Paula Mónaco Felipe: "Nada es sencillo en México, menos siendo vecino de Estados Unidos"

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Paula Mónaco Felipe: "Nada es sencillo en México, menos siendo vecino de Estados Unidos"

20 Diciembre 2018

Por Salvador García

Paula Mónaco Felipe es periodista independiente, nacida en Argentina pero residente en México desde el año 2004. Autora del libro Los 43 de Ayotzinapa, comenzó en el periódico La Jornada (2004-2012), fue corresponsal en México de la cadena TeleSUR (2012-2014) y lo es actualmente del periódico El Telégrafo, de Ecuador. Ha colaborado en las ediciones mexicanas de las revistas Soho, Rolling Stone y Newsweek, así como en medios argentinos y producciones audiovisuales. AGENCIA PACO URONDO conversó con ella sobre el nuevo escenario político de México, a raíz de la llegada de Andrés Manuel López Obrador al gobierno.

Agencia Paco Urondo: ¿Cuál fue el recorrido político de Manuel López antes de llegar a la presidencia? 

Paula Mónaco: Andrés Manuel López Obrador es un tipo que tiene décadas en la política mexicana, prácticamente toda su vida la ha dedicado a la militancia política, no es para nada un improvisado, no es nuevo, es alguien que de verdad lleva toda su vida en esto. Es originario de una provincia que se llama Tabasco que es una provincia en parte petrolera. Recordemos que México nacionalizó su petróleo con una empresa estatal, entonces es una provincia que tenía mucha movida en torno a los temas petroleros. Andrés Manuel López Obrador empezó en ese mundo, en Tabasco, en la política, empezó como todos los que hicieron política en México desde hace más de 30 años, en las filas del PRI, en el partido único por décadas, tiene un inicio en el PRI. Pero hay que tener cuidado que eso no significa necesariamente condenarlo, porque hubo épocas en México donde no había otra opción política, el PRI era lo único que existía, hasta que después se creó el primer partido con tendencia de izquierda que fue el Partido de la Revolución Democrática, el PRD, y Andrés Manuel López Obrador se fue hacia ese partido y entonces viró hacia la izquierda.

Con ese partido fue candidato a la presidencia en el 2006 y también fue candidato a la presidencia en una alianza que formó ese partido en el 2012. Después del 2012 decidió abrirse por completo del PRD y crear un partido que no es su partido, sino que él lo encabezó, que se llama Movimiento de Regeneración Nacional, MORENA. Y creo que el nombre de Movimiento no le queda grande porque desde el año 2006, desde el primer fraude, miles de mexicanos salieron a las calles de la capital, tomaron las calles de la capital por semanas, las calles más importantes y el Zócalo y ahí se fue gestando realmente un movimiento en el cual López Obrador era el único líder. El líder indiscutido, con una fuerte base social desde el 2006 hasta el 2012, 2014, más o menos, trabajó mucho en sus bases, en la militancia barrial, en pequeñas charlas, denunciando a autoridades en distintos lugares, en un trabajo y una militancia sin fines de lucro, una militancia contra el fraude primero y por construir otro país, que el mismo nombre lo lleva: Movimiento de Regeneración Nacional, que ahora llevó a López Obrador a la presidencia.

El cargo público importante que ocupó antes de ser presidente, fue ser alcalde de la ciudad de México. Un alcalde que fue muy popular, que tenía mucha credibilidad, mucha fuerza y esa misma fuerza al mismo tiempo lo iba marcando ya como presidenciable y fue encontrando enemigos de ese tamaño. Así fue como creció su imagen y lo desaforaron, le hicieron un juicio político por haber abierto una calle para un hospital. En esas causas inventadas, el poder político de turno le quitó los fueros, lo sacó del gobierno de la ciudad de México, le fue poniendo piedras en el camino que era claramente su carrera hacia la presidencia de México, pero eso no hizo más que retrasar lo que era inevitable, porque es un tipo que es un líder natural, que tiene mucho respaldo, que hay generaciones que lo siguen, por ejemplo, la generación de los adultos mayores que es su base inamovible, la gente que lo defendía a muerte. Y en esa última campaña electoral supo conquistar a otra generación que estaba completamente olvidada por la clase política, que es la generación de votantes más jóvenes, los más jóvenes son los que le dieron el triunfo a López Obrador. Dicen que siempre son apáticos, no les interesa la política, los milenials son los que decidieron que López Obrador era quien los representaba y que se atrevía a ese cambio que otros mexicanos antes no se habían atrevido. 

