Pablo Cabás: "La grieta ha sido un mal negocio para la democracia"

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Pablo Cabás: "La grieta ha sido un mal negocio para la democracia"

30 Septiembre 2022

APU RADIO (FM La Patriada, domingos de 10 a 12) dialogó con el politólogo y magister en comunicación política Pablo Cabás sobre el gobierno de Alberto Fernández. ¿Cómo enfrentó AF las diferentes crisis que enfrentó su gestión?

Agencia Paco Urondo: Hace poco se dio a conocer un estudio en el que participaste sobre el impacto de las crisis económica en la imagen del gobierno y, específicamente, del Presidente Alberto Fernández ¿podés contarnos qué resultados arrojó?

Pablo Cabás: Es un trabajo que aún está en proceso, pero del que dimos a conocer algunos resultados preliminares con el objetivo de conocer justamente el impacto de las crisis en la imagen del Presidente. Este ha sido un gobierno atravesado desde el día uno por distintas crisis que han tenido diversos niveles de efectos en la imagen y en la evolución del nivel de aprobación a la gestión. Por ejemplo, la primera etapa de la pandemia le permitió a Alberto Fernández mejorar su imagen, mientras que, ese crecimiento inicial fue decayendo hasta llegar al cruce entre la negativa y la positiva hasta finales de 2020 y comienzos del 2021. Con este trabajo buscamos identificar las crisis que profundizaron la imagen negativa y cuál fue el comportamiento del gobierno frente a las mismas.

Agencia Paco Urondo: No haber podido resolver el problema de la economía ha sido uno de los ejes centrales en la disminución de la imagen del Presidente. ¿Ustedes han reconocido otros factores en el estudio?

P.C: Sin dudas, aquellas crisis que resultaron de las acciones que tomó el gobierno en su funcionamiento diario fueron del 30%, mientras que el 70% de estas crisis son heredadas como la económica, deuda y la volatilidad del dólar. Estas últimas tres crisis que atraviesan a su gobierno, le fueron heredadas del gobierno de Macri y, si bien, él se ocupó de resolverlas no hubo un enmarque histórico desde lo comunicacional de cuál es el origen de estas crisis. Es decir, no hubo una construcción del pasado como lo hizo Macri con la supuesta herencia kirchnerista. Es un gobierno que pareciera constantemente estar sobre un presente continuo y a la defensiva, sin la búsqueda de un nosotros. Esta parte del relato comunicacional fue insuficiente y no le permitió tampoco construir un mito de gobierno a futuro.

APU: Desde la oposición han criticado duramente al gobierno por no tener un rumbo económico claro ¿crees que esta perspectiva sobre la economía ha desgastado al gobierno?

P.C: Cuando el Presidente asumió, Clarín publicó en su tapa “deuda, precios y consumos: los primeros desafíos de Alberto Fernández”. Transitando el tercer año de gobierno, "deuda, precios y consumos" siguen siendo los problemas que tenemos las y los argentinos. Sin dudas, eran problemas más complejos de lo que se presentaron al comienzo del gobierno y se han ido agravando fuertemente por la pandemia. Yo creo que el gobierno no ha sido capaz de aprovechar los índices económicos de este año que han sido buenos en exportaciones, producción y caída del desempleo. Estos datos positivos aparecen dispersos y no dentro de un relato que permita clarificar un rumbo y, en su lugar, seguimos en una lógica de crisis. Una de las definiciones más propias de las crisis es el caos y la falta de rumbo, los trayectos predecibles desaparecen y todo es incertidumbre. En esto el gobierno ha tenido grandes dificultades.

APU: ¿Qué porcentaje le das a los problemas comunicacionales del gobierno para llegar a la situación en la que se encuentra hoy? ¿Considerás que el gobierno no ha podido capitalizar las ayudas sociales que implementó durante la pandemia?

P.C: La pandemia tuvo una naturaleza compleja respecto a las crisis tradicionales. Si bien el gobierno tomó medidas económicas muy importantes para proteger a la ciudadanía, su prioridad comunicacional fue la del cuidado de la salud. Un modelo antagónico al de Bolsonaro que estaba centrado en que no decaiga el nivel de actividad económica.

En mi opinión, la estrategia comunicacional de Alberto fue la correcta y los niveles de aprobación en la primera etapa de su mandato así lo demuestran. Pero creo que después hubo una incapacidad en mostrar que el gobierno también estaba enfocado en sostener el nivel de actividad, el acento que se puso en lo sanitario quizás desatendió un poco la cuestión económica. Igualmente, si cruzamos los datos de niveles de aprobación con el desarrollo de las crisis, nos encontramos con dos hechos como el “Vacunatorio VIP” y el “Olivos Gate”. Ambos casos impactaron fuertemente en el Presidente, haciendo crecer su imagen negativa en 7 puntos y en casi 10 puntos respectivamente. Estos casos son dos escándalos propios del gobierno de Alberto Fernández que impactaron muy negativamente. En este sentido, tanto los escándalos heredados que tuvieron su origen en el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner y en el de Mauricio Macri, como los escándalos propios han afectado negativamente la imagen del Presidente.

APU: Lo llevo a un hecho que ocurrió al principio del gobierno de Alberto: ¿La imposibilidad de continuar con la expropiación de Vicentín influyó en la opinión pública?

P.C: Cuando ocurre lo de Vicentín, el gobierno de Alberto Fernández ya venía en caída. Esta caída se siguió profundizando, más allá de lo de Vicentín. Este hecho lo que tiene de tóxico, en el marco del contexto de crisis, es la profundización en las calles. El procedimiento errático de parte del gobierno muestra dos limitantes del Presidente: un enfoque tecnocrático de los problemas y la incapacidad de articular un discurso populista que convoque y construya un nosotros.

APU: ¿Qué poder tienen los medios de comunicación opositores al gobierno en lo que venimos analizando?

P.C: Nosotros analizamos las primeras tres noticias de tapa de los diarios. En el caso de Clarín, el 95% de las tapas tuvieron como tema algún tipo de crisis. La centralidad y el desgaste, propio de las situaciones de crisis, ha sido la norma. Se supone que las crisis dentro de la comunicación gubernamental arrancan y terminan; en cambio, la crisis en el gobierno de Alberto ha sido un presente continuo, sin cortes.

Una consultora le preguntó a la ciudadanía, a fines de 2021, cuáles creían que eran los actores con más poder en la Argentina: los medios de comunicación aparecen con el 29,5%, mientras que, el Gobierno Nacional aparece con el 24%. Teniendo en cuenta que el poder de los medios es más bien opaco, es decir, que se trata de ocultar, es relevante que la ciudadanía lo perciba. Esto nos da una pauta del rol que juegan los medios en la instalación permanente de crisis.

Más allá de este dato, es importante poner el acento en cómo se para el gobierno frente a estas situaciones y cómo construye un mito de gobierno. Si nos quedamos constantemente en el juego de la grieta, esta termina atravesando toda la política. Un dato central que se observa en la caída de la imagen positiva de Alberto Fernández es cuando las disputas internas ocupan la centralidad de la agenda, cuando la grieta empieza a atravesar el frente gubernamental es cuando se termina de definir ese piso entre la imagen positiva y negativa de Alberto. Desde diciembre de 2020 a la fecha, hubo una profundización en la imagen negativa de Alberto que queda plasmada en la elección de medio término. La grieta atraviesa todas las crisis del gobierno y, sin dudas, ha sido un mal negocio para la democracia y ha corrido a la sociedad a la derecha.

"Es un gobierno que pareciera constantemente estar sobre un presente continuo y a la defensiva, sin la búsqueda de un nosotros"