Cristina y el poder popular

Cristina y el poder popular

27 Mayo 2015

“Es que no se trata de irse o de quedarse, quiero que lo entiendan, este es un proyecto colectivo, no puede depender de una sola persona, depende de ustedes para que sea ejecutado, profundizado y llevado adelante”

Cristina Fernández de Kirchner, 25 de mayo de 2015

Por Juan Ciucci

Se ha hablado mucho en estos años de los modos del gobierno de Néstor y Cristina Kirchner, del cerrado grupo que toma decisiones, de la falta de reuniones de gabinete, de la verticalidad, y diversos etcéteras. A su vez son muchas las agrupaciones que han discutido los modos de acompañar las políticas del gobierno, y la capacidad de ejercer una crítica a las mismas en pos de “profundizar el modelo”.

Llegando a los últimos meses de su mandato, la conducción de Cristina es indiscutible. Si es que acaso hiciera falta algún dato para corroborarlo, su pedido de humildad a los dirigentes del partido por cadena nacional motivó una andanada de renuncias de posibles candidatos a posibles candidaturas. Y la movilización del 25 a la plaza, la última con ella como Presidenta, fue probablemente la de mayor convocatoria que se recuerde, con un amplio apoyo popular de las organizaciones y de muchísimos “sueltos”.

En un discurso mayoritariamente evocativo de las mejoras que consiguió el Pueblo en estos 12 años, Cristina recuperó la idea del empoderamiento popular para pensar los años por venir. “Y les pido que no tengan miedo, muchos me miran inquisidores a los ojos y me dicen: “¿qué va a pasar?” y yo les contesto: “va a pasar lo que ustedes quieran que pase”. Porque ustedes son los que están empoderados, ustedes son los titulares de los derechos”.

Lo que se ha logrado no responde solamente a la conducción del movimiento, sino al respaldo social y la capacidad de movilización popular para profundizar el camino encarado. “Por eso nadie podrá mentirles, nadie podrá engañarlos y eso es lo más importante que se le puede dejar a un pueblo y también a un hijo o a una hija, a un nieto o a una nieta, lo más importante que se le puede dejar es la verdad, la memoria, la dignidad; lo más importante que se le puede dejar a un pueblo es que ese pueblo finalmente, como ha sucedido en estos años, pueda saber cuáles son sus derechos, defender sus derechos, reclamarlos”.

Ante un escenario incierto, la Presidenta recupera la capacidad organizativa del Movimiento Nacional Peronista, pero a su vez, la de cada uno de quienes han recuperado sus derechos. Y prefigurando su lugar luego del 10 de diciembre, sentencia: “Y les digo a los trabajadores, y lo digo aquí porque lo dije el otro día cuando me reuní con mis compañeros de la Confederación General del Trabajo (..): espero que sigan pidiendo y luchando como lo han hecho durante la gestión de Néstor y la mía, porque si no, si no lo hacen yo les voy a decir a los trabajadores que cambien de dirigentes para que sigan teniendo los mismos derechos, los mismos beneficios que hemos tenido en estos años”.

El escenario electoral nos ofrece un panorama conservador, como para arrancar. Las esperanzas puestas en los diversos candidatos son pocas, y el sueño de profundizar el modelo parece lejano. En todo caso, esa posibilidad radica en la voluntad popular y su capacidad de movilización (expresada en las diversas organizaciones populares) para reclamar, defender y exigir. Cristina Fernández de Kirchner lo ha remarcado en su (¿última?) Plaza, ante el Pueblo organizado. Su rol en estos años será también fundamental para lograr que no pisoteen las conquistas alcanzadas. Ella lo sabe, más que nadie.

“Por eso este 25 de Mayo no lo vivan con tristeza ni nostalgia, vívanlo con alegría porque van a venir muchos 25 de Mayo más en que el que el pueblo se volcará a la Plaza, en el que el pueblo estará feliz y en el que todos podremos, más allá de las diferencias, reconocer que por sobre todas las cosas somos, argentinos, el mejor legado que le podemos dar a nuestros hijos: el orgullo de país, el orgullo de tener Patria”.