APU: Ahora que asumió, una de las primeras medidas que tomó fue la Ley de Remuneraciones, que reduce la cantidad de dinero que puede ganar un funcionario público a 108 pesos mexicanos (poco más de 5200 dólares). Esta iniciativa ha tenido un fuerte rechazo de la Suprema Corte de Justicia en principio. ¿Qué posibilidades hay de que esta iniciativa se transforme en realidad y qué consecuencias puede llegar a tener en términos de la gobernabilidad y la política?

PM: Eso es lo que se debate en todas partes, lo que está en boca de todo el mundo y es un tema súper interesante que se está discutiendo. ¿Cuánto es lo que debe ganar la clase política? ¿Hasta dónde es digno? Creo que acá no hay una discusión, más bien hay un interés de conocer detalles y de difundir detalles que antes unos pocos medios divulgaban sobre cuánto gana la clase política. No he escuchado a nadie que defienda a los que se han amparado para que no les bajen el sueldo. Y más que la clase política los que están mostrando su nivel de cinismo es el poder judicial, los jueces de la Suprema Corte, algunos jueces y magistrados son los que se han amparado para que no les bajen el sueldo. ¿Y de qué sueldo estamos hablando? Un magistrado de la Suprema Corte de Justicia está ganando alrededor de 500 mil pesos mexicanos, esos son casi 17 mil pesos por día, 894 dólares por día y el salario mínimo en México es de 88 pesos por día (el dólar está a 20.40)

Los únicos que están defendiendo eso son ellos. La gente en redes sociales y la prensa está compartiendo, hablando, indignándose por informaciones que antes eran secretas o que circulaban en muy pocos medios. Incluso era hasta mal visto andar hablando de esos temas. No es que haya una oposición a lo propuesto por López Obrador, los que están ganando eso son los que se están oponiendo, no he escuchado a nadie que los defienda. Lo que sí está pasando, que creo que es un fenómeno súper interesante desde el día en que ganó López Obrador, es que hay un regreso de la política a la opinión pública, a la plaza del pueblo, a las comidas de las familias, se están volviendo a discutir de política y eso es maravilloso porque eso muestra que nos sigue corriendo sangre por las venas en este país y que no sólo sigue corriendo sangre en las calles y que miremos que eso está pasando.

A mí me da mucha alegría ver que todo el mundo habla de todo, que si dicen vamos a cancelar el proyecto de aeropuerto, todo el mundo opina del aeropuerto, que si López Obrador dice que se va a bajar el 60% del sueldo y nadie puede ganar más que el presidente, todo el mundo habla de eso. Estamos al punto de algo que yo hace muchos años no veía en México, que se habla de las leyes que se están debatiendo en ese momento en diputados o en senadores. A mí eso me parece maravilloso porque siento que estamos recuperando la confianza en que somos sujetos capaces de hacer algo y creo que esa es la parte interesante de estas elecciones.

Nos guste o no nos guste López Obrador, la gente salió a votar masivamente, pero no sólo eso, salió a defender su voto desde el momento en que se abrieron las mesas, defendiéndolo en cada persona que llegaba a votar, controlando el sistema, controlando la forma y eso creo que es curarse de una herida muy fuerte que ha tenido México por 80 años que es el fraude constante. En México mucha gente no iba a votar y no fue a votar porque ¿para qué? Si ya los resultados se definen en otras esferas, con tantas irregularidades como las que hubo en la elección del 2006, que fue un claro fraude electoral.

APU: El tema es, qué correlación de fuerzas va a tener López Obrador para impulsar y hacer realidad las medidas económicas y políticas que quiere hacer, en relación a sus vínculos con el ejército, con las fuerzas armadas. Va a ser una relación compleja.

