CICLO MONOBLOCK: teatro hecho con bloques de monólogos

CICLO MONOBLOCK: teatro hecho con bloques de monólogos

23 Noviembre 2012

Por Mariela Genovesi l Un poema de Nicolás de Guillén –“Nocturna”, una pieza de Samuel Beckett -“Impromptu en Ohio”- y otras cuatro creaciones inéditas –“Yo no beso”, “Ahora”, “Box Day” y “La niña encantada a través de los árboles”- componen este ciclo de teatro creado hace 6 años por Natalia Carmen Casielles -actriz, dramaturga y realizadora cinematográfica.

El ciclo apuesta a la combinación de géneros, estilos e interpretaciones. Mientras “yo no beso” se desarrolla siguiendo una dinámica stand-up,  “Ahora” se propone contar una historia de suspenso manteniendo en vilo al espectador. “Box Day” narra en primera persona –mediante exaltaciones, gritos y exabruptos- los infortunios de un boxeador a minutos de entrar al ring y “La niña encantada a través de los árboles” relata con encanto anecdótico una suerte de extracto autobiográfico.

Las historias apelan al sarcasmo, la ironía o el dramatismo para hablar tanto de la histeria y del amor como de la demencia, la paranoia o la soledad. Porque la diversidad de propuestas permite, por ejemplo, tratar al amor con sorna y liviandad–“yo no beso”- o como algo sumamente trágico –“Impromptu en Ohio”-. O a la paranoia, incluso, con cierta angustia y agudeza –“Ahora”- o como un delirio totalmente místico y alienante -“La niña encantada a través de los árboles”.

Los recursos materiales que integran y sustentan cada monólogo, aunque escasos, son piezas magníficamente seleccionadas. Así la simpleza de las cosas se vuelve doblemente atractiva. Su ser oculto emerge y se encarna en los actos; se intercala con el sentido global de la puesta, con lo que se quiere contar y transmitir.

La pared cumpliendo un rol de “tablet”, ofrece una galería de fotos que el protagonista de “Yo no beso” va pasando rápidamente a modo de “touch”. La mesa dispuesta como “multi-espacio” le permite recrear al sujeto perseguido de “Ahora” diferentes escenarios de acuerdo con las posturas que mantiene sobre ella –sentado, parado, caminando-. El inodoro y el celular, resultan imprescindibles para montar la escena histriónica del boxeador acosado telefónicamente e impedido de realizar un rito habitual. La mesa, nuevamente, y los golpes mediante los cuales el “oyente” de “Impromptu en Ohio” se comunica con el “lector” para transmitirle señales de corte y/o repetición. La linterna en “Nocturna” que ilumina la oscuridad en la que está sumida la protagonista. Y finalmente, el caballete sobre el cual se sienta la joven de “La niña encantada a través de los árboles” dispuesta a relatar mediante un sueño una parte de su vida.

Este es el ciclo 2012. Con estas historias, estos recursos y estos protagonistas. En una pequeña entrevista, Natalia Carmen Casielles ahonda un poco más en su comienzo, en su composición y en su definición.

¿Qué es el Ciclo Monoblock?
El ciclo MONOBLOCK, es un ciclo de teatro hecho con bloque de monólogos que se da en el teatro Abasto Social Club. Es decir que por función hay entre cinco a siete monólogos de diversos autores con diversas improntas. Mezclándose,  de este modo, varios trabajos de autores, directores o actores debutantes, con otros de trayectoria.
 
¿Cómo y a partir de qué idea se te ocurre crearlo?
En un principio el ciclo lo ideé para tan solo cuatro funciones y convoqué a un grupo de  dramaturgos, actores y directores para que realicen sus monólogos, ya que tenía ganas de indagar sobre el mundo de los unipersonales a raíz de estar ensayando, en ese momento, “Niña con cara de jirafa”, obra de mi autoría y dirección que actualmente está en cartel y que precisamente es un monólogo largo inspirado en el mundo de Lewis Carroll.

Luego de esas funciones se generó una gran oferta de monólogos, empecé a recibir diversos mails y llamados de gente que quería participar, es por eso que continúe organizando el ciclo, el cual se transformó en un espacio de prueba y error, de mezclas de estilos, lenguajes y trayectos.
 
¿Qué ejes o criterios tomas en cuenta a la hora de organizar el entramado de las historias que componen cada ciclo?
La convocatoria es un tanto anárquica, ya que lo único que busca es mezclar monólogos de personas que recién arrancan a hacer cosas en teatro, con autores, directores y actores que tienen su estilo y trayectoria. Podes encontrar monólogos de todo tipo, el criterio es libre, cómicos, poéticos, trágicos… La única consigna es una puesta que sea funcional a la dinámica del ciclo y la duración del mismo.
 
¿Las obras de los dramaturgos llegan a vos o vos los convocas por referencias?
Las dos cosas, invito a participar a dramaturgos, directores o actores que me interesan que estén en el ciclo y muchos otros, la mayoría, llegan a mí. Quiero mencionar que la asistencia de MONOBLOCK la realiza Sol Pittau, como las fotografías que se sacan durante las funciones, que el diseño de luces de cada monólogo es de Braian Brown y que Valeria Giorcelli es la actriz estable del ciclo, con quién comencé el primer monólogo del mismo.

Niña con cara de Jirafa

Esta otra obra mencionada -escrita y dirigida por Natalia- también se presenta en el mismo espacio los días sábados. La obra, ganadora del premio ARTEI 2011 a la Producción del teatro independiente, está inspirada en la relación que Lewis Carroll mantenía con las niñas. Una relación de confidencia, amistad reflejada en las cartas que él se intercambiaba con ellas y que forman parte del libro “Niñas”, libro que reúne además, las fotografías realizadas por él a estas mismas muchachitas.

Nuestra niña en cuestión se encuentra enamorada de Carroll y siente celos de la relación que él mantiene con Alicia Liddell, la famosa Alicia a la cual le dedica varios libros. Durante su monólogo ella se sumerge en el mundo de las cartas, los cuentos y las fotografías de su querido amigo Lewis y en su propio mundo interior, aquel que nace, surge a partir de esta relación. Niña que en ese deseo de amor se conoce como mujer, y desespera, porque su niñez –esa etapa que debía perpetuarse- va desapareciendo a medida que esos arrebatos y sentimientos de culpa, envidia y rencor se hacen más evidentes y explícitos.