“Cristina fue muy sensible al grado de rasgaduras de la historia argentina”

“Cristina fue muy sensible al grado de rasgaduras de la historia argentina”

14 Septiembre 2015

Por Nicolás Adet Larcher

En Santiago del Estero, se realizó el encuentro de literatura “Bestias, monstruos y seres extraordinarios” donde se conmemoró el centenario de “La Metamorfosis” de Kafka y el nacimiento de Jorge W. Ábalos.  En este marco, uno de los invitados fue Horacio González. La entrevista fue publicada por la radio de la Universidad Nacional de Santiago.

¿Qué puntos se van a abordar en la charla dentro de este encuentro de literatura?

Horacio González: Vine a estas jornadas atraído por el título que me pareció atrevido e imaginativo de intentar relacionar la obra de Ábalos y de Kafka a través de un elemento compartido que es, como siempre estamos al borde de una metamorfosis, en la frontera de un mundo humano y el mundo animal, o el mundo de la naturaleza y el social. Ese límite nunca está definido con precisión, es un límite donde hay que indagar con viejas leyendas, mitos, la ciencia, es un caso que recuerda toda la obra de Ábalos. Porque Ábalos, como maestro es alguien que trabaja sobre la trasformación idiomática, pero no lo hace de una forma unidireccional, se involucra y siempre queda un dejo de culpa porque es como si estuviera quitando a un idioma originario la plenitud que lo convierte en un idioma no necesariamente traducible a un idioma que tiene más hablantes, que tiene instituciones políticas y por lo tanto que es dominante.

Entonces, es un maestro que se dedica también a ese tipo de metamorfosis y que también desde la metamorfosis se pregunta que es enseñar. Porque enseñar es de algún modo producir un tipo de cambio que conserve los elementos de un punto de partida sospechado o intuido con la conciencia de que sea atravesar un puente y eso se parece a la ciencia. Ábalos está entre la intuición y la ciencia, creo que nunca llegó a conjugar las dos cosas, esa fue su inquietud como hombre de esa frontera.

La presencia espectral de Kafka en esta convocatoria que juzgue como muy interesante, sirve de instigación porque en realidad no podemos hacer relaciones tan directas en un escritor como Kafka donde la metamorfosis es la construcción de un mundo animal, ya la encontramos hecha. El pasaje a la monstruosidad del insecto se produce sin que el lector sepa cuánto. En Ábalos se busca relatar esa metamorfosis, quizá sea el error de todos los que intentaron buscar el relato del proceso progresivo de la metamorfosis frente a la plenitud que tiene Kafka que la encuentra ya hecha y por eso asombra.

El último documento de Carta Abierta se refiere a los símbolos, hablando del fuego y la urna como formas de utilización de parte de la oposición y los medios de lo que pasa en Tucumán.

HG: Me gustaría preguntar, cuando una elección que se hizo y que se verificó ante los medios de comunicación con los instrumentos electorales más o menos imperfectos que tiene otro país, ¿Cuándo puede ser declarada ilegitima o fuera de las normas existentes? No hay una legislación precisa. ¿Cuándo un partido de futbol puede ser detenido?  Cuando alguien tira gas pimienta, ¿O cuando tiran una cascara de banana al arquero? En este último caso no parece compartido que se detenga. No está claro ese sentimiento que diferencia exactamente los momentos para aplicar la suspensión de un comicio, donde, simplemente hay que verificar las urnas que fueron anuladas por distintos fiscales o las que fueron quemadas y volver a realizar la elección ahí. Sino es demasiada manipulación sobre una creencia imperfecta de la vida política argentina.

Las elecciones son cuestionables en su metodología, pero tienden a expresar de una forma bastante representativa la voluntad popular. Así fue en todas las elecciones que se hicieron en Argentina desde Irigoyen en adelante. Por eso toda esta discusión sobre anular las elecciones o no, introduce – tanto desde el papel de los medios como del lado de la justicia – un elemento nuevo que es la construcción de un horizonte de incredulidad e ilegitimidad en este tipo de actos complejísimos que por eso se presta a tantas imperfecciones.

Aclaro que mis simpatías hacia el FPV de Tucumán son escasas, son candidatos que no me gustan, nunca me gustó ese tipo de gobierno, pero me parece que ganaron la elección como demostraron los cómputos provisorios y cómo va demostrando el recuento definitivo.

