Apareció muerta la militante trans Diana Sacayán

Apareció muerta la militante trans Diana Sacayán

13 Octubre 2015

Diana fue encontrada muerta “con signos de violencia”, según fuentes judiciales, en su departamento de avenida Rivadavia al 6700, en el barrio porteño de Flores. Interviene en la investigación de lo sucedido la comisaría 38 porteña y la Fiscalía de Instrucción N° 4, a cargo de Matías Di Lello. El fiscal está trabajando ahora en el lugar del hecho. Fuentes policiales confirmaron que la División Homicidios investiga a “una persona que entró con ella al edificio”, e indicaron que llegaron a él a través de un testimonio. "Se investiga un crimen, un homicidio", detalló el portal Infojus Noticias.

Diana Sacayán es muy conocida por su labor militante desde hace años. Defendió su identidad de género autopercibida como mujer trans y apoyó desde su lugar en el Movimiento Antidiscriminatorio de Liberación (MAL) causas como el cupo laboral para personas trans en la cartera pública de la provincia de Buenos Aires. Recibió en 2012 su DNI de la mano de la Presidenta Cristina Fernández de Kirchner.

Su historia es como la de muchas: había llegado de la provincia de Tucumán con sus padres, se había radicado en Laferrére y ahora estaba instalada en Flores. Vivió en la pobreza, se prostituyó, pero se organizó, resistió y la militancia le permitió en 2012 postularse como candidata a ocupar la Defensoría del Pueblo de La Matanza. Había trabajado en el INADI, en el programa de la diversidad sexual. También había colaborado en el suplemento Soy, de Página/12, y en la revista El Teje.

Diana había sufrido dos agresiones que llegó a denunciar. El último, en agosto pasado, con la Policía Metropolitana: había contado que tras ser agredida por un hombre en la calle, llegó la Policía y se la llevaron presa junto a otro activista. La maltrataron, amenazaron y denunciaron por resistencia a la autoridad con lesiones.

"Una policía se acercó cuando oyó los gritos y me quiso esposar. No me preguntó qué había pasado y sin mediar palabra consideró que la esposada debía ser yo. Después los policías empezaron a llegar de todas partes: se bajaron dos de un colectivo, vinieron tres patrulleros y cuatro motos. ¡Eran tres policías para cada una! Cuando me insistían para apresarme uno me amenazó con un aparato para dar descargas, como una picana. Me tiraron contra un colectivo y después volé arriba de un taxi que estaba en movimiento. Una vez que me pusieron las esposas me tenían en el piso con sus botas arriba y me decían que mire para abajo”, declaró en aquella oportunidad.

La agresión anterior había ocurrido en agosto de 2013. Diana contó que un hombre “blanco, alto” le destrozó la cara a golpes en la estación Laferrére, en La Matanza. Y agregó que esa noche cuatro gendarmes vigilaban la zona y detuvieron al agresor, pero terminaron por dejarlo ir. “¡Miren lo que me hizo!”, les gritó con la cara ensangrentada y los agentes de seguridad terminaron por golpearla en las costillas. Solo logró frenar la nueva golpiza, cuando les dijo que trabajaba en el Ministerio de Justicia. Ahí le dijeron: “¡Corré!”. “Eso hice: corrí. Estoy acostumbrada”, dijo. Fue hasta la Comisaría 1ª (a pocas cuadras de la estación) donde quiso hacer la denuncia pero no se la tomaron. “Andá el lunes a la fiscalía”, le dijo el comisario y dispuso que un patrullero la llevara hasta el Hospital Germani. “Acostate, muchachote”, le dijeron quienes la atendieron en el hospital. “Imagínate cómo me sentía. Ni la anestesia me tomó”, lamentó.

A partir de esa primera agresión, se había reunido con funcionarios de la Secretaría de Derechos Humanos para denunciar el accionar de las fuerzas de seguridad y planteó la necesidad de generar protocolos de actuación específicos.

"Basta de crímenes de odio"

Con ese título publicaron el 1 de octubre una solicitada desde el Movimiento Antidisriminatorio de Liberación en el que repudiaron "enérgicamente los crímenes de odio cometidos contra dos integrantes de nuestro colectivo, en el territorio Nacional".

Allí consignaron los casos de dos compañeras travestis: "Una de ellas, Marcela Estefanya Chocobar, de 26 años, Fue vista con vida por última vez el seis de septiembre a la salida de un pub en Río Gallegos, en la provincia de Santa Cruz. El día 14 encontraron un cráneo y varias extremidades calcinadas en un terreno baldío y ayer confirmaron por un estudio de ADN que correspondían a ella". Luego indicaron que en Santa Fe descubrieron "el cadáver de “Coty” Olmos en el suelo junto a la cama, con varios puntazos y cortes en distintas partes del cuerpo y con una bolsa plástica en la cabeza".

Finalizaron el comunicado de hace unos días indicando que "es sumamente urgente que el Estado Nacional genere las políticas publicas y /o legislaciones para dar respuestas a estos crímenes y que puedan ser encuadrados en la legislación Nacional. Nuestra organización tiene un firme compromiso a una respuesta URGENTE de parte de Estado Nacional. Es responsabilidad del Estado llevar adelante políticas públicas LGTBI, en los ámbitos nacionales, provinciales y municipales, para garantizar la inclusión y una ciudadanía plena a toda la sociedad, en articulación con los organismos no gubernamentales, para romper con viejos paradigmas de exclusión y estigmatización. Exigimos un rápido accionar de la justicia para esclarecer estos crimenes de odio por expresión de genero, para poder gozar plenamente de los avances logrados los últimos tiempos con armonía social y en plena liberrtad".