PM: Sí, nada es sencillo y mucho menos lo es siendo el vecino de EEUU. Es una situación que te limita, por un lado, pero también el tema es, como en la mayoría de nuestros países, los poderes fácticos, los dueños del capital son un actor muy importante, uno de los más fuertes. Si uno analiza todos los primeros meses de las campañas políticas, se destinaban específicamente a convencer a los dueños de México, a los testaferros de los dueños de México, a los nombres aquí de los que son dueños del mundo, de que el país no se iba a desbarrancar con la llegada de López Obrador. Llevamos ya varios días y no se ha desbarrancado y hay tiras y aflojes todo el tiempo, y ojalá siga teniendo esa capacidad de negociación y en esa negociación no se arrastren los derechos de la gente. Por ahora no parece haber ocurrido, pero llevamos muy poco tiempo.

APU: En relación al tema de los capitales, quizás la primera prueba de fuego que va a tener o que está teniendo es cómo resolver el tema de la construcción del aeropuerto, que ha sido tan polémico en términos económicos y medio ambientales.

PM: Sí, el tema del aeropuerto es fuerte, es difícil, pero ha habido una situación que es inédita también: no sólo el que se haga una consulta popular sino el que el resultado de esa consulta, al menos hasta ahora, sea un mandato y que un presidente lo asuma como tal. Porque este no es un aeropuerto cualquiera y no es un lugar al que la gente dijo que no porque sí. Tendría un impacto ambiental muy fuerte ese proyecto, pero además es un proyecto que viene marcado claramente con sangre y con corrupción, porque quien impulsó el primer intento de hacer este aeropuerto en ese lugar fue Peña Nieto cuando era gobernador del estado de México, porque es la provincia donde está el terreno y cuando lo hizo, los comuneros de esa zona que están bien organizados, los comuneros de San Salvador Atenco, se resistieron, dijeron que no, que no querían un megaproyecto destructivo, que era una zona campesina, de tierras ejidales, heredadas después de la Revolución, y a la oposición de ellos Peña Nieto siendo gobernador les respondió con una represión feroz que dejó 2 muertos, mujeres violadas, decenas de heridos, fue como el ejemplo del abuso y la violación a los derechos humanos por órdenes de los capitales, porque la palabra de la gente no importa y si es gente organizada con más razón la aplastaba.

Entonces que el aeropuerto no se haga ahí y que López Obrador lo haya puesto a consulta y que lo respete y ojalá lo siga respetando, es también decir que la gente vale, la opinión de la gente vale y la gente organizada por algo se organiza. Ojalá esto siga así porque siento que es una señal muy buena.

Periodismo y violencia en México

APU: Cambiando de tema, vos sos periodista y sabes lo que implica ejercer ese oficio en México en cuanto a los riesgos ¿en este nuevo panorama cómo se va a proteger la vida de los periodistas para que puedan desarrollar su trabajo libremente y sin miedo, hay cambios desde el gobierno en relación a este tema?

PM: Ejercer el periodismo en México se ha vuelto una tarea sumamente peligrosa porque estamos en una guerra, estamos reportando una guerra, sin estar preparados, sin tener la visibilidad mundial, sin tener las herramientas para defendernos, sin tener quién nos defienda. Pero es una guerra muy particular, porque no es una guerra del estado contra el narcotráfico, es una guerra de fuegos cruzados entre grupos del crimen organizado. El estado mexicano en muchos lugares es lo mismo que el crimen organizado, el estado mexicano en muchos lugares, municipios, provincias, comunidades, es el crimen organizado. Los periodistas estamos en medio de esos fuegos múltiples cruzados, difíciles de identificar a veces. En el gobierno del presidente Peña Nieto hubo 49 periodistas asesinados, del año 2000 a esta parte si no me equivoco van cerca de 150 (tendría que revisar bien el dato). Y uno pensaría desde fuera, que en México el narcotráfico está matando a los periodistas, y lo que está pasando en México es que el 65% de las agresiones, (entendiendo por agresiones no sólo asesinatos, también amenazas, secuestros, ataques físicos, verbales, ataques en redes) proviene de autoridades, de personas que están en el gobierno, en distintas instancias del gobierno, que están en las corporaciones de seguridad, son las que están asesinado, agrediendo, atacando a periodistas. Esta es una estadística de una organización no gubernamental Artículo 19, que es una organización que hace este tipo de estudios. A los periodistas en México nos atacan de todas partes y muchas veces quien nos ataca es la propia autoridad.

