El escenario Chileno, por Jorge Tribó
Quizás, el hecho de que Chile sea un país hermano con el que tenemos un obligado destino común de grandeza, o por no traer al presente estériles o fraticidas confrontaciones, de las que no queremos revivir en el imaginario popular de nuestros pueblos, o porque por fin, desde ambos lados de la cordillera decidimos integrarnos (fundamentalmente, a través de una infraestructura común) algunos preferimos guardar un discreto silencio sobre lo que acontece en Chile (hasta ahora).
Pero el hecho real, es que los acontecimientos se precipitan y que las barricadas se apoderan de Santiago, las marchas multitudinarias se multiplican e intensifican en el tiempo y los cacerolazos inundan las noches de las principales ciudades chilenas, todo remite a un escenario que los argentinos ya hemos vivido y sabemos como termina.
Desgraciadamente, la verdad hay que decirla aunque duela, el proyecto neoliberal del gobierno de Piñera no es ni viable, ni sostenible en el tiempo, la educación y la salud de mercado han llevado al endeudamiento y a la desesperación de las familias de Chilenas.
Al igual que las llamadas guerra del gas y del agua en Bolivia y que terminaron con varios gobiernos de este país, pareciera que el pueblo chileno le declaró la guerra al gobierno de Piñera y el oxigeno político del poder, se está acabando.
¿Qué hará el presidente chileno?, ¿reprimir y aumentar la ira popular?, esta alternativa redundaría en un pasaje seguro al helicóptero presidencial y un retiro obligado de la casa de la moneda.
Otra posibilidad, es que predomine la actitud corporativa en las FFAA y FFSS chilenas y se abroquelen con Piñera al poder, o algo peor, intenten un tardío golpe de estado, lo que podría precipitar a Chile al abismo de la guerra civil, cosa que la UNASUR debería por todos los medios, tratar de evitar que ocurra.
Lo mas saludable para Chile y su pueblo (al menos creo yo), es la convocatoria a elecciones anticipadas (como ha ocurrido tantas veces en Europa) y que el mismo pueblo decida en las urnas, quienes deberían sacar del actual laberinto a un Chile que todos queremos próspero, justo y soberano.