Violencia e inseguridad: ¿Quién dirige esto?, por Daniel Kaminszczik

Violencia e inseguridad: ¿Quién dirige esto?, por Daniel Kaminszczik

14 Marzo 2012

En un marco en el que, en distintos ámbitos y desde el mismo oficialismo se denuncia la existencia, entre el gobierno de la provincia de Buenos Aires, la bonaerense y el crimen organizado, de una suerte de “pacto de gobernabilidad” que consistiría en un reparto de utilidades y mantener tranquilas las calles a cambio de liberar actividades tales como narcotráfico, piratería del asfalto, trata, etc. y en circunstancias, públicamente conocidas, en que se lleva a cabo una acción desde el interior del mismo gobierno,  en concordancia con el Ministerio de Seguridad de la Nación, de desmantelar esta trama espuria reprimiendo duramente dichas actividades delictivas y descabezando cúpulas policiales ligadas a las mismas, suponer que el recrudecimiento de la violencia en los hechos de inseguridad acaecidos en los últimos días es una mera casualidad sería poco menos que ingenuo.

Es, se diría, obvio, dado lo emblemático de los ataques, que más allá de toda duda, estos hechos buscan la tapa de los diarios y el ametrallamiento de los medios audiovisuales: Un famoso conductor de radio y tv, la mamá de una comunicadora y una Madre de Plaza de Mayo sumados a los fusilamientos de comerciantes y profesionales en distintos barrios y localidades en ocasión de robo, son una prueba contundente, al menos para quien suscribe, de lo planificadamente direccionado de dichos acontecimientos.

Ahora bien; la pregunta es: ¿Quién, además de las mafias mencionadas, se beneficia de este estado de cosas?

En 1974, el lopezreguismo sembró de muertos emblemáticos (Julio Troxler, Ortega Peña, etc.) el país para forzar lo que, dos años después, se transformaría en la noche negra de la historia argentina.

En 1989, los saqueos dirigidos en el conurbano con absoluta complicidad policial forzaron la entrega anticipada del poder por parte del gobierno radical.

A mediados de los 90, en el marco de la interna entre Menem y Duhalde, comenzó una nueva siembra cuya mecha fue encendida por el asesinato de José Luis Cabezas con la participación fehacientemente probada de la bonaerense.

En 2002 fueron los fusilamientos de Kosteki y Santillán en la cara (y el objetivo) de los camarógrafos.

Hoy, como todo aquel que observa la política lo sabe, lo que está en juego es la sucesión presidencial de una Cristina con fecha de vencimiento: 2015

La oposición gorila y sus patrones corporativos disfrutan y aprovechan cada caso de inseguridad y cada catástrofe en su arremetida destinada a desprestigiar al Proyecto Nacional para tratar de recuperar el terreno perdido a causa del arrollador 54% de las últimas elecciones presidenciales pero tampoco se puede perder de vista la interna agazapada al interior del Frente Para la Victoria por la sucesión y tal vez sea en estos escenarios donde se halle la respuesta a la pregunta enunciada.

Resolver este acertijo sería, seguramente, el primer paso para encontrar la punta del ovillo y desarmar esta galleta de la que, una vez más, estamos siendo víctimas todos los ciudadanos de la Patria.