López (MOCAFOR): "En Formosa la represión estuvo planificada"

López (MOCAFOR): "En Formosa la represión estuvo planificada"

15 Julio 2011

Agencia Paco Urondo: ¿Cuál es el sentido de la marcha nacional que vienen llevando adelante?

Benigno López: Esta marcha que iniciamos el 4 de abril en el paraje Fortín Belgrano, Chaco salteño, el Chaco semiárido, en un paraje olvidado que tiene más de 150 años, donde la caballería de línea del ejército argentino en su avanzada fue fundando fortines y donde los primeros pobladores identificados con la Argentina eran los criollos, los pequeños ganaderos, hasta hoy lo son, descendientes de salteños  y santiagueños. En el mapa prácticamente no figura, pero es una zona de mucho conflicto de tierra. Es un punto de unión entre Formosa, Chaco y Salta.

APU: ¿Un punto tripartito?

BL: Sí, un área caliente en disputa por la tierra. Después de varias asambleas resolvimos hacer algo simbólico, una caminata nacional de más de 1.700 kilómetros, donde la gente elegía delegados. Salir a difundir, porque se sabe poco o nada de la situación de la tierra en los lugares más alejados de Capital Federal. Entonces, la tarea es llegar a cada paraje, hacer una asamblea, en la colonia agrícola, el pueblo y después las ciudades. Entonces, el trabajo fue difundir y proponer soluciones. Llegamos a 165 (caminantes) en el Impenetrable y después empezamos a reducir porque era muy elevado sostener ese equipo. Lo fuimos achicando hasta 30. Y así hicimos el Impenetrable chaqueño, La Florencia, Formosa, Resistencia, Chaco, ruta 11, y ya en Santa Fe: Reconquista, Santa Fe, Rosario y todos los pueblos intermedios hasta Villa Constitución. Ingresamos por las ciudades de la costa, San Nicolás, y en Zárate cambiamos de ruta y de Luján reiniciamos la marcha para Capital Federal.

APU: ¿Por qué hasta Luján?

BL: En el sentimiento popular, Luján tiene su significado. La gente quería visitar la Catedral, querían un recuerdo. Bueno, en la mayoría de los municipios del Chaco hubo buena recepción de concejales, intendentes y gente sencilla, de campo, trabajadores de la ciudad, desocupados, jóvenes. Visitábamos colegios - donde nos invitaban -, universidades, institutos, organizaciones barriales. Y en Santa Fe también, en la mayoría de las comunas nos hicieron llamar. Tenemos un montón de decretos, resoluciones, de adhesiones, también de la provincia de Corrientes y de Buenos Aires. En varios municipios se hicieron actos, en ciudades muy importantes. Y (aunque) hubo varios signos políticos, el 99% (estuvieron) ligados al proyecto nacional conducido por Cristina Kirchner, con quien nosotros también nos identificamos.

APU: ¿Con quién es la disputa por la tierra?

BL: Aparecen empresarios interesados en contar con una parcela de tierra. En algunos casos para volver a vender, en otros casos para soja o pastura para ganadería extensiva. En algunos casos es gente que decide invertir dinero, que no sabemos de dónde sale. En otros casos extranjeros, empresas fuertes a nivel internacional. Y también existen testaferros de políticos o empresarios que blanquean dinero. O sea, hay variedad. Pero principalmente la apuesta es a esas tierras que hoy valen mucho. Se le quita la tierra al campesino o a las comunidades originarias, se le hace alguna mejora, se lo vuelve a vender o se especula.

APU: ¿Esos campesinos estaban desde tiempos inmemoriales?

BL: Desde la época de la colonia o lo que fue la ocupación del espacio argentino.

APU: Avanza la frontera sojera, se reevalúa toda la zona. De golpe llega un empresario que dice: “esto es mío”, en sociedad con algún político o juez que legitime eso. Y cae con una pandilla, con…

BL: Sí. Muchas veces acompañado por la policía provincial, de la zona, algún abogado y presenta una escritura. Para conseguir una escritura tenés que contar con amistades. Un usurpador tiene contactos en la justicia, con funcionarios provinciales.

APU: ¿Todo trucho? Porque porque esa tierra no está escriturada.

BL: Sí, pero la fabrican, ¿eh? En esto se mueve mucho dinero. Aparece un papel de compraventa en el que figura 40 pesos la hectárea, pero al empresario le costó más. Hay una repartija de dinero para un funcionario de la justicia, para las fuerzas policiales, para civiles armados y para el funcionario político. Todos reciben su parte. De lo contrario no se involucrarían en un acto de injusticia terrible.

APU: Y ¿cómo se organiza para defender la tierra que sus padres ya habitaban? Porque debe haber casos de desalojo.