Manuel López Obrador ha prometido que se va a acabar la impunidad en los asesinatos de los periodistas y creo que es una buena promesa, falta ver cómo lo va a ejecutar, porque sinceramente no se ve claro ni tan fácil. Buena promesa en el sentido de que no se ve otra manera de cómo frenar esto. Otra manera tal vez sí sería interceder un poco por nosotros ante los dueños de los medios de comunicación, porque los periodistas estamos bastante solos en esto, el gobierno y las autoridades en vez de defendernos nos atacan, y estamos en una situación de mucha precariedad laboral, los medios a los que representamos no nos cuidan, no nos salvan, no nos defienden ni ante problemas legales ni ante amenazas en situaciones concretas y ni siquiera se hacen responsables de los colegas.

Hace unos años fui al estado de Veracruz, que es uno de los estados más golpeados, a cubrir, a acompañar también los funerales de Gregorio Jiménez, un periodista asesinado allá, y los dos medios para los cuales colaboraba y trabajaba como free lance, no pagaron siquiera el funeral, para que te des una idea. Está lejísimos la idea de que los medios nos defiendan cuando ni siquiera nos pagan el cajón el día que nos maten. El desafío en esto es muy grande del gobierno de López Obrador, cómo ejecutar esto que está prometiendo, se requiere también otra postura por parte de las empresas que nos emplean y se requiere también que como gremio nos organicemos, porque no estar organizados es parte de la debilidad.

APU: En este nuevo gobierno ya se habló de crear una Comisión de la Verdad del caso tan conocido, del cual vos escribiste un libro, como es el caso de Ayotzinapa, de los 43 estudiantes asesinados, ¿cómo crees que va a avanzar esta investigación?

PM: Esta investigación es donde tenemos más esperanzas de que avance mucho, porque se dieron muchos hechos que permitieron a la sociedad indignarse y creerse capaces de decir basta y de no permitir que otra vez hicieran fraude y de que continuaran personas como Enrique Peña Nieto en el gobierno de México. Para empezar, creo que es un caso en el cual todos tenemos la vista encima, a ver qué va a hacer López Obrador y es un caso que él ha tomado con mucha decisión y mucha claridad y al asumir el día domingo 1 de diciembre, el lunes 2 por la mañana la primera reunión pública fue con los familiares de Ayotzinapa, para cumplir con lo que les había prometido unos meses antes, en las primeras horas de su gobierno firmó un decreto para crear una comisión especial de investigación, una comisión no ficticia, una comisión con mando, con herramientas, para poder actuar, porque es una comisión conformada por entes externos, respetados a nivel internacional, que merecen la confianza de los familiares de Ayotzinapa por cómo han actuado en estos años. Es el caso de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, el Grupo Internacional de Expertos Independientes y el Alto Comisionado de Naciones Unidas, son tres de los integrantes de esta comisión a la cual López Obrador le dio vía libre para que investigaran, para que llegara a la verdad, y a partir de la verdad buscar justicia.

Creo que hay un tema importante para señalar acá: la mentira y la simulación que, con mucho esfuerzo, con mucho dinero, hizo el gobierno de Enrique Peña Nieto, fue lograr imponer a nivel de México y a nivel internacional, que los estudiantes fueron asesinados, calcinados y desaparecidos sus restos. Nada de eso nos consta, de lo único que tenemos información veraz es que los estudiantes fueron secuestrados y desaparecidos por policías de diversas corporaciones, la mayoría de ellos con uniformes, y se los llevaron. Que los hayan matado no nos consta. Creo que ahí hay una diferencia importante y López Obrador ha sido muy cuidadoso en eso en sus primeras gestiones, de que la primera tarea es llegar a la verdad sobre lo que pasó con los estudiantes, dónde están, cuál ha sido el destino de los estudiantes y quiénes son los responsables. Hay mucha esperanza que se resuelva y las familias le creen a López Obrador, les ha dado elementos suficientes para creerle, sobre todo con una postura franca, abierta y clara, porque no les ha prometido encontrar a sus hijos sino encontrar la verdad como primer paso, y después de eso vamos a hacer lo que se pueda hacer y vamos a llegar a la justicia. Si eso avanzara sería no sólo un logro político para López Obrador, sería un logro de las familias que no han cesado nunca, que han mantenido su reclamo con mucha dignidad en años muy oscuros, y también sería un logro para la sociedad y otra herida que comenzaría a sanar.

