Contaminación minera en San Juan: los venenos son para nosotros, las riquezas son ajenas

Por Lic. Gustavo Adolfo Koenig *

Ya sabemos que en la década de los 90 se privatizaron los servicios públicos de suministro de gas, agua y electricidad. También vendimos al extranjero los teléfonos, las jubilaciones, los trenes, nuestra aerolínea de bandera, el subsuelo petrolero y la producción de acero. ¿Cómo hicieron para convencernos de tamaño robo? ¿Cómo lograron legitimar la extranjerizacion de activos que habían costado más de 50 años de trabajo al pueblo argentino? Se instaló un eslogan contundente: son “las joyas de la abuela”.

La metáfora cumplía bien su función. Todos tuvimos esa abuela coqueta muy entrada en años que guardaba con recelo un alhajero lleno cositas. Collares, anillos, pulseras y prendedores dorados con apliques brillantes de piedras de colores, en algunos casos muy valiosas. La abuela ya esta muy viejita para esas coqueterías pensaba algún hijo o nieto o nuera de escrúpulos disminuidos.  Regalos de amor que la abuela guardaba con cariño en esa bella y vieja cajita. ¿Para qué andar guardando las joyas de la abuela? ¡Hagámoslas guita ya!

Muchas de estas empresas privatizadas durante la infame década de los 90 han sido recuperadas gracias a la firme lucha del pueblo argentino y a los gobiernos de Néstor y Cristina. La re-estatización de Aerolíneas, la recuperación de una parte de YPF, el agua, el rescate de nuestros fondos frente al latrocinio de las AJFP y los trenes del estado. No son poca cosa.

Pero no terminó el proceso privatizador. Tengamos en cuenta que el Gran Capital Transnacional no se toma descanso para hacer la digestión. Las privatizaciones siguen, solo han cambiado de forma. Hay un nuevo tipo de privatizaciones y son otras cosas las que se venden. Es la privatización de la naturaleza.

Mas del 50 % de la superficie cultivable de la Republica Argentina esta alquilada para producir soja. Digo alquilada porque... ¡la tierra no se vende! La Cordillera de los Andes es la feria de minerales más grande del mundo. Lástima que los Estados Sudamericanos no participamos de la feria y solo somos invitados a juntar la basura al final de la panzada de los Estados Norteamericanos. Canadá es Norteamérica por si no queda claro.

No solo se llevan groseramente la riqueza en camiones, trenes y barcos ajenos. También, para sacar las riquezas más rápido, utilizan métodos profundamente contaminantes. Los venenos son para nosotros, las riquezas son ajenas. Como en la publicidad del desodorante de ambiente van a cagar a la casa de Carlitos, que viene a ser nuestra casa.

Para extraer el oro y otros minerales de un saque dinamitan las montañas y después juntan las piedritas en una pileta gigante de cianuro para que les quede el mineral “limpito” para la exportación. El tema es que, como a cualquier pileta de vecino, a estos piletones con cianuro también se le hacen rajaduras en el fondo y toda la solución cianurada se filtra en la tierra y va a parar al río.
¿Por qué los funcionarios de la provincia de San Juan defienden a la Barrick Gold? Claro, me olvidaba, son peronistas y defienden las fuentes de trabajo.

Hete aquí que para dirimir esta compleja situación sean de enorme utilidad las ideas ecológicas de Juan Domingo Perón que parecen no tener mucha incidencia en los funcionarios provinciales, ni siquiera cuando el Papa Francisco ha actualizando su mensaje ambiental a nivel mundial y en cualquier foro que se presente. El mensaje del Papa no llega a los funcionarios sanjuaninos.

Juan Perón - líder de muchos dirigentes sanjuaninos que exhiben elocuentemente su foto en los despachos - dejó en claro que: "Los amantes de la plata dulce llegan a endeudar a sus países en beneficio de una verdadera usura internacional. Si esta causa de endeudamiento ignominioso es inaceptable, no lo es menos la forma en que nuestros países son descapitalizados mediante el cuento de la radicación de industrias o establecimientos comerciales."(J.D. Perón, América Latina, Ahora o Nunca, 1973)

La descapitalización hoy se da en forma de extracción de recursos. No son industrias productivas nomás las que se radican en nuestro territorio. También se radican industrias extractivas. La inmensa riqueza mineral de nuestro suelo se va para no volver más. Riqueza mineral del suelo pampeano (la soja también es minería a cielo abierto) y riqueza mineral de la Cordillera.

La contradicción está planteada entre defender los intereses materiales - salariales de los empleados de Barrick Gold o proteger el derecho de proveerse de agua sana de los agricultores y vitivinicultores sanjuaninos. Agua, agricultura y vino para los sanjuaninos o capacidad de consumo en las filas de los locales de Frávega y Garbarino.

Los puestos de trabajo que genera la minería canadiense son puestos de trabajo que sirven al lucro de una empresa transnacional y de ninguna manera contribuyen a la realización de la Nación Argentina. No son y nunca podrán ser los intereses canadienses parte de una estrategia nacional de desarrollo. Esos puestos de trabajo no contribuyen a la realización del destino de la nación. Solo se justifican por los intereses materiales producto de las migajas que dejan los  empresarios canadienses en la región.

Los empleados de la Barrick - incluimos en esta categoría a algunos funcionarios -parecen estar empeñados en un nuevo eslogan: ¡Destripemos a la abuela!  Saquemos cada una de sus valiosas tripas y exhibámoslas en el mercado internacional de commodities. Las tripas de la abuela valen mucho en el mercado internacional.
Este y no otro es el espíritu del Modelo Extranjero de Desarrollo. La vieja todavía puede que tenga órganos andando.

La abuela Pacha proveerá.

* Sociólogo, coordinador de la Cátedra Libre “América Latina Ahora o Nunca” y  del blog “ecoperonismo”