Agenda pendiente: cuando gobernar es urbanizar

Agenda pendiente: cuando gobernar es urbanizar

20 Julio 2015

Por Tecnopolítica

Hace unos 150 años se decía que Gobernar, en la Argentina, era poblarla. Perón decía unos 100 años después que Gobernar era crear trabajo. Y hoy podemos definir, sin el menor temor de equivocarnos, que Gobernar, es urbanizar.

Argentina es sino el único, al menos el primer país del mundo constituido "para todos los hombres del mundo que quieran habitar su suelo", pero en donde, cosa extraña, no se hizo todavía un Plan Nacional de Urbanización. Los porqué son complejos. Y tal vez su discusión no sea la forma de resolver el tema.

Por lo que no queremos invitar a discutir quien es culpable de tamaña falta, sino de poner a foco su necesidad. Su pertinencia histórica y su factibilidad socio cultural, económica y política.

Si gobernar fue poblar. Si gobernar fue crear trabajo. Hoy, con la mitad de la población sin casa propia y digna, gobernar es urbanizar.

Como se urbaniza:

No hablamos de cómo (con tilde). No es una pregunta. Es una afirmación. Hablamos de como urbanizar. No porque sea la única manera sino porque esta manera es una de las posibilidades y será cuestión de que otros tengan formulas mejores, pero que se deje de pensar que la falta de espacio urbano para todas las familias, es algo natural.

Lo natural, en un país de la riqueza territorial de la Argentina y con la población relativamente escasa que tenemos, no es que la mitad de las familias sufran privaciones de urbanización y vivienda. Lo natural es que cada familia tenga una casa digna y propia, en una ciudad próspera y ordenada. 

Por lo tanto el como, empieza por la des naturalización de la escasez.

Y como sigue:

Hoy tenemos aproximadamente 1.000 barrios informales en la Provincia de Bs. As. y otros 1.000 en el resto del país. Por lo que el principio es que todos esos barrios deben alcanzar su estándar de dotación de servicios urbanos básicos en un período breve.

Esencial es la red vial, el agua potable, la energía eléctrica y el alumbrado público, el tratamiento de los efluentes, la recolección de los residuos, su diferenciación y adecuada disposición, el gas natural o una red sustituta eficaz, y la red de telecomunicaciones, que hoy también debe considerarse esencial. 

Y como se debería hacer:

En principio con eficacia, o sea, no se puede hacer un plan a 30 años para cosas que llevan a lo sumo 4.

Y para esto, el conjunto de la población debe asumir que la creación de riqueza estructural territorial no es un hecho "re distributivo", que se debe financiar con la riqueza que se le extraiga a otro fenómeno económico, sector o territorio; sino que es un acto productivo, que por lo tanto genera riqueza en sí mismo, y que aunque reciba en todo caso un crédito, para poder hacerse en un corto plazo y pagarse en un plazo más largo, no solo no tiene "costo fiscal" sino que aporta "recursos fiscales".

Esto sin objetar que si el estado define que en el marco de sus posibilidades reales puede subsidiar algo específico, extrayendo riqueza de un espacio para radicarla en otro, puede hacerlo. 

Pero es absurdo que tengamos a más de 10 millones de habitantes viviendo en casas precarias, en barrios precarios, mientras compran chucherías y bienes de consumo importados y en cuotas, ayudados en gran medida por las políticas de universalización de ingreso que sostiene el estado nacional.

Es tan correcto haber monetizado al conjunto del pueblo y sostener la demanda, como incorrecto orientar la demanda a bienes de consumo, que producen mínima riqueza estructural y que para peor, en general, ni siquiera generan mano de obra calificada local.

El paso a paso:

Es simple. Un Fideicomiso al costo en cada barrio informal, que resuelva en principio y en un acto inmediato, su dominio; pagándole la tierra a valor de parcela integral a sus propietarios para los casos mayoritarios de ocupación de campos privados y cuyo valor no excede los mil dólares por lote, ya que la tierra rural en la Argentina no excede los 30 mil por hectárea y de una hectárea en promedio salen 30.

A continuación de lo cual ponga en marcha un programa de dotación de servicios que bajo ningún punto de vista puede exceder los 4 años.

Lo mismo puede hacerse para generar nuevo suelo urbano sobre parcelas rurales linderas o cercanas a cascos urbanos y el mismo PROCREAR podría administrarlo con eficacia y transparencia si llegara a definirse la ampliación de su marco de intervención, ya que capacidad para hacerlo, tendría.

El dinero necesario:

Lo tiene la gente, que gracias a las políticas de inclusión masiva, sean de empleo, de ingreso social, de asistencia, de jubilaciones o pensiones, tienen capacidad de compra. Pero que no pueden pagar lo que no se produce. Y la urbanización de un barrio puede pagarla un grupo de vecinos pero la define el estado.

Y para acelerar cada puesta en valor de cada barrio, se puede apelar a nuestra Wall Street, o sea ir a la calle 25 de Mayo entre Avenida Corrientes y la Plaza de Mayo, en la Capital Federal, y ofrecerle al mercado de capitales, tomar deuda en PESOS. Con tasas fijadas en bienes reales, como combustibles, granos, hormigón elaborado o cualquier canasta interesante como las que se usan en países limítrofes para esto mismo. Y así hacer las cosas en un año y pagarlas en 3 o 4.

El ANSES podría participar de este financiamiento, pero no sería necesario que lo hiciera subsidiando tasa, ya que si mejora el desempeño productivo y los costos bajaran, se podría cobrar la tasa real necesaria al menos, para la preservación real del patrimonio y por lo tanto su sistemático re préstamo.

El país del 2015 no es el país arruinado del 2003. Aquel país debía primero que nada volver a ser un país. Pero el país de hoy, debe pasar de la etapa de la recuperación a la del desarrollo y entender que la frase de campaña "lo mejor está por venir" no es un cliché publicitario sino una posibilidad concreta de crear trabajo, riqueza e inclusión social plena.

Algunos piensan que gobernar es lidiar con los problemas y otros pensamos que es producir soluciones.

No se puede resolver ni el problema de la inseguridad, ni mejorar sensiblemente la educación ni la salud y por lo tanto la productividad y la calidad de vida, con medio país viviendo en forma precaria cada día.

Hoy es mucho más razonable pensar en urbanizarlo todo, que en gobernarlo sin que se urbanice. Y si estas mismas ideas incorporaran el concepto de vivienda escalable e industrializada, no quedaría una familia trabajadora sin la posibilidad de tener casa propia, linda y en un entorno adecuado.

Si hace un siglo y medio gobernar fue poblar, si hace medio siglo fue crear trabajo, si en los 70 era persuadir, hoy, gobernar, es urbanizar.