APU: Los familiares de la masacre del Actial también interpelaron a Manuel López Obrador para que se pronunciara y ayudara a llevar justicia a este caso que fue hace muchos años pero que sigue abierto. ¿Hay posibilidades de que se avance también en ese caso?

PM: La lista de infamias, masacres, asesinatos, mentiras, es inagotable. De verdad creo que López Obrador y toda la gestión, porque no es él, es un equipo grande que él encabeza, donde hay gente de muy dudosa honorabilidad y otra gente increíblemente capaz y comprometida porque la hemos visto pelear en la calle todos estos años. En el equipo hay de las dos cosas. Para todos ellos hay un desafío enorme en torno de la impunidad, porque este es un país de mucha corrupción, mucha impunidad, a niveles impensables. Actial lo ha pedido, la guardería de ABC lo ha pedido, un montón de víctimas lo ha pedido y creo que todas tienen derecho a encontrar verdad y justicia. Ojalá alcancen los seis años, ojalá la decisión política también alcance, la fuerza alcance, porque de verdad todos son igual de importantes, no es que Ayotzinapa sea más importante que otros. Ayotzinapa es el caso emblemático, pero creo que, si no se resuelven todos los posibles casos, será un fracaso.

APU: Se habló de liberar a presos políticos, algunos vinculados a los gremios docentes y otros vinculados a otros espacios. ¿Cómo se está viendo ese tema a nivel social, qué se dice de eso?

PM: El día del ascenso fueron liberados dos integrantes de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación, que es la disidencia del gremio magisterial, que es un gremio muy poderoso en México, y es una disidencia con mucha trayectoria y mucha fuerza, pero también muy estigmatizada en años anteriores. Creo que es un tema también interesante de ver: todo lo que antes no se hablaba, todo lo que antes se denunciaba en pequeños grupos, que parecía que una tiraba palabras al viento en medio del desierto, que nadie iba a escuchar, ahora no sólo está en las noticias, está en las preocupaciones de los primeros temas que están impulsando los integrantes del nuevo gobierno y todas las autoridades y cada uno es una esperanza más que se enciende.

Creo que estos meses son de mucha esperanza, lo hemos visto, la gente tiene no una fe ciega, tiene esperanza y sabe que tiene que presionar y exigir por todo lo que se les debe porque la deuda acá en México es muy grande, la deuda moral, la deuda política, la deuda social, la deuda de dignidad. La que está impulsando este tema de la liberación de presos políticos es Nestora Salgado, Nestora fue comandante de la Comisión Comunitaria de Olinalá, un pueblo del estado de Guerrero, fue perseguida políticamente por su participación, por ser una líder comunitaria nata, por tomar las carencias que el estado no hacía, por corrupto. Y Nestora, que estaba prácticamente en la clandestinidad hasta hace algunos meses, perseguida por el PRI y por los gobiernos de Guerrero, fue la primera senadora en la lista de López Obrador y ni bien asumió empezó a mover causas como ésta y eso es muy bueno, porque no todo debe recaer en López Obrador, todos los demás desde su lugar tienen que dar la pelea para hacer de México un país más justo y si se consigue la liberación de los presos políticos va a ser un acto importante.

APU: En el tema migratorio, en concreto la Caravana de Migrantes, que todavía está en México. ¿Qué va a pasar, hay alguna política de gobierno en relación a eso? Porque seguramente van a seguir llegando migrantes de Centroamérica.

PM: Llevamos apenas doce días de gobierno, hay temas que empiezan a generarse, temas de políticas o que se toman decisiones, decretos, se revierten leyes, para las acciones también hay que ir dando margen, no ha habido una pausa, todo viene con ímpetu, y del tema migratorio no sabemos mucho. Lo que sabemos es que López Obrador les prometió a todos los migrantes que quieran venir a México en este tiempo, les va a ofrecer visas de trabajo para quien se quiera quedar aquí y el día de ayer la Secretaria de Gobernación Olga Sánchez Cordero, anunció además el inicio de un Plan de Repatriación Voluntaria para aquéllos que se quieran volver, porque al llegar a México, al llegar a Tijuana y encontrar que no está tan fácil cruzar el muro, algunas familias sienten que es peligroso y ya no quieren cruzar y quieren regresarse a su casa pero no tienen los medios para hacerlo. Entonces para algunas personas, para los que quieran, supuestamente, y esperemos que en ese voluntario no haya una trampa y no deporten contra su voluntad a nadie, hay ese primer anuncio de ofrecer visas de trabajo, pero todavía no han comenzado a ejecutar.

