España: comienzan años interesantes, por José Cornejo

España: comienzan años interesantes, por José Cornejo

19 Octubre 2011

En 2003, el historiador Eric Hobsbawn publicó una autobiografía titulada “Años interesantes”. “Interesantes” fueron los grandes sucesos del siglo XX, algunos maravillosos como la esperanza que despertóla Revoluciónrusa o cubana, otros siniestros como la emergencia del nazismo. “Interesante” es el futuro inmediato español.

El sábado 15 de octubre el movimiento de los indignados organizó una movilización en un millar de ciudades del planeta, con bastante repercusión en los países desarrollados y epicentro en España. Decenas de miles de ¿autoconvocados? tomaron las calles de las principales urbes ibéricas, especialmente Madrid (45 mil), Barcelona (60 mil), Sevilla, Valencia y Zaragoza (entre 30 y 40 mil). Jactándose de su espontaneidad y con un alto componente joven de clase media, los reclamos de los indignados podrían sintetizarse en dos puntos: repudio a la clase política y la denuncia de la responsabilidad de los bancos en la crisis actual.

Si se admite cierta comparación con los reclamos argentinos de 2001-02, se deduce que lo que hay es un estado embrionario de cuestionamiento, tanto programático como organizacional, del modelo neoliberal pos franquista. ¿Pero tiene estos manifestantes chances de incidir en la agenda de gobierno?

Coincidentemente, el diario español El País publicó este domingo 16 una encuesta sobre la intención de voto. Desde noviembre de 2009, las preferencias del electorado por Mariano Rajoy (Partido Popular) sobre Alfredo Pérez Rubacalba (el oficialista PSOE) no dejan de aumentar, hasta alcanzar 16 puntos porcentuales de diferencia. Resulta irreversible la victoria del PP para las presidenciales del 20 de noviembre de este año. Proyectados estos números al parlamento, el PP tendrá mayoría simple enla Cámarade Diputados, entre 185 y 190 escaños sobre un total de 350.

Rajoy no deja de insistir en su receta para salir de la crisis: recortar el gasto y garantizar la seguridad jurídica de las inversiones. En idioma “indignado”, es inminente la llegada de una clase política dispuesta a defender los intereses de los bancos aún más que ahora.

La victoria pepista y su programa de revolución conservadora obligarán a los indignados a construir un amplio frente, con los vilipendiados sindicatos y organizaciones antifinancieras de todo tipo e instituir un programa radical contrala Europaneoliberal. O bien, regresar a sus casas a mejorar su performance enla Playstation.Paranosotros, latinoamericanos que sufrimos a cuerpo entero el Consenso de Washington, ver desde afuera estos estallidos sociales, será una experiencia “interesante”.