24 de febrero de 1946: Perón al gobierno. El pueblo al poder, por Pablo Vázquez

24 de febrero de 1946: Perón al gobierno. El pueblo al poder, por Pablo Vázquez

24 Febrero 2012

Ese camino, que se inició con la Revolución del 4 de junio de 1943,  tuvo su mojón significativo el 17 de octubre de 1945. De figura destacada del elenco gubernamental juniano pasó a ser, para su pueblo, el Primer Trabajador. La historia llamó a la puerta y Perón dio su presente.

De ganar las calles, se tuvo que pasar a lograr una entrada institucionalizada en la historia, que puso a Juan Perón como Presidente. Allí el esfuerzo por  transformar la patriada del 17 de octubre se vio coronado por un nuevo esquema político de poder popular.

No es simplemente el aniversario del primer triunfo de Perón, coaligado con el Partido Laborista, la UCR Junta Renovadora, el Partido Independiente, los forjistas, nacionalistas, socialista y sindicalistas que apostaron por ese frente nacional antiimperialista. Fue la concreción de la recuperación de la línea nacional y popular dejada trunca por el golpe contra Hipólito Yrigoyen y que reubica a sus “orilleros radicales” y los transforma en los “descamisados industriales” de un primer peronismo sindicalizado.

Fue algo demasiado penetrante como para que nos de sólo nostalgia.  Ésta deber ser una fecha de lucha, ya que – como dijo Perón - la vida es lucha y la lucha es vida, y porque las fuerzas de la antipatria siguen merodeando a nuestra Patria.

Nuestra elite gobernante, en esos años, discutió si lo conveniente era ser vasallos británicos o lacayos de EE.UU, mientras peleábamos por una posición proeje o aliadófila durante la II Guerra Mundial. Perón, en cambio, vio e intuyó cual sería la nueva situación estratégica a nivel internacional y como se podría reajustar la Argentina dentro de un modelo de Estado moderno, inclusivo, industrializador y de vocación soberana.

En el medio apareció - como hoy - el ataque mediático de los periódicos del régimen, el “Libro Azul” de la Embajada de EE.UU. y las supuestas actividades nazis. La contestación no se hizo esperar y el Libro “Azul y Blanco” denunció el apoyo económico del Norte a la Unión Democrática y el espionaje llevado a cabo por la embajada norteamericana.

Del lado británico los periódicos también demonizaron a Perón. Sea como The Times, que alertó sobre el “nuevo e izquierdista partido personal de Perón”;  el Tribune endilgándole al coronel Perón el mote de “fascista”, y hasta el Economist, quien refirió que: “en las elecciones que para sorpresa de todos parecen haber sido justas, Argentina se hace nazi”. Ante eso ya estaba en el corazón popular la consigna “Braden o Perón”.

La Unión Democrática, segura del triunfo, afirmó que habían sido “las elecciones más limpias de la historia”. Rompiendo tranqueras y saltando alambrados el pueblo votó… Y los partidos tradicionales comprobaron azorados como fueron derrotados. Ganó la fórmula Perón-Quijano y la historia comenzó a cambiar…

Por eso debemos aprender la lección y confiar si vamos muñidos de una verdad en base a organización popular e ideario emancipador. Es por lo que debemos continuar la senda de la actual conducción nacional que plantea nuevas formas de construcción ciudadana y acción soberana Y que solo con dignidad nacional se sostiene la unidad, solidaridad y organización necesaria para un proyecto nacional.

El autor es Politólogo, docente de la UNLZ y UNMo, miembro de los Institutos Nacionales Eva Perón, Juan Manuel de Rosas y  Manuel Dorrego.