Sin duda es un panorama alentador para los migrantes, pase lo que pase, porque en el gobierno de Enrique Peña Nieto ni siquiera había menciones públicas al tema y en ese gobierno como en el de Felipe Calderón, lo que hizo México fue trasladar, a pedido de Estados Unidos, la frontera norte hacia la frontera sur, es decir, empezar a fungir como un filtro, trabajar para Estados Unidos, hacerle el trabajo sucio de cazar a los migrantes a lo largo del territorio mexicano. Eso, al parecer, no va a seguir. Todavía no lo hemos visto en lo concreto, no hemos visto que retiren a los agentes de migración de las carreteras donde andan cazando gente, no hemos visto que se cierren las Estaciones Migratorias, pero ayer la Secretaria de Gobernación fue a visitar de sorpresa a una en Iztapalapa, en la ciudad de México, para ver cómo eran las condiciones. Dijo que no le gustaban nada las condiciones, que va a empezar la repatriación voluntaria y esperemos que pronto anuncie el cierre de esos lugares infames, que son cárceles.

APU: ¿Cuáles son los principales desafíos de López Obrador en esta realidad de México? ¿Cuáles son los temas que más preocupan al pueblo mexicano?

PM: Redistribuir la riqueza, terminar con la corrupción y frenar la violencia, creo que son los tres principales desafíos. En este frenar la violencia hay un tema muy complicado y un poco escabroso en este inicio de gestión, que son las tareas de seguridad. Andrés Manuel López Obrador, contrario a lo que dicen los activistas, los estudiosos del tema y grupos de organizaciones no gubernamentales han denunciado en los últimos años, lo que también los familiares han denunciado, que la militarización de las tareas de seguridad es un elemento que aumenta la violencia, que han sido responsables de la violación a los derechos humanos. López Obrador ha anunciado la creación de una Policía Nacional que es una suerte de Gendarmería, que todavía no está muy claro, pero que al parecer va a mantener militarizadas las tareas de seguridad internas. Y ese es un muy mal indicador en el cual muchos estamos alertas y preocupados, porque es indisociable, es decir si no se acaba la militarización de las tareas de seguridad no va a disminuir la violencia.

Entre todas las esperanzas que están alimentándose en estos días, un punto de preocupación creo yo para muchos, es el de la seguridad, de que siga en manos de militares y que siga el país muy militarizado. Ese es un tema creo, de los que nos tienen más alertas hoy en día. 

APU: ¿Cuál ha sido el acercamiento que ha tenido López Obrador con los movimientos sociales en este último tiempo y, especialmente, con los movimientos indígenas, el zapatismo, pensando también que para poder gobernar va a tener que seguir explotando recursos naturales y eso puede crear conflicto con algunas comunidades rurales?

PM: López Obrador ha tenido acercamiento con algunos movimientos sociales, con algunos movimientos políticos, con algunas organizaciones de base de provincia, grupos de todos los tamaños y tipos, con los gremios disidentes que son muy pocos, pero con los pocos que hay sí ha tenido acercamientos, en el caso del magisterio disidente, pero no ha tenido acercamiento con el movimiento indígena en torno del Consejo Nacional Indígena que no son todos los indígenas de México, pero sí los más organizados, los más visibles, ni con el Ejército Zapatista de Liberación Nacional ni las organizaciones afines al zapatismo.

Y no sólo no ha tenido acercamiento, tienen una ruptura histórica desde el 2006 en adelante se han distanciado, se han enemistado, a veces en el discurso, sobre todo del lado del zapatismo hacia López Obrador, él no refiere tanto a ellos como ellos a él, y el Comandante Galeano, el Sub Comandante Marcos lo ha cuestionado mucho en diversas oportunidades, no son aliados, no son parte de lo mismo, pero bueno no son ellos tampoco todo el movimiento indígena ni todos los movimientos sociales de México.

