El escenario Chileno, por Jorge Tribó

El escenario Chileno, por Jorge Tribó

21 Octubre 2011

Quizás, el hecho de que Chile sea un país hermano con el que tenemos un obligado destino común de grandeza, o por no traer al presente estériles o fraticidas confrontaciones, de las que no queremos revivir en el imaginario popular de nuestros pueblos, o porque por fin, desde ambos lados de la cordillera decidimos integrarnos (fundamentalmente, a través de una infraestructura común) algunos preferimos guardar un discreto silencio sobre lo que acontece en Chile (hasta ahora).

Pero el hecho real, es que los acontecimientos se precipitan y  que las barricadas se apoderan de Santiago, las marchas multitudinarias se multiplican e intensifican en el tiempo y los cacerolazos inundan las noches de las principales ciudades chilenas, todo remite a un escenario que los argentinos ya hemos vivido y sabemos como termina.

Desgraciadamente, la verdad hay que decirla aunque duela, el proyecto neoliberal del gobierno de Piñera no es ni viable, ni sostenible en el tiempo, la educación y la salud de mercado han llevado al endeudamiento y a la desesperación de las familias de Chilenas.

Al igual que las llamadas guerra del gas y del agua en Bolivia y que terminaron con varios gobiernos de este país, pareciera que el pueblo chileno le declaró la guerra al gobierno de Piñera y el oxigeno político del poder, se está acabando.

¿Qué hará el presidente chileno?, ¿reprimir y aumentar la ira popular?, esta alternativa redundaría en un pasaje seguro al helicóptero presidencial y un retiro obligado de la casa de la moneda.

Otra posibilidad, es que predomine la actitud corporativa en las FFAA y FFSS chilenas y se abroquelen con Piñera al poder, o algo peor, intenten un tardío golpe de estado, lo que podría precipitar a Chile al abismo de la guerra civil, cosa que la UNASUR debería por todos los medios, tratar de evitar que ocurra.

Lo mas saludable para Chile y su pueblo (al menos creo yo), es la convocatoria a elecciones anticipadas (como ha ocurrido tantas veces en Europa) y que el mismo pueblo decida en las urnas, quienes deberían sacar del actual laberinto a un Chile que todos queremos próspero, justo y soberano.