ministro de Seguridad, Tierno no ha ahorrado elogios a la declaración de la emergencia en seguridad decretada por Mauricio Macri. No sólo eso: ha dicho públicamente que fue él quien le sugirió a Patricia Bullrich que pusiera en marcha esa maquinaria represiva que se está aplicando en todo el país, La Pampa incluida.

APU: Más allá de Tierno y su biografía, deben existir características estructurales de la política o el Estado pampeanos que permitan o necesiten de un actor así. ¿Los hay? ¿Cuáles son?

JCM: Creo que la respuesta la di en la segunda pregunta. De todos modos, el manejo político que ha caracterizado a La Pampa desde el advenimiento de la democracia está signado por la presencia de caudillos que han gobernado como verdaderos señores feudales. Los que más han transitado por ese camino son el cuatro veces gobernador Rubén Marín  y Carlos Verna, que acaba de iniciar su segundo mandato, protagonistas de una batalla que libran desde hace más tres décadas por la propiedad del territorio político. Hasta ahora no hay vencedores ni vencidos. Ambos comparten un camino político de encuentros y desencuentros. Tierno ha sido y es funcional a los dos caudillos. Con ellos ha compartido espacios de poder que ha aprovechado para cometer toda suerte de tropelías. Tanto Marín como Verna le han dado la protección política necesaria para que permanezca impune por graves delitos como el de golpear y torturar a una joven, enriquecerse como director del Banco de La Pampa, apropiarse del campo de un pequeño chacarero y cometer delitos como intendente de Santa Rosa por los que a finales de 2014 fue condenado a dos  años de prisión y cuatro de inhabilitación para ejercer cargos públicos. Como el fallo no está confirmado en segunda instancia, Verna le confió nuevamente el manejo del ministerio de Seguridad del que lo había despedido para que continúe mostrando su devoción por la mano dura.