Movilización multitudinaria en contra de la violencia de género

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Movilización multitudinaria en contra de la violencia de género

29 Noviembre 2016

 

Por Michelle Krawchik

Cada 25 de noviembre se conmemora el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, en honor a las hermanas Mirabal —Minerva, Patria y María Teresa— de origen  dominicano, quienes fueron asesinadas brutalmente durante el gobierno del dictador Leónidas Trujillo. Este año los resultados son abrumadores: una mujer es asesinada cada 30 horas en Argentina, según un relevamiento nacional realizado por la organización MuMaLá - Mujeres de la Matria Latinoamericana. En octubre esta cifra ascendió: se registró una muerte cada 20 horas.
 
El viernes amanece nublado, luego el sol se hace ver y el calor abruma las calles de Buenos Aires. La marcha está pactada para las 17 h en el Congreso. Rivadavia está cortada parcialmente. Algunas agrupaciones se hacen ver flameando sus banderas y cantando en busca de la eliminación de la violencia contra las mujeres.
 
A las 17:15 h los bocinazos empiezan a sonar, pero no a favor de la marcha. Una mujer rubia toca bocina desde su Volkswagen Gol al mismo tiempo que repudia la marcha con enojo. 
 
A su costado pasa Diana, una chica en sus veintes, que camina con muletas porque su pierna está inmovilizada. Agustina está a su lado con un cartel que dice “No somos objeto, somos personas”. Ambas marchan porque su historia las marcó. “Marcho porque sufrí violencia de género y por suerte me pude separar, y hoy estoy acá porque las mujeres no merecemos sufrir, ni ser maltratadas”, cuenta Diana.
 
A las 17:33 h la avenida se corta totalmente y los bombos se escuchan de fondo. Las agrupaciones están listas para comenzar a caminar. “Ni una menos! Vivas nos queremos, el Estado es responsable”, dice el cartel que encabeza la columna que quiere llegar a Plaza de Mayo. Está sostenido por más de diez mujeres de distintas espacios. Marta Dillon se prepara con un megáfono para guiarlas.
 
“Marcho por mi propia historia de vida, por las mujeres muertas por femicidios, marcho por nosotras y por todas. El movimiento de mujeres en Argentina es vital, se está moviendo, se está unificando y esta es la oportunidad de demostrarlo. No podemos dejar que nos arrebaten la alegría, es nuestra”, expresa Dillon, y agrega: “marchamos porque nos mueve el deseo y porque tenemos que decirle definitivamente basta a la violencia machista. Basta al orden dominante que significa el patriarcado, que por supuesto está íntimamente ligado al capitalismo. Las mujeres tenemos que estar en la calle porque somos un sujeto político, porque somos la mitad del mundo, sin nosotras no hay utopía posible”. 
 
El sol pega fuerte y los cánticos aumentan, en cantidad y volumen. El tránsito provoca una pausa en la caminata. A los minutos se retoma y comienzan a ingresar en la Plaza de Mayo. Las organizadoras se ubican sobre un escenario en el centro de la plaza, con la Casa Rosada de fondo y, pasándose el micrófono de mano en mano, dicen algunas palabras sobre la problemática. Las oradoras se postulan a favor del aborto legal y seguro, repudian al Estado y piden que se haga cargo, hacen hincapié en la igualdad en todos los aspectos, entre otros temas.