Un triunfo de toda América

Un triunfo de toda América

08 Octubre 2012

Lo decían todos los analistas, y lo dijeron todos los presidentes del amplio arco progresista de América. El triunfo de Chávez significa profundizar un camino de liberación y refundación de la Patria Grande.

Cristina Fernández de Kirchner fue clara, apenas conocidos los resultados de la elección: "Hugo, tu victoria es la nuestra". Y Chávez le contestó ante el Pueblo congregado frente al Palacio Miraflores: "Esta victoria es también para la Patria Argentina, hoy ganó América Latina".

La Republica Bolivariana de Venezuela es una pieza clave en el entramado de la Unión Americana, tanto por su participación en el ALBA, como en la CELAC, la UNASUR o el MERCOSUR. Que la Patria de Bolívar siga conducida por quien comprende la razón fundante de esta unión, nos permite ver a todos los suramericanos el futuro de un modo más promisorio. 

Quienes se enfrentan a Chávez son los que quieren continuar las políticas del neoliberalismo que hace 10 años ya no corren para la mayoría de los países de la región; y que hoy vemos cómo llevan al desastre a la Vieja Europa.

En nuestra Patria se festejó como propia la victoria, y nos sentimos hermanados con ese pueblo bolivariano. Se escuchó en el centro de operaciones del Comando Carabobo en Caracas, a militantes de la gloriosa JP cantar "Chávez y Perón, un solo corazón”. Ese grito resonó por toda la cordillera, y nos recordó aquellas palabras del Coronel del Pueblo que hoy cumpliría años: “El año 2000 nos encontrará unidos o dominados”. Premonición que Chávez repite, y por la cual se siente cada día más peronista. Ese fuerte sentido antimperialista hermana al Socialismo del Siglo XXI con el Peronismo. 

República y Democracia

La estabilidad de la región ganó con este triunfo de Chávez mucho más que el nuevo mandato de uno de sus presidentes más importantes. Ganó también la tranquilidad de una oposición venezolana que supo no prestarse al juego desestabilizador que le proponían intereses que buscan la desintegración americana.

Esa misma que se vio seriamente amenazada en el 2010, cuando Néstor Kirchner logró atemperar los ánimos y fundar una paz duradera entre las naciones hermanas de Colombia y Venezuela.

Las calles de toda la nación bolivariana rebozaron de Pueblo festejando su triunfo, y no se registraron enfrentamientos ni amenazas. Todos los pronósticos que los golpistas emitían, demostraron su falsedad y su propósito de fomentar un clima hostil para poder implantar la tesis del fraude. El amplio margen obtenido por Chávez, un sistema de votación ejemplar (reconocido hasta por la derechista veedora argentina Gabriela Michetti) y una oposición que mostró sensatez en la derrota; permiten hoy que Venezuela continúe su sendero de paz y democracia popular. 

Aunque los enemigos del pueblo siguen al acecho, este 7O fue un triunfo espectacular, que permite soñar con una unidad continental que permita hacer frente a un futuro incierto y peligroso; ante la crisis que los países centrales transitan. La sombra de operaciones mediáticas y bélicas como las de Libia y Siria se yerguen sobre nosotros. Sólo la unidad de los Pueblos Americanos podrá impedir que el imperio intente poner sus garras en esta tierra de paz y prosperidad.