Chino Navarro: "Este proceso sin lucha no va a avanzar"

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Néstor (Kirchner) y Cristina (Fernández) luchan donde hubo luchas antes, ahí es donde pudieron avanzar con mayor rapidez. Más allá del 54%, que es absolutamente relativo, que por supuesto nos da un plafón y un consenso importante pero que en esta sociedad de minuto a minuto, porque el capitalismo salvaje a impuesto una lógica casi como cuando uno calcula el rating en la TV, también la política se ha tornado minuto a minuto y eso a veces es peligroso porque perdemos de vista lo estratégico.

Sabemos las cuestiones pendientes y las tareas. Las tareas son más unidad, más organización. Éste es un brindis del Movimiento Evita pero el Movimiento tiene sentido si es parte de algo mayor. Por eso somos constructores igual que otros sectores de la Corriente Nacional de la Militancia. Ese espacio es insuficiente, tenemos que ir por más, construir una unidad más amplia, porque en lo formal es obvio que el debate se va a dar dentro del movimiento (nacional) porque no hay oposición, pero desde la perspectiva estratégica la oposición sigue estando y ella no mide en votos ni en porcentaje de adhesión cuando se hacen encuestas porque son los grupos económicos y ellos miden rentabilidad.

Tenemos que construir una gran unidad para enfrentar a ese enemigo que es más poderoso que nosotros, tiene más tiempo y más plata que nosotros, tiene más experiencia en administrar el poder. El desafío es cómo construimos esa cohesión militante, organización y movilización, porque no alcanza con el Congreso. Filmus nos explicará qué fue este raid de leyes que se votaron, incluso en donde interviene el GAFI. Tenemos que animarnos a discutir, con inteligencia y la responsabilidad que eso implica.

Pero esa mayoría si no está sostenida en la calle, y no quiero parecer nostálgico porque pareciera que con los medios, la TV, la estructura  solo alcanza, y sabemos que no es así. Si no está sostenida en la calle, la batalla definitiva no la vamos a ganar. El 54% va a ser un poder determinante cuando se exprese en organización en los sectores populares, en organización, en formación en movilización y en unidad. Porque tenemos que reconocer que nos lleva más tiempo analizar nuestra propia interna, hablo del Evita y de fuerzas hermanas, que lo realmente importante que es cómo construir unidad para enfrentar a ese enemigo.

Fueron tan intensos estos tres últimos años que empieza a tensionarse la pelea, es donde aparecen en un número que no podemos soslayar compañeros que caen peleando, como el accionar de la policía en Buenos Aires y el resto de las provincias. El compañero Ferreyra luchando por el ferrocarril y lo de Christian por la tierra en Santiago, los compañeros del Parque Indoamericano, José León Suarez, los Qom en Formosa, los compañeros en Río Negro, y eso de 2008 para acá. Es decir, todo lo que aún tenemos que resolver para construir una Argentina justa que es lo que está en juego cuando hablamos de organización, militancia, unidad.            

Tenemos una gran responsabilidad. La mayoría de los que estamos acá somos militantes, cuadros políticos, no podemos volver a cometer los errores de deleitarnos en discusiones vanas, en aspectos formales de esta coyuntura. Cuando la compañera presidenta nos dice que contemos con ella para lo que falta, y nosotros le respondemos, “presidenta, cuente con nosotros”, para hacer realidad esa idea fuerza, la pelea interna o el debate estéril no puede tener lugar. Discutamos si es necesario con espíritu crítico las cuestiones que consideramos, para rectificar o que aún no estamos llevando a la práctica como creemos que hay que llevarla. Porque este proceso sin espíritu crítico y sin lucha tampoco va a avanzar.

Por eso hacía una reseña de cómo avanzaron Cristina y Néstor después de la derrota de 2008 en la 125 y la electoral del 2009: hacia delante, peleando. Y nos han enseñado además la lucha del Pueblo argentino, ellos encarnan lo mejor de nuestro pueblo en estos últimos años, pelear, ir hacia delante. Y así se ha ganado y se ha perdido, y hay alegrías y hay derrotas. Y este momento histórico no lo podemos desaprovechar.

Tenemos que hacer un gran esfuerzo. Se han señalado algunos pendientes, debe haber más obviamente, la de los chicos en la esquina y no trabajan ni estudian, los cientos de familias sin vivienda, los trabajadores informales, la economía informal que nosotros llamamos economía popular. El 35% de nuestros trabajadores están en la informalidad. Debe ser nuestro gran desafío, de acá hasta 2015 o hasta que lo resolvamos.

En este 2012, quizá debamos rediscutir en un mundo que ha cambiado los medios de producción y cómo se acumula la riqueza en el capitalismo, un capitalismo en crisis, todos sabemos lo que pasa en Europa y Estados Unidos y cómo eso incide en el mundo, me parece que esto no se puede minimizar la incidencia como elemento dinámico para catalizar luchas y objetivos en el seno del movimiento popular, que hoy están dando los sectores informales, y si no basta con ver cuáles son las peleas más agudas, que están apuntando cuestiones más centrales y más duras en las últimas semanas en nuestra patria. Lo de Santiago del Estero es un ejemplo. Ahí los compañeros están poniendo el cuerpo para disputar qué hacemos con la tierra. Y va más allá de la muy buena ley de tierras que elevó el Poder Ejecutivo al Congreso. Que tiene que ver con la producción de la tierra.

Y cuando se debate en cualquier otro lugar de la patria, el tema de los vendedores ambulantes, sean los manteros o en La Salada, estamos discutiendo informalidad. Compañeros que están muchísimo mejor que algunos años, basta con ir a cualquier barriada y ver alegría, que la gente está en la calle, que se toma un mate, una cerveza en la vereda, que los negocios venden… Pero esos compañeros, si bien están mejor, aún no están incluidos. Ese 35% también expresa un aporte importante al PBI y nuestro desafío es ver donde hay lucha, donde hay conflicto cómo lo podemos resolver desde el Estado, desde la política, para incluirlo en un marco gradual. Está presente el compañero (Alejandro) Pitu Salvatierra que en él se expresa no solamente el Indoamericano, si no todas las peleas de tierra para vivir.

Y ahí es donde debe estar el FpV para aprender y juntos con esos compañeros organizar ese instrumento de lucha y enmarcarlo en una cuestión nacional, estratégica, que es lo que le hace falta a esta etapa: un instrumento político que exprese organización, movilización y que tenga sentido en lucha, que vaya más allá de la feria de vanidades o de las legítimas aspiraciones de unos u otros compañeros. Lo que a nosotros nos motiva como objetivo, más allá de estas ambiciones lógicas, es el construir una patria justa.