Ficciones: "Fiestas", de Alfredo Bracaccini

Ficciones: "Fiestas", de Alfredo Bracaccini

06 Diciembre 2015

PAPÁ NOEL

García vive en Barracas y es Papá Noel.

Todos los años se enfunda en el traje rojo y con la barba blanca y el pelito al tono que lleva desde siempre, se convierte en el personaje más querido de los chicos.

- No cualquiera- dice García cuando le preguntan por su oficio.
- Hay que llevarlo en la sangre, tener un carisma especial- se ufana alegremente.

Tras pasar por muchas changas, nuestro Papá Noel de barrio, encontró su rol en la vida.

- ¿Sabés lo lindo que es poderles dar un poco de ilusión a los pibes?
Y lo que al principio era un rebusque de fin de año, se fue convirtiendo en una actividad más estable.
- ¿Qué sé yo, viste?, a veces voy a fiestas particulares o a los shoppings…

Y desafiando los tremendos calores que debe soportar, García se enorgullece de su oficio.

- Al principio, en el barrio me cargaban, pero después de tantos años…

Matilde, la mujer de Papá Noel, también está orgullosa.

- No me van a decir que no le queda lindo el traje que le hice… Y no permite que al atuendo que usa lo llamen disfraz.
- Disfraces usan las murgas…Esto es algo serio.

Y algo de eso debe de haber.
Porque nadie sabe quiénes contratan a García.
Ni de donde sale el dinero para pagar los regalos que llenan sus bolsas.
Y nadie se explica de dónde llegaron a Barracas los renos que retozan en el baldío, al lado de la fábrica abandonada

***

FIESTAS


- Otra vez van a a venir todos a casa?
- Yyy gorda, qué querés, es la familia…

Es más, todos los años, cuando llegan las fiestas, le refrescan la memoria.

- Pero me imagino que esta vez , algo traerán, ¿ no?
- No seas así Sandrita, sabés que mi cuñado está sin laburo, ¿ qué querés?
- Entonces decile a tu hermana que venga temprano para ayudarme en la cocina

Porque la cuñadita siempre llega fresca y perfumada, diez minutos antes de la cena.

- Está bien, yo le digo…Dale gordita, correte que quiero ver el partido.

Sandra sabe que este año va a ser igual que siempre.
Que va a laburar como una burra.
Y después, cuando se hayan ido todos, se la va a pasar fregando hasta las seis de la mañana.

Nochebuena.
La melancolía por los que no están.
Los recuerdos de la infancia.
La mesa larga bajo la parra.
Las tías cuchicheando por lo bajo y los primos varones, corriendo y gritando alrededor.
Papá destapando un buen vino, guardado especialmente para la ocasión y haciéndole
bromas al tío Felipe.
Mamá llegando de la cocina con la fuente de comida.

A Sandra se le escapa una lágrima.
Tibia, lenta.
Mientras escucha a su marido gritar un gol de River.