"Cumplieron con su palabra de que solamente iba a salir muerto de ahí”

"Cumplieron con su palabra de que solamente iba a salir muerto de ahí”

12 Abril 2016

Por Santiago Haber Ahumada

Cristian Marcos “Chispiao” Roldán (35) murió tras haber permanecido trece días en estado de coma en el hospital San Juan Bautista, en San Fernando del Valle de Catamarca. Previamente había sido arrestado en la Comisaría N° 10 de la capital provincial, en donde estuvo detenido durante cinco días. La familia denuncia a la policía de Catamarca por haber abandonado a Chispiao en el calabozo y no brindarle atención médica a tiempo.

Roldán fue detenido por la policía de la provincia el miércoles 23 de marzo. Cuando entró a la comisaría estaba en buen estado de salud. En diálogo con AGENCIA PACO URONDO, Carolina Luna, esposa de Chispiao, afirmó que cuando fue a visitarlo su marido dijo sentirse mal. Ante el pedido de Luna para que lo revisaran, los policías se negaron. Un día después tras la insistencia de su mujer, trasladaron a Roldán al hospital, en donde le detectaron una infección urinaria. Después lo volvieron a llevar a la comisaría. Esa misma noche, Carolina aseguró que Chispiao gritaba de dolor y que tenía vómitos.

El sábado 26, en la comisaría le avisaron a Luna que llevarían a su marido al hospital. Ella fue de inmediato y se quedó en el hospital esperando durante más de una hora, pero Chispiao nunca apareció. Lo sacaron de la comisaría, pero jamás lo llevaron al hospital. La esposa de la víctima volvió a insistir para que lo trasladaran, y los efectivos la amenazaron con detenerla si no se callaba. Le dijeron que lo habían llevado al SAME, y que ya estaba en el calabozo en buen estado, esperando su comida.

Según contó Luna, en repetidas oportunidades, los policías le dijeron que Roldán solamente iba a salir muerto de allí.

El domingo 27 por la tarde, cuando Carolina recién pudo ver a su marido, se encontró con que él tenía todo el cuerpo paralizado. Los agentes de la fuerza policial seguían negándose a llevarlo al hospital. La ambulancia del SAME llegó a la comisaría tarde y tras ver el estado en el que se hallaba, decidieron trasladarlo. Una vez en el hospital, los médicos se negaron a hacer los papeles para ingresar a Chispiao, porque, según su mujer, creían que estaba mintiendo. “No le creían porque estaba arrestado”, afirmó Carolina. El sábado 9 de abril, Chispiao murió en el hospital San Juan Bautista, después de sufrir un paro cardiorrespiratorio.

La familia de Roldán elevará denuncias contra los efectivos de la comisaría, principalmente contra Alejandro Iriarte, el comisario a cargo cuando Chispiao estuvo detenido. Aseguran que los policías se negaron a atender al detenido, y que hubo un abandono de persona.

Testigos que estuvieron detenidos junto a Roldán afirman haber visto que los agentes de la fuerza policial golpearon repetidamente a Chispiao. Aseguran, además, estar dispuestos a prestar declaración en caso de abrirse una causa.

El domingo 10 de abril, cuando los familiares y amigos estaban trasladando los restos de Chispiao al cementerio, los policías de la Comisaría 10ma (ubicada a escasos metros de la casa de Roldán) comenzaron a burlarse de ellos y a provocarlos. Eso generó el enojo de los familiares que reaccionaron ante las provocaciones. Los efectivos policiales respondieron reprimiendo con disparos de balas de goma.

“Nadie hizo nada, todo se lavaron las manos. El Estado se tiene que hacer cargo, porque mi marido entró a la comisaría caminando y me lo entregaron en un cajón. “Cumplieron con su palabra de que solamente iba a salir muerto de ahí”, expresó su esposa.