Kitschnerismo 2.0, por Lucila Espósito

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Por Lucila Espósito I No es nada novedoso decir que el ámbito de las redes sociales y los blogs se está constituyendo como uno de los campos más dinámicos de la lucha cultural. Sabemos de la tan mediatizada batalla político-cultural en Facebook y Twitter, acatada tanto por ciudadanos como por políticos y figuras públicas de poca monta. Pero la nueva ebullición 2.0 no es sólo campo de las redes sociales, y es tal vez en los blogs donde podemos ver sintetizada, de manera creativa y renovada, la sinergia entre cultura jóven, política y nuevos medios. Es que en el último año han proliferado numerosos blogs de jóvenes kirchneristas, que de un modo particular, crean un estilo propio. 

¿Quiénes y qué?

Aquellos jóvenes que crecieron y vivieron en los años noventa, que vieron esa tele y escucharon esa música, que crecieron con esa política y con todo el ideario yanqui-menemista, hoy son el núcleo más activo del movimiento político y cultural kirchnerista y algunos de ellos son los son creadores de lo que llamo kitschnerismo 2.0. Un estilo, considerando el estilo como lo hizo John Clarke[1] respecto de las culturas juveniles obreras en Inglaterra. El autor definió el estilo como una creación, como la manifestación simbólica de una identidad de grupo, generada a partir de un bricolage de elementos (tanto simbólicos como materiales) que son recontextualizados en el campo de un nuevo discurso que significa y comunica la propia identidad. Es posible pensar que la comunicación 2.0 es un instrumento ideal para la expresión y construcción de los nuevos estilos juveniles y que por ende sus productos, en este caso los blogs, nos permiten observar diariamente este nuevo estilo y las identidades que contribuyen a constituir.

Tomé tres ejemplos de los tantos para hacer este breve análisis: “Cristina Fernandez Looking At Things”[1], “Berenjenal”[2], y “Quantum Peronism”[3]. Todos ellos funcionan sobre la plataforma Tumblr, pero hay otros elementos, mucho más relevantes que los agrupan: el estilo kitsch de su composición estética, el predominio de imágenes por sobre el texto, el tono político, y en especial, una particular cuota de humor. Todos los componentes, con sus juegos retóricos y de referencias cruzadas, dejan ver un código interno implícito.

“Cristina Fernandez Looking At Things” surgió a comienzos de este año de la iniciativa personal de Ernesto Gallegos, a partir del hallazgo de otro blog, “Kim Jon Il Looking At Things”[5]. En realidad, Ernesto, comenta que copió todo el formato pero lo adaptó a la figura de la presidenta Cristina Fernandez. Él mismo dice: “es como poner una sucursal de ese movimiento, una expresión un tanto bizarra de una cultura pop que se expresa en Tumblr y atraviesa lo visual, lo político, lo popular y el humor”. Cada una de las entradas del blog es una foto de la presidenta mirando algo, en unas ocasiones cosas, y en otras personas. Acompañando cada foto hay un epígrafe en inglés que describe qué es lo que está mirando (según Ernesto el epígrafe está en inglés simplemente por homología con el blog acerca de Kim Jon Il).

En “Quantum Peronism” desde el punto de partida estamos obligados a esperar la presencia del componente peronista. “Soy físico e investigo sobre mecánica cuántica, que es una teoría superadora a las de Isaac Newton. Lo cuántico del peronismo es el kirchnerismo, su versión superadora, mejorada o tuneada”, dice Juan, autor del blog. “En mi caso particular, la intención es mostrar la heterogeneidad del movimiento peronista con imágenes sueltas, que no siguen un orden cronológico, y ‘explicadas’ con tan solo una palabra o una línea. Lo hago en inglés para darle un sentido contradictorio (como el peronismo en sí). (...) lo que busco es mostrarle al mundo el Movimiento Nacional Justicialista, con todos sus matices pero en una versión que pretende ser humorística (...) Cuando selecciono imágenes pienso en los personajes que quiero mostrar, buscando sus costados menos conocidos y resaltando el ridículo. Si no muestro sujetos puramente políticos, aun así son personajes relacionados con el campo popular”.

Como “texto”, el blog recorta un campo de referencias e implica una serie de competencias necesarias por parte del lector para comprender y completar el sentido, ya sea desde la capacidad de comprender el inglés, hasta la de comprender un chiste en la relación epígrafe-foto. Las yuxtaposiciones y el juego de homologías permiten conectar universos y objetos lejanos que fueron significados de un modo dominante en otro plano. Ernesto dice respecto de su blog “Berenjenal” y de “Quantum Peronism”, uno de sus favoritos: “Los dos blogs tienen en común que tratan de retomar imágenes que referencian al primer peronismo y al setentismo. Lo que hacemos es yuxtaponerlas a lo que son la mayoría de las imágenes: herencia de pasarnos todos los noventas y los dosmil consumiendo entretenimiento norteamericano (además de no pocas referencias a nuestra cultural local, obvio), haciendo culto de algunos personajes o ficciones que se ven representadas una y otra vez (...) hay una enorme participación de contenidos ‘importados’ de cine y T.V., en forma de capturas de pantalla, citas, referencias, reinterpretaciones”.

El efecto no es sólo una estética determinada, sino un conjunto de actividades, prácticas y perspectivas que se cristalizan alrededor de estas formas expresivas muy limitadas y coherentes. Entonces cabe preguntarnos, ¿qué prácticas, qué perspectivas se cristalizan en el kitschnerismo 2.0? Y es aquí donde la política y la militancia entran en el juego. La afiliación al movimiento kirchnerista es una de las fuentes inequívocas de inspiración y de materias primas de este estilo, así como la cultura pop de los años noventa o el rescate de la militancia setentista. Sin embargo, aunque ambos blogueros respondieron unívocamente que tener este tipo de blogs no es militancia, está claro que hay una contribución cultural al imaginario “nac & pop”. Ernesto mismo lo dice con ciertos matices: “Lo que sí se da y atraviesa mi experiencia en medios digitales es que uno opina sobre política con una especia de actitud militante".

Si el kitschneirsmo 2.0 es un estilo, no es sólo por sus contenidos o sus productos, sino que además circunscribe un campo de sentidos que autoidentifica a los jóvenes kirchneristas que producen y consumen esos contenidos. La unidad en el estilo, la conformación de una subcultura, el kitschnerismo 2.0 es un elemento más del movimiento total que es en sí el kirchnerismo en la Argentina. Hay una sinergia y una tensión entre ambos que hace que el formar parte del Proyecto no sea sólo militar en una agrupación, pero que tampoco sea sólo participar en las redes sociales y blogs. La autoidentificación de grupo al interior se concreta en esa tensión con el campo más político, más real que virtual, que es consumir ciertos medios y otros no; compartir ideas respecto del mundo, la política, la economía y el futuro de nuestro país; pero sí, también, es tener un blog, ir a la plaza, cantar “La Marcha Peronista” y llamarse Compañeros.