El tema de los símbolos venía a ser mencionado a como se trabaja en un operativo de deslegitimación que está recorriendo todo el país y que es un operativo que no esta solo en manos de la oposición por eso es tan complejo y que, si se verifica en todos los grupos políticos del país, termina destruyendo los cimientos que sostienen la estructura ética de una nación, por eso el juego con los símbolos. El fuego, es un símbolo muy fuerte, símbolo de la destrucción, catastrófico de corrosión y las urnas tienen el emblema de sacralidad de la democracia que viene desde los momentos fundantes de la vida democrática en Argentina. Sáenz Peña e Yrigoyen que, pese a ser figuras contrapuestas, los une la figura de la urna como el lugar que de algún modo recibe una santificación laica.

En este sentido, este tipo de juego banal en cuanto a la legitimación, donde está gran parte de la oposición es un tipo de discusión que degrada el mundo electoral argentino. Que, como dije, es un mundo imperfecto que hay que elevar en su calidad, pero, así como se lo está haciendo con distintas argumentaciones (que comparto en cierta forma, quien no querría mejores metodologías para las listas y sabanas, ni listas de acople que confundan al elector), todo eso hay que mejorarlo, pero es otro tipo de discusión no esta discusión semi salvaje tan poco interesante y tan degradante para la vida política argentina, por eso hemos sacado con Carta Abierta este documento. Esperando que no se traslade a la elección nacional este tipo de metodología. Es una advertencia para todos.

Respecto a la figura de Daniel Scioli: ¿Qué nivel de representación puede tener en cuanto a continuidad de lo que fueron las distintas políticas en estos años del kirchnerismo y que puede tener de distinto de cara a un posible mandato?

HG: Es una pregunta inevitable, pero no tengo una respuesta muy precisa. Creo que es la pregunta que nos hacemos todos, evidentemente quienes nos mostramos en un pasado inmediato no muy favorables a la figura de Scioli porque nos parecía que la consumación del kirchnerismo podía tener un grado más elevado de problematización de los conflictos de Argentina. Para personas como yo, que no sentimos simpatía hacia Scioli, nos encontramos en un cruce de caminos muy problemático porque no podemos decir ni que Scioli sea el candidato ideal, ni que Scioli sea un candidato que viste el traje ocasional de la prosecución de un gobierno que puso todos los temas sobre la mesa, más allá de como los fue resolviendo con ámbitos de gran atrevimiento, como la oposición a los fondos buitre y cuestiones internas de distribución de la renta que siempre están sometidas a discusión.

No me parece Scioli hoy, alguien antagónico a estos años, no me parece el Scioli que pensamos hace poco tiempo que iba a ser rodeado por la derecha Argentina que tiene un momento grande de actuación a través de los grandes medios y a través de un resultado electoral no desdeñable como evidenciaron las PASO. Al mismo tiempo, es una figura abierta a las incertidumbres de la historia argentina, su actuación anterior no me permite mostrarme muy entusiasta al respecto. Dejo un signo de interrogación porque va a ser un punto donde van a confluir todas las presiones del país, la que haga el Kirchnerismo  puro, las que haga la zona amplia de kirchnerismo peronista difuso y las derechas de acuerdo a las decisiones de Scioli, de ir a los coloquios de IDEA, de tener un vínculo fluido con los medios, incluso su campaña con Montaner, son todos símbolos que están muy vinculados a una tradición de retroceso histórico en Latinoamérica.

Dicho esto, quiero mantener la idea de que es un fuerte punto de interrogación una figura abierta a la historia. No podemos fijarlo en un momento congelado del pasado y las rasgaduras de la historia Argentina son por un lado muy interesantes y por otro muy riesgosas y nadie puede ser sensible a ellas, podemos decir que en grados de sensibilidad, Cristina fue muy sensible al grado de rasgaduras de la historia argentina, interpretó de múltiples maneras y en un sentido progresista esas rasgaduras. La historia de Scioli no es la misma, lo que haga no va a ser lo mismo, de todas formas dejo abierto ese punto de interrogación donde todos colaboraremos para evitar que se pierda mucho de lo muy bueno que se hizo, se mejore lo que se hizo, se pueda crear ámbitos de discusión y críticas sobre las deficiencias que tiene todo periodo histórico y este tuvo muchas, es bueno reconocerlo.

Me parece que si todo trascurre de una forma más calma que los comicios de Tucumán, que son muy reprobables en todo lo que pasó después –intervención de la justicia, no justificable desconociendo la voluntad popular con una cautelar, no existe – evidentemente el país pasará a otra instancia de discusión y mucho más interesante si sabe reelaborar lo tanto de interesante que fue la Argentina hasta hoy, desde 2003 hasta la votación en las Naciones Unidas que es una novedad absoluta y pone a la Argentina en un lugar interesante sobre la crítica a los modos del capitalismo salvaje y financiero.