Una oposición amontonada ante la debacle macrista

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Una oposición amontonada ante la debacle macrista

01 Junio 2018

Por Juan Manuel Ciucci

Las jornadas legislativas contra el tarifazo dejaron un mapa bastante claro de la situación política que vivimos: una sensación compartida de que el gobierno nacional transita su peor momento. Y que ante la demanda ciudadana contra sus medidas antipopulares, no encuentra respuestas por fuera del manual recientemente avalado por el FMI: devaluación, endeudamiento, ajuste y represión. 

El proyecto de Ley de Emergencia Tarifaria que venía de Diputados (la cámara baja siempre fue más fuerte en su oposición al gobierno) fue aprobado sin demoras por el Senado. Varios discursos del miércoles llamaron la atención por la clara definición que esgrimieron contra el macrismo, y el tono de amenaza latente ante su accionar. Especialmente el del miembro informante del proyecto, el formoseño Mayans. Peronista de los que le garantizaron la "gobernabilidad" a Macri, se mostró duro ahora, alertando incluso por futuras crisis y vientos de violencia que pudieran sobrevenir. 

Guión parecido al de su amigo Pichetto, que por un día se alejó de su perfil "oficialista crítico" y aprovechó sus 30 minutos de cierre para explicarles cómo gobernar a sus aliados macristas. "No sabemos a dónde van", le decía a una Michetti que, incómoda durante toda la jornada, no paraba de tomar notas ante los dichos del rionegrino. "No rompan los puentes", insistía Pichetto, remarcando lo buenos que han sido para permitirle al macrismo imponer su modelo.

Pero los aires de una crisis que pueda llevarse puesto al gobierno no estuvieron presentes sólo en los discursos opositores, sino también en los oficialistas. El cierre del bloque a cargo de Naidenoff fue un claro ejemplo: recuperando la tradición de presidentes radicales que debieron marcharse antes de término, alertó al "peronismo sensato" del riesgo que implicaba este "gesto" que querían dar al aprobar esta ley junto a los sectores más críticos del gobierno. Sorprendente confesión de parte de la debilidad propia que ya no puede ocultar la Alianza Cambiemos.

Cristina conducción: ante una oposición amontonada

La nota distintiva de la madrugada del jueves fue Cristina, claro está. Se torna un tanto curiosa la escena: entre enojos, envidias y curiosidad, la dejan excederse cuanto quiera del tiempo estipulado. Recién cuando casi pisaba los 50 minutos fue alertada por Michetti, que recibió unos cuantos palazos durante el discurso de la ex Presidenta. 

Continuando con la línea que desde un primer momento planteó de ser la oposición dura a este gobierno neoliberal, Cristina recupera hoy su lugar de referente principal como opción al macrismo. No es menor el dato de que este freno opositor se de con uno de los temas que Cristina rápidamente identificó como centrales en la disputa contra el macrismo: los tarifazos. 

Así las cosas, los tiempos electorales comienzan a acortarse, y los espacios opositores no terminan de encontrar a las figuras ni los programas que puedan agruparlos sin conflictos. El discurso machirulo de Macri en la previa enojó a los machirulos del peronismo cómplice, que no quieren volver a ser conducidos por una mujer. Pero ante la debacle que todas/os presienten, empezaron a abandonar el barco macrista y a enfilar hacia una posible oposición que triunfe en 2019. Si hasta se dieron el lujo de hablar de "nuestro gobierno" en el Senado para referirse a los años de Néstor y Cristina, y reivindicar muchas de sus medidas.

El veto presidencial que no se hizo esperar parece no haber escuchado las recomendaciones de sus diversos aliados. Aún falta conocer el costo político que pagará esta derecha cambiaria por una medida sumamente antipopular, incluso entre sus votantes. 

La idea de que el tiempo de descuento empezó a correrle al macrismo, ya comienza a afianzarse en todos los sectores. El delfín Vidal, para colmo, no pasa por su mejor momento. Aún la oposición es un amontonamiento que no sabe ni cómo reaccionar, ni por quién se dejará conducir. Pero la memoria histórica de crisis y sucesiones presidenciales comenzó a alertarla de que el final de esta historia puede llegar a ser inminente. Como dice el axioma: cuando el carro anda los melones de acomodan. De pronto, comienza a parecer muy largo el camino hacia el 2019.