Buenos Aires: educación, tomas de colegio y después

Buenos Aires: educación, tomas de colegio y después

29 Octubre 2011

Hace poco más de un año, los estudiantes secundarios de la Ciudad de Buenos Aires fueron protagonistas de uno de los movimientos que a partir de la protesta social, puso en jaque al gobierno de Mauricio Macri cuestionando su modelo educativo que redujo el presupuesto, lo subjecutó, al mismo tiempo que aumentó los subsidios a escuelas privadas.

El macrismo, que asumió en el año 2007, se encontró con una situación que arrastra años de atraso en materia de educación, traducidos en varias gobernaciones que, en materia de infraestructura, mostraron indeterminación política para poder resolver adecuadamente los contratiempos edilicios. Esta situación produjo que al asumir el macrismo, algunas infraestructuras tuvieran más de 15 años de desgaste.

Si bien este es un punto al tener en cuenta y remarcar, no puede ser, como fue, durante los dos primeros años de gestión del PRO, una excusa para la no acción sobre los problemas ya existentes.

La subejecución del presupuesto, el atraso en el pago de las becas y la entrega de viandas en mal estado, llevaron a los estudiantes secundarios a una situación de hartazgo que culminó en las manifestaciones de 2010, con marchas, sentadas, abrazos a colegios y las reiteradas tomas en casi cincuenta colegios porteños.

Aquel conflicto culminó, el 16 de septiembre del pasado año, con la entrega de Planes de Obra para la mayor parte de los colegios porteños. A más de un año de esta entrega y con un próximo período del PRO en puerta, nos propusimos averiguar cuál es la situación de algunos de los secundarios de la capital.

Uno de los casos más paradigmáticos es el del colegio Juan Pedro Esnaola ubicado en Pasaje Balboa 210, es un colegio especializado en música del cual los chicos salen con título de magisterio. El mismo está localizado hace más de diez años en una primaria que les fue entregada como edificio provisorio.

En la actualidad, continúan esperando, que finalice la construcción del nuevo edificio que estará habilitado para los tres turnos que acuden durante todo el día a la escuela de música. Este nuevo edificio será parte del Polo Educativo Saavedra donde además del Esnaola se dará lugar a otros tres establecimientos.

La fecha de entrega del edificio estaba pautada para la primera semana de Octubre. Sin embargo no sólo el edificio no está terminado, sino que lejos de eso sólo se encuentran dos obreros trabajando. Todo ”El Polo” está prácticamente parado, a excepción de un colegio maternal construido y entregado a mediados de este año, como nos cuenta Facundo, alumno de 5° año del colegio Esnaola: “Este año recién arreglaron un poco las fugas de agua pero eso no impide que se corte la luz de vez en cuando. No tenemos salidas de emergencias, no funciona la calefacción, tenemos techos rajados y nos faltan vidrios en las ventanas” (ver entrevista aparte).

No muy diferente es la situación del Normal 7 ubicado en Av. Corrientes 4261 donde además de media funciona nivel inicial, primaria y terciaria. Como relata Candela, alumna de 3° año, el colegio estuvo en obra más de 6 años hasta el momento de las tomas, con las cuales se asignó un Plan de Obras que permitió se inaugure nuevamente el edificio en febrero de este año. Sin embargo, continua habiendo fallas estructurales en el edificio. La apertura se llevó a cabo bajo la presión que metió el gobierno de la ciudad y pese a la resistencia de docentes, padres y alumnos que insistían en que el edificio no estaba terminado. “En el cuarto y quinto piso hay ventanas sin protección que dan a un terreno vacío. Se trata de aulas de chicos de primaria. No hay sistema anti incendio ni funcionan los ascensores”, resume (ver entrevista aparte).

Este deterioro es visible en hechos, el 15 de junio pasado, sólo un mes antes de las elecciones en las cuales Mauricio Macri fue reelecto como Jefe de Gobierno, Julieta, una alumna de 12 años, sufrió la caída de una puerta de hierra encima de su cuerpo generándole politraumatismos. La puerta fue colocada nuevamente, y no se realizó el peritaje correspondiente. En palabras de Candela: ”La puerta se cayó y la volvieron a poner, y como la volvieron a poner se puede volver a caer”.

Sin diálogo

El diálogo entre el Gobierno de la Ciudad y la comunidad educativa está totalmente paralizado, ya que tras las elecciones, se decidió desde el ministerio cortar la comunicación con la cooperadora y el centro de estudiantes de media, comunicándose exclusivamente con la rectora.

El sector de estudiantes secundarios de la capital fue uno de los pocos que ha sabido resistir al macrismo con determinación y desde la legitimidad de los reclamos propios de pibes de entre 13 y 18 años que más allá de ideologías contrarias o partidarias salen a la calle por problemas concretos que los afectan directamente.

En este contexto el pasado 9 de junio el gobierno de la Ciudad de Buenos Aires lanzó el decreto 330, en el cual especifica de qué manera deben funcionar los centros de estudiantes de la capital para nivel secundario y terciario. Aplicando una receta en la que el gobierno de la Ciudad les explica a los estudiantes secundarios que le tomaron cincuenta colegios, cómo deben organizarse, desarrollando más instrumentos de poder a favor de los directivos de los establecimientos.

Es decir que en vez de desenvolver herramientas de capacitación docente donde se puedan integrar la vida política de los CDE al aula y al trabajo cotidiano, con una reglamentación que ampare a los estudiantes ante los directivos que no les permitan organizarse como deben, el Gobierno proporciona una composición que se debe aplicar de igual manera a un colegio de Villa del Parque o Palermo, de 600 o 1500 alumnos y cuyos centros de estudiantes daten de meses o más de una década de composición.