BL: Hay muchos casos de desalojo. En el Chaco salteño es impresionante, en Chaco en estos días hubo desalojos, en Formosa, en Santiago del Estero se multiplican. Tuvimos problemas en Misiones, los compañeros del Movimiento Agrario de Misiones fueron detenidos. En el norte de Santa Fe también hay desalojos. ¿Cómo se resuelve? Con organización y resistencia. Nosotros nos basamos en el Código Civil y la prescripción veinteñal, que es lo más claro que hoy existe en la Argentina. Y el Código Civil es bastante claro, pero no se respetan las leyes ni la Constitución provincial. Los usurpadores violan todo. El campesinado es pobre, es débil, no tiene capacidad de pagar un equipo jurídico para defender sus derechos y entonces se recurre a la resistencia y  a difundir, porque la difusión ayuda.

APU: ¿Qué lectura hacés - vos sos formoseño - de lo que fue la situación de los Qom?

BL: Los miembros Qom tienen razones importantes cuando plantean el tema de la tierra. Ese problema debería haberse solucionado en Formosa, se podía solucionar con diálogo, no debió llegar a la Capital Federal. En Formosa faltó capacidad de solución a los problemas. Se optó por la represión.Nosotros condenamos todo tipo de persecución o represión, porque nos parece que el camino es el diálogo.

APU: Ustedes sacaron un comunicado.

BL: Sí, condenando la represión, porque  . En un Estado de Derecho, que estamos profundizando la democracia, después de muchos años los derechos humanos son algo real, se están encarcelando a los genocidas y no se justifica, bajo ningún concepto, reprimir y matar a los que reclaman la tierra. No es aceptable.

APU: Decías recién que el 99% de apoyo lo habían tenido de organizaciones kirchneristas. ¿Por qué te parece que a ustedes la izquierda no les presta el mismo apoyo como con los Qom?

BL: Tenemos una diferencia importante con esos compatriotas. El momento que está viviendo la Argentina es un momento maravilloso, que es gracias a la conquista de nuestro Pueblo, hay un modelo de crecimiento, de mayor inclusión social, de distribución de la riqueza. Se hizo mucho desde 2003 y falta mucho por hacer. Para nosotros este es el rumbo y otros compañeros, tienen una evaluación equivocada. Nosotros creemos que es un modelo de integración latinoamericana, de aquello que soñaron nuestros mayores, nuestros próceres. Ellos creen que se tiene que construir algo a la izquierda de esto y que ellos son los protagonistas de los grandes cambios que se vendrían. Hay una diferencia de análisis, de visión y de proyecto.

APU: Ahora va a haber elecciones en octubre, nacionales y provinciales. ¿Cómo ves el panorama de la tierra en los próximos cuatro años?

BL: El modelo de la oligarquía agroexportadora y el modelo sojero de monocultivo de Monsanto va a seguir atropellando los derechos de los pueblos originarios y de los campesinos con mayor virulencia y van a contar con apoyos de funcionarios provinciales, jueces y mercenarios. Pero es la oportunidad que tenemos los argentinos de debatir en serio el destino de la tierra en la Argentina, en manos de quién debe estar la tierra, los recursos naturales y al servicio de quiénes. Hoy está en manos de unos pocos avivados y los principales beneficiarios son grupos empresarios que, por ideología o por posición política, no están dispuestos a compartir las ganancias. Nosotros creemos que la tierra tiene que estar al servicio de todos los argentinos. Es un recurso estratégico, así como el agua, y es una cuestión de derechos humanos. Vienen décadas muy difíciles donde la tierra y el agua tienen una importancia estratégica. Los diputados, los senadores van a tener que jugarse un poco más, tienen que definirse de qué lado están. Nosotros queremos garantizar la soberanía, la seguridad alimentaria, hay que democratizar el acceso a la tierra en la Argentina. Este modelo que arrastramos de la colonia y después se fue profundizando, en la década de Menem desaparecieron miles de pequeños productores, quebraron las economías regionales y se están reactivando lentamente. Hacen falta también marcos legales contundentes. La tierra no es un problema de los pueblos originarios y de los campesinos solamente, es un tema de modelo de país. No es tontería. Los campesinos somos minoría en la Argentina, pero el tema tierra es una cuestión de independencia, de futuro para un país que sueña con ser grande e ir para adelante, en el marco de la integración latinoamericana. La verdad que nosotros vemos que Cristina Fernández siempre va unos cuantos pasos delante de nosotros y de otros políticos, y nosotros le tenemos muchas esperanzas a la compañera y que va a abrir la jugada para que esto tenga solución. (Agencia Paco Urondo)

 

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