Lo que sí creo importante de tener en cuenta es que Andrés Manuel López Obrador no es ni un líder de izquierda, ni una persona que defienda una ideología de izquierda a la manera tradicional, a la manera de las últimas décadas. López Obrador como líder y su proyecto representan una ideología de centro-izquierda, no de izquierda y esto creo que hay que tenerlo en cuenta a la hora de cómo analizamos lo que dicen y lo que hacen y a la hora de pensar qué expectativas se generan.

Entre sus principales eslóganes, preocupaciones y objetivos se cuelan ideas que tienen que ver con ideologías de izquierda, como es uno de sus principales eslóganes de siempre como es: primero los pobres, pero eso no significa que López Obrador no sea alguien también un poco más moderado. Es una persona que igual habla de que está a favor del libre mercado, pero al mismo tiempo dice que el neoliberalismo fracaso y no es un modelo sustentable. Entonces creo que es una persona que no entra, y su proyecto, y la gente que lo está acompañando por lo menos por ahora, no entra en las ideas de izquierda, está más cercano a la centro-izquierda, aunque tal vez algunas expresiones lo dejan fuera de lo que sería el centro. Entonces estamos ante un nuevo estilo que se está definiendo, que veremos hacia dónde va.

APU: ¿Qué posibilidades reales hay de que Peña Nieto sea llevado ante la justicia en México por delitos de corrupción y violencia estatal?

PM: Creo que si va a ir preso Peña Nieto o no y otros corruptos es todavía una incógnita muy grande. Por un lado, la Corte Penal Internacional tiene todos unos requisitos legales, formales, legaloides, que no sé sinceramente cómo está elaborada la denuncia que presentaron, no sé si procederá o no procederá, pero por otra parte no hay que ser ingenuos, en la Corte Penal Internacional hay intereses políticos que juegan dentro y alrededor, como sea, no se juzga a cualquiera así, a la primera.

Independientemente de eso y más allá de eso, en México hay como un deseo muy grande de que se frene la corrupción, de que termine la corrupción, de que vayan presos los corruptos, pero hay una gran incógnita de si será éste el gobierno que lo haga, porque aunque Manuel López Obrador uno de sus principales emblemas ha sido el fin de la corrupción, el pelear contra la corrupción, no permitir más corrupción, prevenir la corrupción, lo cierto es que al asumir en el Congreso mexicano y en su primer discurso como Presidente en el Zócalo dejó abierta la puerta a una posible amnistía hacia atrás, una idea de reconciliación que no fue para nada bien vista entre las personas, entre el público, fue muy criticado en redes sociales en esas primeras horas.

Pero también es real que enjuiciar o no enjuiciar no estará en las manos específicamente de López Obrador sino de muchas otras personas y creo que ahí hay esperanzas de que sí haya castigo a corruptos en figuras como la nueva encargada de ese tema que es Irma Eréndira Sandoval, que es la Secretaria de Estado de ese tema, la Secretaría de la Función Pública. Ella es una mujer que viene de una familia de militantes como son los Sandoval, del Estado de Guerrero, de varias generaciones militantes, pero además una experta internacional en el tema de corrupción. Hay mucha esperanza de que la gente en torno a López Obrador sea la que lleve a la cárcel a Peña Nieto y demás corruptos. Creo que es un tema que preocupa mucho, en el cual se quiere justicia, la gente tiene sed de justicia, todavía no sabemos qué vaya a pasar.

APU: Ahora que ya cambió el gobierno, hay una iniciativa que se presentó en La Haya, en la Corte Penal Internacional, para juzgar a Peña Nieto por casos de corrupción y de crímenes de lesa humanidad. ¿Hay posibilidades de que esta iniciativa siga avanzando y cómo incidiría esto en la gobernabilidad de México, en la relación de MORENA con el PRI, y qué dice la gente en la calle en relación a esto?

PM: Es un tema que todavía no ha tenido tanta repercusión aquí y yo no me atrevo a vaticinar si va a avanzar o no va a avanzar, porque que la Corte Penal Internacional tome o no un caso depende de muchos factores, en principio de formas legales, si está bien presentado el caso, si es oportuno el momento, si está bien documentado, un montón de formalidades legales, pero también y no hay que ser ingenuos, depende de muchas voluntades políticas, de tiempos políticos que se definen, aunque muchos lo oculten, en mesas chicas, de gente de mucho poder. No sé, sinceramente, si prosperará, no sé si irá a la cárcel Enrique Peña Nieto, no sé quién irá a la cárcel.